Il Mio Sorriso Preferito - Kate Bishop

Ciao Bella.

   
      
______ Pov:
   
    
Llevábamos aproximadamente media hora caminando en completo silencio.

Lo único que se podía escuchar era el canto de las aves y nuestros pasos en la carretera.

—Que aburrido —susurré mientras miraba hacia abajo.

—¿Dijiste algo? —preguntó la agente a mi lado.

Levanté mi vista para mirarla

—Esto es aburrido, además tengo hambre —patée una piedra frustrada.

—¿No desayunaste? —me estaba viendo con una ceja levantada.

—¿Sí? —ella levantó su otra ceja —. Bueno, no, no desayuné —volví a mirar hacia el frente.

—¿Por qué? ¿Era muy temprano para tí? - lo dijo con una especie de burla.

—No, en realidad no, solo que para mi estómago sí, no tenía hambre —patée otra piedra.

—Genial, yo no duermo y tú no comes —miró hacia el cielo frustrada.

—Ey no es mi culpa, tengo mis horarios —ví cómo volteaba los ojos, solo reí leve.

Seguimos unos cuantos metros más en silencio.

—¿Cuánto falta para llegar?

—A este paso tal vez lleguemos en una hora —miró su reloj.

Asentí y volvimos al silencio.

¿Qué estarían haciendo los chicos en el complejo? Tal vez estén desayunando. ¿Qué estarían comiendo? No lo sé, no quiero pensar en eso ahora, tengo mucha hambre.

¿Qué estaría haciendo Kate? Tal vez está jugando con Peter, o Yelena. ¿Le habrá gustado el libro que le dí? ¿Y si no lo lee? Nunca la escuché hablar sobre libros o esas cosas, quizás no le interese mucho. Tal vez me equivoqué en dárselo.
  
   
Kate Pov:
    
      
Estábamos todos sentados desayunando. Se sentía distinto, por lo menos para mí. Me molestaba no sentir su presencia.

—¿Cómo le estará yendo a ______ en la misión? —escuché que preguntó Clint.

—No lo sé, y no creo que puedan comunicarse mucho con nosotros para informarnos —contestó el Capitán.

—Tienes razón. Pero conociendo a ______, sé que va a salir todo bien, además, está con la agente Hill, será de mucha ayuda para ella —recalcó el arquero.

—¿Tú crees? No las ví hablar muchas veces.

—No tienen que ser amigas para ayudarse, son demasiado profesionales para poder comunicarse.

No voy a negar que me moría de celos por María. ¿Qué tal si aprovecha que ahora están solas? ¿Y si ______ se deja llevar? Tal vez cuando vuelva ya no va a ser lo mismo.

—¿En qué tanto piensas cabezota? - escuché a mi lado a Yelena.

Volteé a verla.

—No nada, solo estaba pensando, en...ya sabes —hice un mueca.

—Sí, no sé para qué pregunto, era obvio —le dí un golpe suave en el hombro. Rió en voz baja.

—Ya, es que, ¿Qué tal si cuando vuelve es todo distinto?

—¿A qué te refieres?

—No sé, ¿Y si tal vez pasa algo con María?

—¿En serio estás así por eso? —asentí y ella puso una mano en su frente—. Kate, eres la chica más linda y adorable que pudo haber encontrado ______, y tal vez la más tonta también —la miré mal y sonrió—. Ya, en serio, solo tienes que darte cuenta de cómo te mira cuando desayunas —la miré confundida—. ¿Así toda despeinada y con cara de muerta? —revolvió mi pelo—. Te mira como si fueras lo más hermoso del mundo —se levantó junto con su plato, dejándome con una sonrisa de oreja a oreja, la cual traté de disimular tomando de mi jugo.