2. Momento incomodo parte x2183839

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Creo que nunca había sentido tanta vergüenza en mi vida

¿Cómo podría ser tan tonta?

Obviamente luego de aquel terrible mensaje que recibí avente el teléfono fuera de mi alcance y me recosté en el suelo viendo el techo pensando en una vía de escape para huir del país o del continente.

Claramente no podía hacer nada porque mi padre no me dejaría poner un pie en un avión ni en un millón de años, literal ni apenas sabía dónde estaba mi pasaporte porque me lo habían quitado hace años, esa era la razón por la que nunca volvió a mi país.

Decidida a que no podía enfrentar la situación yo sola, tome mi otro teléfono del bolsillo de mi short y marque el número de la única persona con la que podía hablar en este momento.

Mi mejor amiga y prima, Mariangel. Era hija de la hermana de mi madre y prácticamente crecimos juntas hasta que mi padre me llevo lejos de mi familia.

Mari contesto la llamada a los tres toques y amaba eso de ella, no importaba lo que estaba haciendo en el momento, ella siempre estaba ahí para mí.

- Me voy a matar- eso fue lo primero que le dije en el momento en el que contesto. ¿exagerada no?

-primero que nada, buenos días para ti también- se rio- segundo, ¿y ahora que paso?

-Él lo sabe.

- ¿Quién sabe qué?, ohh ¿Qué paso con el bombón ruso? - Mariangel era hasta ahora la única persona que sabia de mi patético enamoramiento.

-Sabe lo de la cuenta de Instagram, Mari -sollocé alargando la i del final.

- A mi no me hables en ingles mongólica estúpida- me regaño la susodicha- solo entendí la palabra "Instagram"

-Te dije que Nik sabe lo de la cuenta de Instagram.

- ¿Y el problema? - pregunto mariangel. ¿Era estúpida o se hacía?

-como que ¿y el problema?, ¿eres estúpida o te haces? - le pregunté espantada y oí su risa del otro lado del teléfono. - El maldito de Nikolai lo sabe todo, y me lo dijo.

-Te dije que no te crearas esa estúpida cuenta y que le hablaras, pero como aparte de mongola eres sorda no me hiciste caso- Mariangel siempre se había creído la voz de la razón.

- Necesito escapar de aquí, no puedo ni verle la cara.

-No harás tal cosa. Vas air y le vas a plantar cara. - ¿y de donde saco el valor para hacerlo?, quise preguntar, pero un toque en la puerta me interrumpió.

Solo conocía una persona que tocaba la puerta de esa manera para no arruinarse su manicura perfecta, grite un "ya voy" y volví a hablarle a Mari.

- Tengo que colgar, madrastra malvada a la vista.

-Suerte, recuerda que te amo mi loquilla- reí, amaba mucho a mi prima.

- te amo más maldita estúpida- oí su risa y colgué la llamada.

Con frustración me acerque a la puerta y la abri para Doris.

-que bueno que abres Amara, te decía que cenaremos con los Volkov, te quiero abajo en veinte minutos- dijo Doris cuando me vio, luego me analizo de arriba abajo y menciono. - Y vístete bien, pareces una pordiosera y mis hijas no pueden verse mal.

Y dicho eso y sin dejar que respondiera se fue por el pasillo meneando su trabajo trasero como si estuviera en una pasarela.

Genial, lo que me faltaba, espero pasar por lo menos una semana encerrada aquí por lo menos hasta que la vergüenza bajara, pero claro que eso no era posible.

•Cruel Summer •Where stories live. Discover now