Bellissimo

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Kate Pov:
  
  
Salimos del edificio, ya estábamos en la vereda. Ella estaba tan concentrada mirando los edificios que seguramente olvidó que estábamos sujetadas de las manos. Pero esa era mi menor preocupación. Sus ojos brillaban, tenía una sonrisa encantadora. Miraba a todos lados sorprendida.

Yo solo la miraba, hasta que volteó a verme aún con su sonrisa.

—Esto es increíble Kate —volvió a mirar hacia el frente.

—Estamos en el centro de la ciudad, hay mucho tránsito y muchas personas, saliendo y entrando de su trabajo —dije señalando a algunas personas que pasaban apresuradas a nuestro lado.

—Lo noté, no dan ni un segundo por perdido —veía a cada persona que cruzaba al lado suyo—. Es tan distinto e igual a la vez —volteó a verme.

—¿Ya habías estado en Nueva York? —pregunté curiosa.

—Sí, vine a vivir a esta ciudad a los 10 años y viví aquí hasta que... —ví como tensó la mandíbula y se ponía seria. Apreté su mano para que entendiera que no hacía falta seguir contando.

Seguimos caminando unos segundos y decidí romper el silencio.

—Dijiste que viniste a vivir aquí a los 10 años, ¿De dónde eres? —la miré con una leve sonrisa. Volteó a verme.

—Italia, Roma —abrí los ojos sorprendida y rió leve. Que linda risa.

—Hablas muy bien español —sonreí.

—Gracias bellissimo (linda) —dijo con una sonrisa y con un acento italiano bien marcado. No le había entendido así que solo reí leve.

—¿Qué? —pregunté confundida, fruncí el ceño aún con una sonrisa.

—Nada importante —dijo mirando hacia el frente.

—Oh vamos, dime algo más en italiano —pedí mientas movía nuestras manos hacia adelante y hacia atrás haciéndola reír.

Ella me miró de vuelta con una sonrisa.

Sei una bambina (Eres una niña) —rió leve mientras negaba con la cabeza, levanté las cejas para que continuara—. Mi piacciono i tuoi capelli (Me gusta tu pelo) —se encogió de hombros.

No entendía nada de lo que decía, pero me importaba poco, solo quería escucharla hablar en su idioma natal.
  
    
______ Pov:
  
     
—¿Vas a enseñarme a hablar italiano si te quedas? —preguntó emocionada con una sonrisa.

—Mmh no sé, no sé si me voy a quedar Bishop —hice una mueca y miré hacia el frente.

—¿Por qué? —preguntó mientras parabamos en una esquina esperando a que cruzaran los autos.

—Recién es mi segundo día aquí, es demasiado rápido para tener una respuesta —volvimos a caminar.

—Te entiendo, pero si te quedas no te vas a salvar, me vas a tener que enseñar —dijo mientras se encogía de hombros con una sonrisa.

Volteé a verla y ella hizo lo mismo.

—Okey, te voy a enseñar —sonreí leve y ví como sus ojos brillaron. Estaba emocionada, emocionada porque le iba a enseñar a hablar Italiano, mi idioma natal.

Seguimos caminando una media hora más, Bishop me contaba la historia de monumentos o tiendas que nos cruzabamos, me sorprendió el que supiera tanto. Yo solo la escuchaba contar emocionada, movía las manos mientras lo hacía y eran gestos que me causaban risa. Pero hacía lo posible por no reírme en su cara, no quería que se sintiera mal pensando que me burlaba.

 Il Mio Sorriso Preferito - Kate BishopWhere stories live. Discover now