CAPITULO XII: ¿Por qué me miente?

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Al día siguiente me levanté muy temprano, cuando bajé a la cocina la señora Margaret ya tenía listo el desayuno, me atendió con gran amabilidad como si yo fuera una hija suya.

Mientras yo desayunaba ella me platicó sobre su profesión, sobre como conoció a el señor Berry, y que los llevó a formar una familia como la que tienen.

Todo parecía tan convincente, tan dulce, todo sin una mancha de rencor u odio, solo amor y felicidad.

—Nos venimos a este lugar porque queríamos un cambio y porque el hospital donde trabaja Louis le queda más cerca viviendo aquí.

¿Qué?, lo que ella me estaba contado no encaja con lo que Steven dijo cuando Rafe le preguntó la razón por la que se mudaron.

«Por el trabajo de mi padre, queríamos estar un poco alejados de la empresa donde trabaja»

—¿Siempre ha trabajado en el mismo hospital? —cuestioné, la curiosidad se estaba apoderando de mis pensamientos.

—Si, desde antes que nos casamos —la alegría en su rostro ante el recuerdo se hizo notable.

«—¿Qué no tu papá es doctor?...
[…]
—Oh, si, es doctor pero... Antes trabajaba en una empresa »

¿Steven mintió?, ¿Por qué mentiría?.

Al pensar en Steven me hizo recordar el beso que se dio una noche antes con mi prima.

Me puse de pie, porque no quería mirarlo y sabía que pronto él se despertaría.

—Gracias por el desayuno, tengo que irme.

—¿A la escuela?.

—No, hoy no tendremos clases por el clima.

—Es mejor así, porque no toleraría que hicieran lo mismo que ayer.

Le mostré una mirada tímida.

Salí rápidamente de la casa, y me dirigí a la mía.

Todo el día estaría sola en casa.

Me gusta estar sola, puedo hacer lo que yo quiera sin necesidad de que nadie me moleste, o me interrumpa en lo que hago.

Cuando entré a mi casa pude solo percibir el silencio, observé todo con detenimiento, todas las cosas estáticas sin ninguna utilidad, aún no puedo entender la razón por la cual mi padre hizo una casa tan grande para solo dos personas.

Subí a mi habitación, miré con una sonrisa al pequeño cojín de Leonardo Di Caprio que estaba en mi cama.

Me quité la ropa que traía puesta desde un día antes y me metí a la ducha, me dejé caer en la tina, dejando que el agua callera sobre mi.

Mi mente solo me permitía pensar en lo de Steven en ese momento estaba muy aturdida por todo lo que había pasado con Isabella.

Steven no me gustaba, pero sentía que él era parte de mi vida, no como algo romántico y no eran celos porque él me gustara, sino que toda mi vida los amigos que he tenido me han cambiado por Isabella, entre ellas Sandi, era mi amiga de pequeña, un día dejó de visitarme y no supe la razón solo de pronto se volvió mejor amiga de mi prima, y lo sigue siendo hasta la fecha, me daba miedo que sucediera lo mismo con Steven. Que cambiara la amistad que ya teníamos por una amistad o relación con Isabella. Aunque lo comprendo ella es realmente impresionante, no la envidio para nada, es talentosa y muy hermosa.

Yo no soy el tipo de chica por la que un chico se derrite. En realidad no de si sea tan atractiva como para que alguien guste de mi. Bonita soy, pero no se que tanto.

Demasiado Cerca De Las EstrellasWhere stories live. Discover now