La última batalla, oro maldito

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Es momento de la batalla contra Orochi, Susanoo se encontraba al frente de la criatura, en posición de ataque esperando el momento adecuado, ya que sabía perfectamente que enfrentará a una deidad.
Por el lado de los purificadores, todos se encontraban a salvo en la aldea, pero Keitaro resultó lesionado; debido a que está recargado sobre la pared, sus compañeros vieron como chorrea la sangre de su espalda, Jin fue el primero en acercarse a él

-Déjame ver la herida -dijo angustiado.

-No... Aún no, Orochi sigue ahí y no puedo... Quedarme aquí sin hacer algo -respondió débilmente, se ve agotado.

Keitaro se puso de pie y Jin pudo ver la herida: la piedra que lanzó Orochi había destrozado su piel y parte del músculo provocando un sangrado incesante. A pesar de eso, Keitaro se mantiene firme y determinado en seguir adelante para terminar su labor y derrotar a Orochi

-Esto es trabajo de Susanoo, él mismo dijo que le pondrá fin -añadió Tomoe.

Keitaro la ignoró y miró a Orochi, la deidad le devolvió la mirada; sus ojos carmesí estremecen su espíritu. Es verdad el hecho de que ambos se convertían en un mismo ser, haciendo que Keitaro se viera tentado y caminara al campo de batalla. Todos los presentes intentaban detenerlo, pero fue en vano, ya que no podían mirar a Orochi a los ojos.

Susanoo lo miró extrañado porque los ojos de su campeón habían cambiado: ahora son totalmente dorados. Entonces, contempló a Orochi enfadado por lo que le hizo a Keitaro

-Oh, ya te lo había dicho, él es mi campeón -remarcó Orochi.

Susanoo no dudó en atacar usando ventiscas tan intensas que sacudían la aldea cercana y relámpagos que tronaban el cielo, pero rebotaban en las escamas de Orochi. Entonces, usando sus ocho cabezas, exhaló vapor dorado, creando una neblina tan densa que ya no pudo ver a sus enemigos

-Ataca... La cola -susurró Keitaro a Susanoo-. Yo me encargo de las cabezas.

Susanoo se esclareció, cuando lo derrotó la primera vez, le había sacado el hueso de la cola y ahora tiene una larga cicatriz en la misma; es su punto débil. Susanoo invocó feroces tormentas eléctricas, oscureciendo el cielo, pero destaca el brillo de los rayos y los ojos azules de Susanoo, se movía a tal velocidad como la de los relámpagos para acercarse a Orochi y llegar a la cola, pero él no se la dejaría fácil.
Orochi empleaba sus ocho cabezas para intentar morder a Susanoo; una espectacular escena en la oscuridad, el brillo de ambas deidades resalta.

Cuando se disipó la neblina, Keitaro quedó de rodillas en el suelo; gran parte de su cuerpo quedó cubierto de escamas doradas. Sus compañeros purificadores se acercaron, preocupados por su estado

-Estás demente ¿Por qué dejaste que te infectara? -cuestionó Hideyoshi molesto.

La lluvia caía violentamente, un charco se había formado debajo de Keitaro y cada vez que un rayo iluminaba el cielo, su reflejo se mostraba en el agua. Veía a un purificador corrompido, ensangrentado e infectado con oro. Él ya no se reconoce

-¿Este es mi verdadero yo? Soy las consecuencias de mis acciones -se cuestionó en voz baja y tocó su prótesis. Entendió que si no fuera por aquella discusión con su padre, no vivirá con la pérdida de su pantorrilla.

Alzó la mirada hacia Orochi, ambas deidades seguían luchando, estaban a la par en cuanto a fuerza

-Si por fuera es tan duro, por dentro no lo sería, podríamos acabarlo -indicó Keitaro a sus compañeros.

-No será fácil entrar por una de sus bocas, aunque podemos debilitarlo, hay que utilizar el ritual del bastón -dijo Hideyoshi.

Keitaro se puso de pie y junto con los demás purificadores, hicieron el ritual cinco veces, pero apenas fue suficiente para que Orochi se debilite. Una de sus cabezas iba a morderlos, pero Ancestro volvió, se abalanzó sobre la cabeza de Orochi y sujetó su mandíbula con fuerza. No venía solo, Ancestro había regresado acompañado de bastantes yokai, incluyendo el tengu que ayudó con anterioridad.
Todos se abalanzaron a las patas delanteras de Orochi para distraerlo; a pesar de tener garras tan largas y afiladas como hoces, sus patas únicamente servían para mantener a Orochi de pie debido a su inmenso tamaño y peso. Los yokai mordían, cortaban y golpeaban a Orochi, distrayendo más cabezas de él.

Ojos de Yokai (+18) #PGP2024Where stories live. Discover now