Mi Pequeño Dragón (Dramione)

Malfoy, su aliado y las travesuras.

Las primeras semanas en Hogwarts pasaron más rapido de lo que todos planeaban. Draco y Hermione lograron ponerse de acuerdo luego de una tarde de debates sobre como serian las reglas de su sala común.
Aunque no se hablaban, mas que lo necesario. Su convivencia no era mala, es mas muchas veces en silencio hacian sus deberes juntos y aunque ambos lo negarán rotundamente con sus amigos, les agradaba vivir con el otro.

Para Draco, convivir con la castaña era agradable. El silencio solia ser una de las cosas que mas le agradan en su vida y ella se lo proporcionaba a diario. Para Hermione, era divertido ver como su gordo y odiado Gato se llevaba tan bien con el rubio, quien solía tenerlo acostado en su regazo cada vez que se sentaba en la sala común.

Para la castaña era normal levantarse por las mañanas y encontrar al rubio leyendo en la sala común que comparten. Este día no fue diferente, lo primero que vió al llegar a la sala fue al rubio leyendo y a Crookshanks acostado dormido sobre su regazo.

- Buen dia Crookshanks - el gato se levanta de un salto - y buen día Malfoy.

- ¿Hasta cuando me vas a decir buenos días? - dice el rubio.

- hasta que aprendas a decir buenos días y me respondas como una persona civilizada. - se sonrie ella.

- entonces vas a seguir haciendo esto hasta que acabe el año - dice con una sonrisa el chico.

- puede ser que si - ella mira su espalda. - Crookshanks, aqui esta tu desayuno. - dice la castaña y el gato se acerca a desayunar - ya me voy, comportate por favor - acaricia su cabeza - y no te escapes de aqui, volveré más tarde a verte.

La castaña tomó su bolsoy se fue de la sala común sin despedirse del rubio, quien solo sonrió al escuchar el "buenos días" que le daba Hermione al cuadro de la entrada de ellos. El se levantó y se agachó junto al gato, a quien acarició escuchando sus suaves ronroneos.

- Granger deberia de sacarte a pasear mas bola de pelos, que importa si odias a todo el mundo. - lo toma en sus brazos. - vamos a pasear, ya bastante tienes con estar aqui encerrado.

El Rubio se llevo cargando al gato, quien iba tranquilo en sus brazos como si fuese su propia dueña la que lo cargase. En el camino se junto con Goyle, Nott y Zabini, quienes miraban al gran y gordo gato que lleva su amigo en los brazos.

- ¿Estamos remplazando a Crabbe? - se rien todos.

- claro que no, esta bola de pelos es de Granger. Odia a la comadreja y quiero ver si es verdad - les sonrie - ahi esta Granger con los leones - le entraga el gato a Goyle. - no dejes que lo vea, hasta que le pida permiso de sacarlo.

- ¿Granger no sabe que sacaste a su gato? - dice Theo burlesco.

- claro que no, ¿Que tendría de divertido pedirle permiso antes de sacarlo sin su consentimiento? - todos asienten.

- entonces yo estuve buscando... - dice Ron.

- ¿Un cerebro nuevo para cambiarte comadreja? - dice burlesco y sus amigos se rien.

- ¿Que quieres Malfoy? - dice molesto el pelirrojo.

- contigo nada - le sonríe el rubio - Granger, a ti te buscaba.

Los Gryffindor, en especial Seamus y Ron miraron fijamente a la castaña que parecia un tanto confundida por la reacción del rubio que le estaba hablando, aún más despues de que la ignora cada dia y de que habian estado juntos unos minutos antes.

- ¿A mi? - dice confundida - nos vimos hace 15 minutos.

- si, y no me dejaste decir lo maravilloso que te queda el rojo - ella se cruza de brazos y hace una mueca.

- ¿Que quieres Malfoy?

- Granger, ¿Me dejas sacar a tu bola de pelos de la habitación?

- claro que no, ¿Por que quieres hacer eso?

- la bola de pelos esta aburrida en la sala común Granger y creo que necesita sol. - pone sus manos en sus hombros- Granger, demuestrale a la bola de pelos que lo amas.

- más te vale cuidarlo Malfoy. - le dice molesta.

- claro que si - se voltea a ver a sus amigos - Goyle ya puedes sacar a la bola de pelos.

- ¡YA LO TENÍAS AFUERA MALFOY! - dice molesta ella y golpea su brazo.

- claro, ¿Que gracia tenia pedirte permiso si no lo tendría conmigo? - lo carga - ven bola de pelos, quiero presentarte a unos perdedores.

Crookshanks salto de los brazos de Malfoy al ver a Ron, se lanzo sobre el e intento aruñarlo mientras los Slytherin y Ginny, la hermana menor de Ron se reian de manera burlesca del pelirrojo.

- tenias razon - dice Draco burlesco - La bola de pelos lo odia.

- ¡MALFOY! - dice Hermione y toma a Crookshanks en sus brazos - ¿Lo trajiste para esto?

- en parte, quiero ver a quien más se le lanza. - lo toma en sus brazos - recuerda bola de pelos, te compraré unas galletas si haces lo que yo quiero. - el gato se acurruca ronroneando en el pecho del rubio.

- Gracias Granger - se van todos los Slytherin.

- ¿Como se te ocurre dejar salir a esa maquina asesina Hermione? - Dice Ronald - ¿Y con Mlafoy?

- ¿Desde cuando Malfoy quiere tanto a Crookshanks? - la mira Harry.

- desde que se conocen - todos la miran - Malfoy literalmente me ignora, pero a él lo adora y Crookshanks lo ama.

- si Crookshanks lo quiere, significa que Malfoy no es malo, los gatos son animales muy territoriales y tambien muy cariñosos, tal vez hay algo en Malfoy que le agrada.

- si, que los dos son malos y asesinos - dice Ron molesto.

- Crookshanks no es asesino, solo no le agrada nadie mas que Ginny, Luna, Malfoy y yo. - hace una mueca.

- Grangeeeeer - dice Pansy corriendo hacia ella - ¿Esa bola de pelos es tuya? - Hermione asiente. - es tan hermoso, ¿Me dejas ponerle un moño?

- claro - dice ella confundida.

- yo quiero ver como queda con el moño - dice Ginny y la pelinegra asiente, llevandose a luna y ginny con ellas.

- y al parecer todos los Slytherin. - se encoje de hombros y todos los leones la miran. - me voy a clases, me toca Runas antiguas.

El día pasó tan rápido como fue posible. Draco y un muy elegante Crookshanks (gracias al moño de pansy) se han entretenido todo el dia jugando y atracando a los menores quitándoles todos los dulces posibles, ensuciando los pisos relucientes de Filch, saltando sobre los profesores, corriendo sobre las mesas del gran comedor, persiguiendo a Ron para aruñarlo mas de tres veces en el día o botando ingredientes de las pociones.
Aunque esto causó más de un problema a la castaña quien era la dueña del gato, por algún motivo no podía, ni pensaba alejar a ambos amigos, no fecordaba haber visto a su gato tan feliz desde que lo compró y ella ante todo es Madre, de un gato pero lo es.