▪︎ Invisible String (Taylor Swift) ☆

Electric Touch

¡¡ CONTENIDO EXPLÍCITO, SI NO TE GUSTA, SALTA EL CAPÍTULO !!

17:09H

Llegué al cine un poco tarde, Taylor ya me estaba esperando ahí.

— Gracias por esperarme –

— No iría a ver la película sola –

Ambas nos reímos.

— ¿Ya has decidido lo que vamos a ver? –

— Sí, vamos a ver La rosa de notredam. –

— Tay, te quiero mucho pero suena horrible. –

— Lo sé, esa es la gracia. –

Rodé los ojos con una sonrisa y entramos a dentro.

Hicimos cola para comprar las entradas y obtuvimos asientos en lo más lejos de la pantalla.

Ya sabéis, cuanto más lejos, mejor se ve la película.

Fuimos a comprar algunos snacks como palomitas, dulces y refresco.

Íbamos perfectamente equipadas así que ya podíamos dirigirnos a la sala donde se reproducía la peli.

Entramos y literalmente no había nadie. Casi nadie, excepto por unas 5 personas esparcidas por la parte de delante-medio.

No nos sorprendió, la película tenía una increíble mala pinta. Estoy segura que toda la gente que estaba ahí era para reírse.

Nos sentamos en nuestros respectivos asientos y las luces se apagaron.

— Ya empieza. –

— Yuhuuu. – Dije sin emoción.

Ella me dio un golpecito en el hombro y se rió.

— Te va a encantar. –

— mhm. –

— ¿Mhm? ¿Qué tipo de respuesta es esa? –

La película empezó. Nosotras seguiamos hablando mientras la veíamos. Siempre hacíamos eso, comentar en las pelis es lo mejor.

— Es el tipo de respuesta que busco para vacilarte. Siempre funciona. –

— ¿Vacilarme a mi? – Rió.

— Totalmente. – Dije con seguridad.

— Mírame. –

Giré mi cabeza y quedamos a centímetros. En nuestros labios habían unas sonrisas pícaras.

— Querida, eres muy fácil de vacilar. – Le repliqué.

— ¿Ah, sí? –

— Sí. –

Mientras nos hablábamos, nos mirábamos a los ojos y a los labios. Empezaba a sentir mariposas en el estómago y quizás también en otro lugar.

— Lo que pasa es que me dejó vacilar para que no quedes mal. –

— Dudo mucho eso. –

— Cállate. –

— Cállame. –

Ella sonrió y se lanzó a mis labios. Su mano posaba en mi mejilla y yo agarraba su muñeca.

Empezamos a jugar con nuestras lenguas durante unos minutos, entrelazandolas.

Se pegó más a mi y sus manos empezaron a tocar mi cuerpo de manera provocativa.