꧁ 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝐷𝑜𝑠 ꧂

280 60 292
                                    

Hola, soy Aimé, ¿Cuál es tu nombre?

...

¡Hey! No seas tímido. ¿Te pasa algo? ¿Por qué tan callado?

...

¿Quieres jugar? Podemos ser amigos.

...

Sí, seremos grandes amigos.

•:•.•:•.•:•:•:•:•:•:•:•☾☼☽•:•.•:•.•:•:•:•:•:•:•:•

La pesadilla la despertó con una sensación confusa y desorientada. Nuevamente aquel niño se sumergía en sus sueños como si estuviera en su propia casa, sin poder distinguir su rostro. Tomándolo como algo de costumbre, se dispuso a arreglarse. Cometió un error al confiar que Jack la guiaría por su nuevo camino a Candy Cane, pero él ni siquiera recordó su existencia. Decidida a salir adelante por sus propias piernas, la chica salió de casa con esperanza.

—Los caminos que más temor nos dan son aquellos que debemos seguir —le dijo una mujer en el camino. Aimé se detuvo un segundo para escuchar las indicaciones de aquella mujer. Cien pasos al norte, cruzando el fluyente rio que desemboca en la laguna junto al sauce, otros cuantos metros más adelante.

Una frescura de sensaciones inigualables ambientaron su cuerpo cuando cruzó el puente de piedra hacia el bosque. Tenía una profunda conexión con la naturaleza y sentía que cada acción que tomaba en su entorno precedía a un impacto significativo. Su filosofía al respecto era: no rompas, no lastimes y no te aferres. Levantó la mirada al cielo, siendo cubierta por la timidez de los árboles, como adoraba ese efecto de la naturaleza, las copas no pueden alcanzar a tocarse, porque afectaría el desarrollo de los otros, era lindo, pero triste. ¿Cómo sobrevivir a estar tan cerca de lo que amas y no poder tocarlo?

Guiada por el fresco aroma de rio, caminó hasta toparlo. El sauce se alzaba por sobre ella, en un espacio céntrico junto a la laguna, brillante e imponente, como si en su interior se encontrara un ser de luz, un alma iluminada. Pero su deslumbrante vista se oscureció cuando al fondo, entre los arbustos de helechos y la oscuridad del bosque continuo, le pareció observar dos ojos fijos en ella. La figura no parpadeaba y la sombra de los árboles no le permitía identificar al individuo.

—Me parece que estás perdida —mencionó la sombra. Aimé tragó saliva. Una sonrisa perturbadora se asomó por el oscuro rostro de la figura, quien dio un paso a la luz, revelando a un chico uniformado, moreno y muy alto.

—No, ya me iba —Trató de cruzar hacia el otro lado, dándole la espalda al chico. Este se apresuró y se colocó frente a ella, impidiendo su paso.

—¿Vas a Candy Cane? —le preguntó aquel. —Permíteme acompañarte.

—Creo que estoy bien sola, gracias —respondió ella tratando de esquivarlo.

—Debo insistir en que me dejes acompañarte...

—Sid.

Sid y Aimé miraron en la misma dirección. La figura que se acercaba a ellos parecía fuera de lugar, sus cabellos negros venían algo alborotados. Caminaba con un porte recto y elegante, pero sus pasos eran suaves y su mirada tras los lentes dorados parecía curiosa.

—Príncipe Dereck, estás de vuelta —habló Sid. Hizo una ligera reverencia cuando el príncipe llegó a cierta distancia de ellos y se alejó de la pelirroja.

꧁Willow꧂ (Ten cuidado con lo que deseas) Libro ITempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang