[1] En tus manos©

🎤 Extra 1: Amor del bueno

(Reyli)

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Nota autora

Como una forma de celebrar los 100k les traigo este extra que ganó por votación popular. Para quien no me sigue en IG, les cuento que es la escena de los capitulos 18 y 19 pero desde el POV de Max.

¡Que lo disfruten!

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MAX

¿Cuántos tragos necesito para sacar a Álex de mi cabeza?

Estoy decidido a averiguarlo.

Acepto cada vaso de alcohol fuerte o botella de cerveza que me ofrecen sin medir las consecuencias, mi intención es borrar cada rastro de su recuerdo, aunque sea por una noche.

Una en la que quiero volver a sentirme bajo control, siendo el chico popular adorado por todos, y no en la incertidumbre del desahogo y la libertad que se colaba en mis pensamientos cuando estaba con ella.

Pierdo la cuenta de los tragos que bebí y no conseguí mi objetivo, pero sí empiezo a comportarme como un imbécil. Como ese idiota que ocultaba a todo el mundo en este sitio, porque sabía perfectamente que podía ser hiriente, manipulador y un completo fracaso.

Tomo mis cosas y me voy de la fiesta sin despedirme. Por inercia pido un auto y me derrumbo en el asiento trasero en el que el conductor me despierta a base de gritos cuando estamos fuera de mi edificio.

Entro tambaleándome hacia los ascensores y me dejo caer en el suelo mientras subo. El sonido al llegar a mi piso me despierta de un respingo y, me arrastro, literalmente, hacia el pasillo.

He caído muy bajo.

Me levanto con esfuerzo apoyándome en la pared, y camino hacia mi puerta.

No hay alcohol que pueda sanar mi orgullo herido por el rechazo de Álex. Es una estupidez. No debería sentirme tan mal cuando en un principio ni siquiera quería formar parte de todo este show.

Tengo que dejar de pensar en ella, en su cara de cerebrito engreída, en sus ojos azules chispeantes que parecen traspasar ropa, piel y huesos. En esa boca traviesa que me hizo vibrar de tantas formas diferentes.

En su cabello enmarañado tan peculiar.

En ese pequeño lunar que tiene en el cuello.

En la forma que curva su boca cuando ríe con sarcasmo.

En la manera que alza su ceja para desafiarme.

Cierro los ojos esperando apagar mi cerebro de todas esas imágenes que parecen no querer salir de mi cabeza. Como si mis neuronas estuvieran confundiendo instrucciones y «no pensar en Álex» se transformara en «Recordar todas las cosas que la hacen única».

Maldito cerebro, maldito alcohol y maldita Álex.

Giro la llave para entrar y escucho el característico sonido del videojuego de Borja encendido en la televisión. O mi amigo ha trasnochado jugando como siempre, o he regresado temprano.

—Sigues despierto... —La lengua se siente pesada y hablo muy lento—. Me voy a...

Me quedo petrificado en la puerta al ver a Álex sentada en el sofá. Borrosa, difuminada, tan lejana e irreal como solo ella puede serlo.

Debe ser un sueño, una alucinación.

—Debe ser una puta pesadilla. —Me froto los ojos para aclarar un poco mi vista, pero al abrirlos, sigue ahí, mirándome con una tormenta en sus ojos.