Yo gano

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Gigan en realidad nunca había hecho algo que fuera digno de mención o que se destaque, desde que tenía memoria lo único en lo que era bueno es asesinar. Siempre tuvo que mancharse las garras de sangre para sobrevivir, para volverse más fuerte, para protegerse a él y a su hermano de todos los peligros del universo. Su más grande deseo es solo ser lo suficiente fuerte para que nunca más tenga que sufrir, para que nunca más se vuelva a sentir pequeño ante nadie.

Pelear contra un Dios es la mejor forma de asegurarse de que llegó a completar su meta, ya que los únicos que estaban en realidad Justo en la cima de la cadena alimenticia y de la jerarquía de poder eran los mismos dioses. Y si llegaba a matar a uno entonces eso demostraría que es más fuerte que un Dios, solo así sabría que alcanzó su sueño de ser el más fuerte de todo el universo.

Toda una vida de batallas sin fin, todo eso lo llevo a este mismo momento, en donde finalmente se demostraría que el es capaz de derrotar a cualquiera. Si es capaz de vencer a un Dios entonces el también podría ser capaz de derrotar a ese maldito lagarto de una vez por todas, pero eso solo será posible si sale con vida de esta arena, tenía dos simples objetivos ahora... uno es ganar... y el otro... sobrevivir.

"Adelante, intenta destruir mi voluntad." Hércules le dijo sin miedo alguno mientras le dedicaba una sonrisa llena de seguridad, pero en donde también se podía ver el respeto que tenía por su rival, dispuesto a darlo todo en este último encuentro entre ambos.

Gigan no necesito más que eso para finalmente de decidirse por atacar, sabía muy bien que ahora mismo manis tenían pocas energías y se estaban quedando sin opciones, lo único que ahora podían hacer era seguir luchando hasta que finalmente uno de los dos caiga. El ciborg se puso en una pose de batalla y se preparó para el asalto final, este sería su glorioso ascenso hacia la cima de la cadena alimenticia, este sería el día en que se le recordaría como el monstruo que logró asesinar a un Dios.

Nadie apartó la mirada de esta batalla, Hércules y Gigan, dos individuos que representaban exactamente lo opuesto en esta batalla. Hércules era el gran héroe que todo el mundo aclamaba con amor y admiración mientras esperaban que salvara el día con su poderosa luz de la justicia, y Gigan era ese cruel monstruo que causaba miedo y terror a donde sea que vaya mientras oscurecía las vidas de tantos con su siniestra aura. Esta era la batalla que enfrentaba estas dos fuerzas, y el telón que por tanto tiempo había estado abierto estaban apunto de cerrarse, eso estaba claro para todo el mundo.

Dioses y humanos por igual prestaron suma atención sin decir palabra alguna, sabiendo que el final estaba cerca, no se molestaron en causar ningún sonido que pudiera ocasionar alguna distracción. Esta vez querían estar al pendiente de cada suceso, y ahora todo el mundo se moría del ansia u de la incertidumbre, con el único deseo que compartían es el que poder saber quien de los dos sería el que se alzaría al final, y quien fallecería en el intento.

Recuperando un semblante serio, Hércules comenzó a avanzar hacia su contrincante a paso lento pero que demostraba ser imponente y ejerciendo una presión inimaginable, y Gigan hizo exactamente lo mismo al imitar a su rival al acercarse al Dios con sus guadañas a cada costado de su cuerpo y listo para usarlas una última vez. A medida que los dos seguían acercándose, todos sabían que por primera vez desde que empezó esta batalla, los dos decidirían por terminar con esto por medio de un combate cuerpo a cuerpo... dándolo todo.

Lanzando cortes y puñetazos a grandes velocidades, los dos estaban decididos por ser quien tenga la ventaja por encima de su oponente. Bloqueando y esquivando, los ataques llovían sobre los dos sin que hubiera alguno que conectara finalmente, mientras los espectadores solo podían ver asombrados por la intensidad de esta batalla. Hércules lanzó un puñetazo con todas sus fuerzas que apenas fue desviado por Gigan, haciéndolo impactares contra el suelo antes de atacar de vuelta con un corte al pecho de la deidad, quien se alejó levemente y evitándolo por poco.

Shuumatsu no KaijuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora