•Cruel Summer •

12. El robo del siglo (notese el sarcasmo)

Nos habían robado, enserio nos habían robado todo.

Se llevaron el auto de Nik con mi mochila y mi teléfono dentro. Todo paso tan rápido que casi ni lo recuerdo.

Habíamos parado en una gasolina a mitad del camino porque la camioneta de Nikolai se había quedado sin gasolina, cuando llegamos al lugar se me antojó comprar algo de la tiendita por lo que el chico que viajaba a mi lado me pasó su billetera con efectivo dentro con la excusa de que él quería algo también, no me queje puesto que no pienso gastar mi dinero en chuches.

Mientras pagaba unas gomitas en la caja registradora vi movimiento fuera y salí rápidamente para presencial como dos tipos feos y rapados se iban en la camioneta de Nikolai y como el rubio se encontró tirado en el suelo con un feo moretón en el pómulo izquierdo.

Luego de eso nos habíamos quedado varado en medio de la nada sin un teléfono para llamar a alguien y apenas dinero en efectivo.

- ¿Y ahora que hacemos? -pregunte mortificada.

-Cállate y déjame pensar- de mala manera el chico me mando a callar.

Totalmente estresada por la situación y por la oscura nube que se posaba sobre nosotros anunciando una fuerte tormenta comencé a comer gomitas frenéticamente. El gusto de las gomitas no me duro ni medio minuto porque el maldito de Nikolai tomo la bolsa de mis manos y la lanzo lejos.

Le lanza una mirada de muerte.

-Oye- me queje. -eran mías.

-No me dejas pensar- me miro mal como siempre ¿acaso no tenia otro tipo de mirada?

-Podríamos pedirle ayuda al tipo de la gasolinera. - Pensé en voz alta.

-Entra tú, yo no pongo un pie en esa sucia cabina- hizo una mueca de asco.

-perdón señorito rico- me burle y me levante del pavimento- iré yo.

-Claro, una salvaje en su hábitat natural – por su bien decidió ignorar ese comentario y me dirigí a la puerta de la gasolinera

Nik tenia razon este lugar era horrible y apestaba a muerte.

-Disculpe señor- me acerque al mostrador para hablar con un tipo calvo y demasiado delgado para estar sano- quería saber si podría prestarme un teléfono.

-Claro hermosa, pero ¿a cambio de qué? - se acercó a mi del otro lado del mostrador con una sonrisa de dientes amarillos.

-Le doy cinco dólares- claramente no era estúpida, sabia lo que este cerdo quería- Mi amigo perdió su auto con mi celular dentro

-Cinco dólares no me sirven- le tipo me escaneo de arriba abajo.

Nunca en mi vida me había sentido mal por usar tops o Short hasta este momento. Mis ojos se nublaron ligeramente.

- ¿Sabe qué?, caminaremos en busca de otro negocio- me aleje del mostrador y de aquel asqueroso hombre.

-No hay otros locales por la zona mi amor, y por la tormenta dudo que encuentren algo abierto. – se carcajeo el hombre. ¿Por qué entre aquí? – pero podría prearrancar un teléfono si haces algo a cambio.

Justo cuando estaba a punto de mandarlo al diablo por insinuar asquerosidades una mano fría se poso sobre mi hombro y me relajó al oler aquel perfume.

-Mi novia...- la fría voz de Nik lleno el lugar y la cara del tipo asqueroso se transformo a una de miedo- No hará nada a cambio de su sucio teléfono.

Espera ¿ MI NOVIA ?

¿Había escuchado bien o las gomitas se me subieron al cerebro?

-Lo siento mucho joven, pero tiene una novia muy bonita- y el cerdo segua y segua