Capítulo 4

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  -¡Yo no le he hecho nada a absolutamente a nadie!

Blaise solo se alzó de hombros mientras Draco se tocaba la larga cola.

-Oye Draco ¿y ves bien con ese ojo amarillo? –pregunto Goyle.

-Pues sí, creo que si –respondio tapándose un ojo y luego el otro.

-Bueno, en lo que descubren que pasa voy a bañarme –dijo Crabbe tomando una toalla y dirigiéndose al baño- no tardan en servir el desayuno.

-Es cierto –añadió Goyle haciendo lo mismo.

-Pues yo no puedo salir así, se van a reír de mi –dijo angustiado- acepto que pueda ser una broma de mal gusto de no sé quien pero ¿Cuánto durará?

-Lo bueno es que es domingo y no vamos a clases, tienes todo el día para averiguar que pasó- dijo Blaise.

-¿Pero cómo? Yo no saldré así.

-Pues no sé, solo queda esperar.

-¿Y si no se quitan para mañana?

-Tendrás que ir a la enfermería.

-¡No!... no pienso poner un pie fuera así.

Tomo su varita y de nueva cuenta intentó romper el hechizo mientras Blaise también se metía a bañar y cuando ya casi estaban listos Pansy tocó la puerta.

-Hey ¿ya están listos?

-Adelan...

-¡No! ¡Se va a reír de mí!

-¿Y? de todos modos te verá –respondio Blaise- pasa Pansy.

-¡No, al menos espera a que me ponga pantalones!

Su compañera de casa esperó un minuto y después entró muy campante.

-Draco ¿todavía estás en pijama? Mira que no te vamos a... -Draco se cruzó de brazos en espera de la inevitable carcajada, algo que efectivamente sucedió- ¿y eso? –Dijo sentándose junto a Blaise cuando acabó de reír- ¿es algún fetiche para alguna de tus novias?

-No –respondio malhumorado- no sé qué pasó, cuando desperté ya las tenía.

-¡Y tienes una cola, que lindo! –exclamó poniéndose las manos en las mejillas.

-¿¡Lindo!? –Respondio echándole ojos de pistola- ¡esto no tiene nada de lindo, es horrible, humillante y atroz!

-No seas dramático, solo tienes orejitas de gato, oye ¿y puedes ver bien con ese ojo amarillo?

-Sí.

-Bueno ¿ya nos vamos a desayunar?

-Yo no voy a salir así.

-Entonces te traeremos algo –dijo ella levantándose.

-¿Van a dejarme solo con esta desgracia?

-Igual seguirás teniendo orejas y cola si me quedo aquí con hambre –respondio Blaise camino a la puerta seguido por todos- te traeremos algo.

Cuando se quedó solo se sentó en su cama y recargó sus codos en sus rodillas y sus palmas en su barbilla, luego se levantó y fue de nuevo ante el espejo, observó sus orejas gatunas y para su sorpresa una se movió, por lo que haciendo el intento logró que se moviera de nuevo.

Una cuestión de pelosWhere stories live. Discover now