Bienvenida.

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______ Pov:
     
          
Estaba plácidamente dormida hasta que escucho la alarma. Me dí vuelta para poder apagarla.

7 AM de la mañana. Mierda. No quiero levantarme.

Después de estar 5 minutos más acostada, y casi dormirme, terminé por levantarme. No quería un regaño del Capitán.

Fuí al baño a hacer todo el higiene personal y mis necesidades.

Hoy tocaba entrenar boxeo, así que me puse ropa cómoda para poder entrenar después.

Fuí hasta la puerta y salí. Frente a mí, Kate también estaba saliendo de su habitación. Tenía un atuendo bastante particular, más ajustado que los anteriores, haciendo resaltar su lindo cuerpo.

Ella se dió vuelta y al verme se asustó.

—Que susto —puso una mano en su pecho. Reí leve.

—Creo que asustarte se ha vuelto mi hobbie —rodó los ojos intentando disimular su sonrisa— Buen día Bishop —sonreí leve.

—Buenos días ______ —saludó con una sonrisa— ¿Cómo estás? —preguntó empezando a caminar. Yo la seguí.

—Muy bien —volteé a verla y ella igual. Su sonrisa volvió a aparecer—. ¿Y tú? —pregunté interesada.

Su sonrisa se había hecho más grande, ¿Cómo era eso posible?

—Muy bien también, gracias —dijo mientras entraba al ascensor y tocaba el botón para ir a la sala.

- ¿Gracias? ¿Por qué? —la miré.

—Por preguntar —sonrió y yo me quedé viendo su dulce sonrisa. Una sonrisa sincera, tierna y perfecta—. Estás mejorando mucho —sonreí después de escuchar sus últimas palabras, me gustaba que notara el cambio que hice y me lo remarcara.

—Gracias —agradecí yo esta vez.

—¿Por qué? - preguntó confundida.

—Por ayudarme a cambiar —se me quedó viendo unos segundos y después se abalanzó a darme un abrazo. Tenía que estar un poco agachada para que pudiera pasar sus brazos por mi cuello, yo solo pasé mis brazos alrededor de su espalda.

—No tienes por qué agradecerme ______ —habló y sonreí más.

La sujeté fuerte y la levanté. Para no resbalarse de mis brazos ella enredó sus piernas alrededor de mi cintura.

—Claro que tengo que hacerlo —se separó un poco para mirarme.

—¿No te incómoda estar así? —preguntó un poco preocupada.

—Para nada, además, me estaba doliendo el cuello por estar agachada —sonreí y me pegó en el hombro, provocando mi risa.

—______ —la miré a los ojos—. ¿Vamos a hablar de los besos después? —lo dijo con unos nervios enormes. Sonreí.

—Lo haremos, ahora bajate que nos van a ver así y van a pensar otras cosas —dije mirando como estábamos por llegar.

—En especial Yelena —habló bajandose con una sonrisa.

Ella quedó a mi lado y se abrieron las puertas. Ya habían algunos en la mesa, cómo Yelena, que en cuanto nos vió salir juntas del ascensor se quedó con la boca abierta.

—Buenos días —saludamos Kate y yo al mismo tiempo.

—Sí, muy buenos ya veo —levantó las cejas mientras intercalaba la mirada entre la pelinegra y yo.

 Il Mio Sorriso Preferito - Kate BishopOù les histoires vivent. Découvrez maintenant