Capítulo 03

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Gemini lo empujó hacia Ford.

—Vosotros dos quedaos detrás.

Fourth no pretendía discutir, teniendo en cuenta el tamaño de la criatura que se aproximaba y el hecho de que su piel parecía estar hirviendo y echando humo. Vistiendo una capa negra que flotaba a su alrededor, ensombreciéndolo completamente, excepto por esos espeluznantes ojos rojos, fue por Gemini tan rápido que él apenas pudo distinguirlo.

Arremetieron uno contra el otro.

Gemini hizo girar al demonio, que rodó y le disparó una bola de fuego. Él esquivó el fuego, luego echó su mano adelante, para reenviárselo a Smokey, el Demonio.

No funcionó.

El demonio se echó a reír.

—Pobre Gemini. ¿Tienes problemas?

—¿Para patearte el trasero, Kaiaphas? Nunca.

La capa se desvaneció. En la oscuridad, la piel hirviente del demonio se articuló como si fuera cuero. Su rostro mutó al de una gárgola, mientras que el algodón de su vestimenta se convertía en una lustrosa armadura negra, que se ajustaba a los musculosos contornos de su cuerpo. Sus ojos aún destellaban como brasas brillantes en el fuego.
Kaiaphas sacó una corta espada y la hizo girar alrededor de su cuerpo antes de atacar a Gemini, que esquivó la cuchilla. Una muñequera plateada apareció en su brazo, que no tenía el brazalete. Gemini la usó para desasir la cuchilla de las manos del demonio. Pero antes de que pudiera capturarla, Kaiaphas la atrapó en su mano izquierda e intentó apuñalarlo una vez más. Girando sobre sus talones, Gemini empujó al demonio. Kaiaphas trastabilló, reincorporándose de inmediato.

Kaiaphas se echó a reír.

—Has mejorado.

—Sí, los críos crecen eventualmente. —Gemini le lanzó un puntapié, pero Kaiaphas atrapó su pierna y le dio un tirón.

Gemini dio una voltereta en el aire para aterrizar de pie. Echó a correr tras el demonio y lo cogió a la altura de la cintura. Ambos cayeron hacia atrás, aún luchando.

Fourth quería correr, pero recordó, que mientras llevara el brazalete no podría alejarse demasiado sin provocar la muerte de ambos.

—Busca un arma —le susurró fuerte a Ford, al tiempo que se ponía a buscar una rama de árbol o algo que le sirviera para ayudar a Gemini a acabar con el demonio.

De pronto, Ford maldijo.

Fourth se giró a mirar a los combatientes, para ver que había causado tal reacción en Ford. En un abrir y cerrar de ojos, Kaiaphas hizo girar la espada en su mano y apuñaló a Gemini en el abdomen, atravesándolo de lado a lado.

Gemini emitió un jadeo. La sangre se juntaba alrededor de la empuñadura de la espada, fluyendo sobre la mano de Kaiaphas.

El demonio se rio.

—Parece que tus habilidades no han mejorado lo suficiente, ¿eh? —Luego le dio un cabezazo a Gemini. El golpe hizo tambalear hacia atrás a Gemini, y la espada salió despedida de su cuerpo.
Cayó al suelo de rodillas, mientras Kaiaphas elevaba su espada para el golpe de gracia.

Fourth apretó los dientes, mientras revivía en su mente las muertes de su madre y su hermano menor. Un sentimiento de ira infundada lo sobrecogió, impidiéndole pensar racionalmente.

En ese momento, el demonio se convirtió en el foco de veinte años de frustración y desesperanza, a causa de un sistema legal que le había fallado. Y una rabia tan amarga, que casi podía saborearla. Pensando sólo en salvar a Gemini, Fourth cogió el spray pimienta del bolsillo de su abrigo y echó a correr hacia el demonio. Apartándolo de un empellón con toda su fuerza, contuvo el aliento y lo roció con el spray.

14 GeminiFourthOnde histórias criam vida. Descubra agora