Capítulo 16

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Pasaron varios días hasta que el martes llegó, detalle que Harry siempre esperaba con gusto pues los martes y jueves eran sus encuentros con Cédric, pero ese día justo después de la comida fue abordado por el Hufflepuff cuando iba con Hermione y Ron rumbo a la fuente del patio.

-Hola Harry ¿podemos hablar? Es algo sobre la siguiente prueba.

-Claro.

Cuando quedaron lo suficientemente lejos, Cédric miró discretamente que nadie los escuchara, luego le puso una mano en el hombro diciendo:

-Hoy no podremos vernos.

-Oh... vaya... -exclamó disimulando su desencanto.

-Tengo mucha tarea atrasada ¿te parece si nos vemos hasta el jueves?

-Claro, no te preocupes.

-Bien.

Cédric le sonrió y lo dejó para alcanzar a un grupo de compañeros que lo esperaban para después alejarse todos juntos.

-¿Te dijo algo de la prueba? –pregunto Ron intrigado acercándose.

-No, solo me pregunto si no sabía nada aun, algún rumor o algo.

-Oh que mal.

Esa tarde transcurrió entre clases y deberes hasta que llegó la hora de cenar y retirarse a sus casas, pero Harry estaba demasiado inquieto como para simplemente dormir, así que como siempre sigilosamente se escabulló de su habitación y se dirigió a los baños de los prefectos cuidándose de no encontrarse con nadie; sabía que Cédric no estaría ahí pero quería masturbarse y luego tomar un baño de tina, solo que dando la vuelta algo le hizo detenerse abruptamente y esconderse rápido.

-Eres un travieso... -dijo Cho Chang riendo mientras le daba un beso en la boca a Cédric, quien riendo también la abrazaba de la cintura al tiempo que con la otra mano abría la puerta de los baños.

Harry los miró entrar y cerrar la puerta desde su escondite y simplemente se quedó ahí un par de minutos sabedor de que los chicos no saldrían de ahí por un buen rato.

Suspiró mientras se daba la vuelta y miraba a su alrededor para ver que no hubiera nadie aunque de hecho sabia que a esas hora era raro que aun un prefecto anduviera por ahí, así que carraspeando inicio su camino de regreso pero no a su casa precisamente, sus pasos lo llevaron hasta la torre de astronomía en donde se sentó en el suelo recargado en la pared con la luz de la luna iluminando gran parte de la estancia... suspiró mirando al oscuro cielo y solo entonces se permitió sonreír, pero una sonrisa triste y llena de nostalgia, llevaba tanto tiempo con ese juego con Cédric que había olvidado cuales eran las reglas de todo aquello; sabía que Cédric no era suyo, que lo de ellos no era una relación sino un convenio y aunque se había asegurado de no enamorarse no podía negar que de cierta manera le quería, su corazón adolescente saltaba emocionado cada que esos ojos azules lo miraban dilatados cada que le hacía el amor que por un momento llego a pensar que Cédric pudiese ya sentir algo más que deseo por él.

-Qué tonto... -pensó abrazando sus rodillas mientras exhalaba un suspiro.

Y se dio cuenta de que de nuevo no tenía nada, amigos si obviamente, pero no era eso lo que él añoraba... deseaba algo más, algo propio y suyo por completo aunque ese simple pensamiento también se le hiciera tonto pues sabía que nadie era de nadie aunque fuesen algo más que amigos, pero aun así lo añoraba, aun así deseaba que alguien más solo lo mirara a él; pero a él y no al "Niño que vivió", alguien a quien contarle sus cosas pues aunque para eso estaban Hermione y Ron sentía que no era lo mismo.

Una cuestión de pelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora