🎤 20. Prisioneros de la piel

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(La Ley)

Actualización doble 2/2

MAX

Después de mi último encuentro con Álex y su ex en la universidad, decidí borrarla completamente de mi vida para evitar cualquier otro daño a futuro. Pero no podía sacármela de la cabeza, y en un intento desesperado por olvidarla, me fui de fiesta y acepté cada trago de alcohol que me entregaban sin medir las consecuencias.

Después de la experiencia con Sabrina, había moderado mi consumo de alcohol, pero soy un tonto. No tengo otra explicación.

Cuando llegué a casa anoche y la vi sentada en mi sofá, pensé que estaba alucinando. O Soñando. O no lo sé, estaba demasiado ebrio. Dije cosas horribles, y aunque la noticia de Sabrina me había descompuesto hasta el punto de hacerme vomitar todo el alcohol, el castigo de quemarme la garganta por las palabras que le dije no era suficiente.

Ahora no me queda otra opción que depender nuevamente de ella para no verme involucrado en una situación donde podría perderlo todo. Además, la posibilidad de ser padre me tiene demasiado liado como para concentrarme en cualquier cosa que estoy haciendo.

Y eso, en medio de un ensayo no me viene para nada bien.

Lucas vuelve a mirarme mal cuando fallo en la nota. Hugo ha intentado cubrirme con algunos solos improvisados, pero para el oído musical de Lucas es imposible engañarlo.

—Maxi, la presentación de hoy es importantísima. ¿Qué te está pasando? —espeta mi amigo.

—Lo siento. Lo haré bien esta vez —mascullo sacudiendo la cabeza.

Hacemos un nuevo intento en el que mis pequeñas fallas pasan desapercibidas gracias a la intervención de Hugo. Desapercibidas para un posible público, porque mis tres compañeros se dan cuenta de cada error en las notas cuando fallo.

—Bien. Mientras no te quedes sin voz o estropees tu bonita cara, supongo que da igual —gruñe Dani levantándose de la batería cuando nos tomamos un descanso.

Ignoro que me ha sacado en cara que mi función en la banda es verme atractivo y toda mi carrera musical no sirve de nada. No puedo reprocharle nada, porque no tiene idea de que llevo estudiando 2 años y medio una carrera para dedicarme a esto profesionalmente.

—¿Necesitas hablar? —pregunta Hugo poniendo una mano en mi hombro—. A veces soltar un poco las cosas ayuda.

—Estoy bien colega. Gracias.

Me da dos palmadas en la espalda y se aleja a refrescarse luego de estar tocando por varias horas. Voy directo a mi bolso y busco el teléfono que uso para los contactos de la universidad. Mi corazón se salta un latido al ver que tengo un nuevo mensaje de Borja.

Roomie: Puedes estar tranquilo Max. No vas a ser padre.

Roomie: Y Álex solucionó las cosas con Sabrina.

Me llevo una mano al pecho sintiendo un repentino alivio y al mismo tiempo una desdicha. ¿Por qué no fue Álex quien me escribió para avisarme de esto?

Que idiota soy. Me acaba de salvar el culo de algo muy grande y yo solo estoy preocupado de porque no fue ella quien me escribió. Estoy jodido. Suelto una carcajada de alivio que hace eco en el galpón.

—¿Maxi? —La voz de Dani me llega desde el otro lado—. ¿Estás bien?

—Sí. Ahora sí. Estoy perfectamente.

Volvemos a ensayar y esta vez sin preocupaciones agobiándome la cabeza, me siento mucho más seguro y no hay fallas en mi presentación. Los chicos se contagian de mi entusiasmo y el ánimo sube en el grupo.

[1] En tus manos©Where stories live. Discover now