Hermano sobreprotector

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TW: Autolesiones

- ¡Emil Steilsson! - aulló su hermanastro. - ¿¡Estás saliendo con tu amigo chino!?

Oh no. ¿Qué debía decir ahora? ¿Mentía? ¿La verdad? El islandés actuó sin pensar y asintió con la cabeza.

- ¿¡Y por qué no me lo has dicho!? - Mathias estaba haciendo señas de ayuda a Emil mientras su hermanastro le echaba la bronca. El danés aceptaba la relación de su cuñado, pero Lukas no. El de cabello plateado se quedó de piedra mirando fijamente a Lukas. - Vas a cortar con él. ¡Ahora mismo!

Quince minutos después el islandés entró a su habitación. Su hermano sobreprotector había cogido su móvil y le "había dejado las cosas claras a Leon". Llevaban menos de un mes saliendo y ya les habían descubierto. Lo primero que hizo al entrar fue suspirar. Tantas emociones metidas en un suspiro. Emil se sentía frustrado, su hermanastro no era nadie para obligarle a tomar acciones en su vida amorosa. Sólo tenía dos años más que él. Se sentía triste porque seguramente su ahora exnovio no le volvería a hablar por miedo a que Lukas le hiciera algo. El de cabello plateado estuvo estudiando toda la tarde. Después se tiró en la cama sin cenar. Lloró hasta que creía que se había quedado sin lágrimas y siguió llorando en silencio. No durmió nada esa noche.

Se despertó y fue obligado a desayunar por Tino. Este le intentó tranquilizar, decirle que todo estaba bien, pero no lo consiguió. Nada estaba bien. Obviamente sus amigos no vinieron a recogerle como otros días porque Lukas les había dejado claro que no se acercasen a su hermanito. Emil salió de su casa y fue a la secundaria. Notó que Leon le miraba mucho, pero no hablaba con él. En el recreo volvió a su banco. Tenía hasta polvo. Nadie se había sentado ahí en meses. Cuando salió de la secundaria le persiguieron los bullys y le dieron una fuerte paliza. No había nadie para salvarle esa vez. Llegó a su casa con sangre en la nariz, moratones en la cara y raspones por todo el cuerpo.

- ¡Hola Emil! - Tino puso los ojos como platos - ¿¡Tienes heridas otra vez!? - corrió a buscar el kit de primeros auxilios.

Le curó las heridas y el islandés se fue a su habitación a estudiar. ¿Y por qué no a ver el móvil? Porque estaba castigado. Su hermanastro le había quitado todo tipo de dispositivo con el que pudiera comunicarse con sus amigos.

La semana pasó lento. A Emil le pegaban palizas y esta vez no había nadie para parar eso. A su hermanastro parecía no importarle. No le quería ni hablar. Todos en la secundaria miraban mal al islandés, como si fuera un monstruo. Este creía que ya se habían acostumbrado a su presencia pero al parecer no. Se sentía como si hubiera llegado nuevo a la clase otra vez. No aguantaba más. Su vida no tenía sentido sin Leon, aunque a veces le costase admitirlo. Hizo algo de lo que probablemente se fuera a arrepentir más tarde. En su habitación se hizo cortes en los brazos. Nadie lo notó. No se podía explicar cómo se sentía. Autolesionarse está mal y Steilsson lo sabe, pero... Era una emoción nueva de satisfacción. El único que le hablaba era Tino y este era muy despistado y -según el islandés- indefenso.

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Dos semanas después de lo sucedido, Emil estaba sentado en su banco solitario del instituto. Le escocían los cortes, se había hecho nuevos. También tenía la cara llena de moratones por las palizas que le hacían los bullys. A nadie le importaba. Llegó Leon corriendo y le agarró de los brazos repentinamente. El islandés casi se cae del banco y su exnovio le tuyo que sujetar para que no se cayese.

- ¡Emil! - sólo con ese grito, el nombrado supo que estaba enfadado. Leon le subió las mangas a la chaqueta del islandés y se encontró con los cortes. - ¿¡Por qué has hecho esto!?

Sin importarle la gente de alrededor, el de cabello plateado posó su cara en el pecho de su exnovio y rompió en llanto. Este le acarició la espalda para que se pudiera calmar un poco, aunque no tenía efecto. Quería hablar pero no se podía entender lo que decía porque estaba hiperventilando.

El trabajo de Biología // HongIceWhere stories live. Discover now