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Había llegado el dia, Jimin habia estado desde temprano repasando una y otra vez las cosas que se llevaría, se encontraba en su habitación con la maleta abierta verificando qué todo lo que necesitaría estuviera dentro, al verificar por milésima vez cerro aquella maleta y se recostó en la cama, ya estaba todo listo para ese día. No se podía sentir más nervioso, no iba a negar que tenia algo de miedo por lo que pudiera pasar ahí, pero el estaba seguro de que Yoongi no permitiría qué algo malo le pasara y mucho menos los padres de su amigo, tanto Jimin como sus padres tenían toda la confianza en la familia Min.

El castaño se levantó de la cama y miro aquel crucifijo mientras comenzaba a orar en voz baja, de está forma se sentía más tranquilo y su nerviosismo bajaba un poco.
Unos cuantos golpes en la puerta de su habitación fue lo que provocó qué detuviera su oración por un momento. Se levantó y se acercó en la puerta para poder abrirla viendo a su padre justo del otro lado.

—¿Ya estas listo? –pregunto su padre con una sonrisa en sus labios a lo que el menor asintió suavemente.

—Lo estoy desde hace un momento. –dijo mientras sonreía de vuelta.

—Me imaginó que estas emocionado por esto, ¿verdad? –pregunto y el castaño volvió a asentir. —Solo te voy a decir una cosa, si tu no te sientes bien en algún momento o no estas cómodo con alguna situación puedes decirle a los padres de Yoongi para que se comuniquen con nosotros ¿esta bien? –sonrió. —Iras a pasarla bien y espero que puedas conocer más personas que así como Yoongi te hagan sentir cómodo y feliz.

El menor asintió mientras se formaba una sonrisa en sus labios. —Si papá, no te preocupes, yo se que todo estará bien y me sentiré cómodo estando ahí. –murmuró. En verdad eso esperaba, trataba de decirse a si mismo aquello varias veces para converserse de que así sería, tenía Fé en que todo estaría bien.
Hubo un pequeño abrazo entre los dos cuando la voz de la madre de Jimin se escucho en la planta baja, llamando al menor, informamdole qué ya era hora de irse, puesto que recién había llegado la familia Min.

El menor tomo sus cosas y junto a su padre bajaron hasta la puerta, donde se despidio de cada uno de ellos, finalmente serían siete días en los cuales no podrían verse y eso era demasiado tiempo, nunca había estado tan lejos de sus padres por tantos días, sería algo extraño, pero no esta mal tener nuevas y buenas experiencias.

Después de despedirse subió sus cosas al auto y enseguida subió junto a Yoongi en los asientos traseros, comenzando así el pequeño viaje familiar a aquel lugar que seria completamente nuevo para Jimin.

Habían pasado recientemente unos cuantos minutos y su viaje era tranquilo, aun que el aura dentro del carro era un poco extraña, Yoongi estaba distante con él de nuevo, pero no entendía el porque, se suponía que los dos estaban felices por todo esto, en ocasiones era un poco difícil para Jimin poder saber lo que pasaba por la cabeza de su amigo.

Al ver por la ventana, el menor pudo ver que pasaban por su antiguo colegio, el cual estaba vacío, extrañaría estar ahi de nuevo, pero ya tenía sus planes hechos.
Volvió su mirada al frente y pudo ver que estaban pasando por ese lugar tan lindo que le gustaba ver por la ventana del aula todo los días, pasaban justo junto a esos grandes y bonitos árboles, los cuales se veían todavía más hermosos de cerca.

Había pasado un buen rato de camino y por fin el auto paró , al ver al rededor pudo ver unos cuantos autos más estacionados en el mismo lugar, aparentemente hay bastante gente a la que le interesa todo esto. El menor soltó un suspiro tratando de tranquilizarse, pero sus nervios eran aun más grandes que cualquier otra cosa. No sabía si estaba arrepintiendose de haber ido a ese lugar, pero finalmente ya era demasiado tarde como para dar marcha atrás.
Las puertas del auto comenzaron a abrirse y la voz de la señora Min fue lo que hizo que Jimin saliera de sus pensamientos.

—Jiminnie, es momento de salir ya. –susurro, a lo que el castaño sonrió apenado y abrió la puerta para salir del auto, tomo su maleta y camino junto a la familia.

Miraba el suelo mientras caminaba la mayor parte del tiempo, pero al alzar la mirada pudo ver aquel lugar. Una iglesia bastante grande algo desgastada casi llegando al punto de ser  algo aterradora estaba justo frente a él, no pudo evitar pasar saliva al ver esto, lo único que quería era salir de ahí lo antes posible, nisiquiera llevaba 2 minutos en ese lugar y ya quería irse, pero no diría nada, lo haría por su mejor amigo después de todo.

Toda la familia entro a aquel lugar oscuro y algo frío. Jimin caminaba por detrás de ellos mirando cada rincón del lugar. Sus ojos no se podían despegar de aquellas imágenes colgadas en las paredes, le daba escalofríos el aura que emanaba ese lugar.

—Pero si es la familia Min. –se escucho la voz de un hombre, una voz completamente nueva para los oídos del castaño.

—No podríamos faltar a esto, finalmente es el turno de nuestro pequeño YoonGi. –susurró la madre del pelinegro mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

—Tiene, razón. –se volvio a escuchar la voz de aquel hombre, pero esta vez un poco más cerca. —¿Cómo te sientes YoonGi?

—Nervioso... supongo. –se escucho la voz del pelinegro casi como un susurro.

Jimin por su parte había estado mirando al suelo desde que escucho aquella voz, por alguna razon se sintió algo intimidado al haberle escuchado, poco a poco fue subiendo su mirada, pasando por aquellos zapatos y pantalón de vestir color negro, llegando a esa camisa blanca manga larga y finalmente viendo el rostro de aquella persona que los estaba recibiendo.

—Tu debes ser Park Jimin ¿verdad? –se escucho nuevamente la voz de aquel hombre, mientras que el castaño por su parte no pudo evitar mirar su rostro.

Un hombre de cabellera castaña y con unos ojos que se entrecerraban por aquella gran sonrisa que formaban sus labios era quien estaba frente a ellos.

–S... Si, soy Park JiMin un gusto. –dijo el menor con un claro todo de nerviosismo en la voz mientras hacía una reverencia.

—El gusto es mio, JiMin. –respondió sin dejar de sonreír. —Te escuchas algo nervioso, pero te voy a decir algo... —dijo mientras se acercaba un poco más a él y tomaba con ambas manos una de las suyas con calidez. —No deberías de estar nervioso, todos aquí son bienvenidos y más personas como tu. –suspiro.

Por alguna razón eso hizo sentir bien al menor, lo hizo sentir un poco más tranquilo, esperaba que todos fueran amables y al menos la primera persona que conoce lo es, eso le daba muchas expectativas de ese lugar.

—Que por cierto, que mal educado soy. –dijo apenado mientras soltaba con suavidad la mano del chico castaño. —Mi nombre es HoSeok y espero poder llevarnos bien antes de que pase todo. –susurró mientras su sonrisa poco a poco iba disminuyendo. —Pero ya basta de tanto blablabla y acompañenme a instalarlos en sus dormitorios. –la sonrisa volvió de nuevo a sus labios para después comenzar a caminar y ellos detrás suyo.

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⏰ Last updated: Jul 19, 2023 ⏰

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