Lo siento

498 34 4
                                    

______ Kate:

Estamos todos ordenando la mesa para almorzar, excepto ______.

Estos días se ha quedado mucho más tiempo entrenando, para ser exactos desde el día en que Yelena y Natasha llegaron discutiendo y diciendo que la única capacitada para su misión era ______.

Ella le ha insistido a Steve y a Clint para quedarse más horas ejercitando, practicando tiro y boxeo. Al principio se negaron, pero después de tanta insistencia, cedieron.

Según escuché, Natasha no cree que esté lo suficientemente bien mentalmente para la misión, pero es todo lo contrario de acuerdo a lo físico. Seguro eso a ella le debe joder bastante, sabiendo lo egocéntrica y competitiva que es.

—¿______ sigue en el gimnasio? —preguntó Clint.

—Sí, parece que no conoce la palabra "cansancio" —contestó Steve, todos rieron un poco.

—Kate, ¿Puedes ir a buscarla? —preguntó Tony. Abrí los ojos

—¿Yo? —pregunté señalándome.

—No, tú no tonta, la otra Kate invisible —habló Yelena sarcástica, todos volvieron a reír y yo la miré mal.

—Sí Kate, por favor sácala de ahí _pidió Wanda con una sonrisa amable.

—Claro, ya vuelvo —dije levantándome, Yelena me guiñó un ojo y yo rodeé los míos. Salí de ahí en dirección al ascensor.

Entré y pulsé el botón del piso correspondiente al gimnasio. El ascensor empezó a bajar, al minuto las puertas se abrieron, salí y me dirigí a mi destino.

Entré y todo estaba en silencio. Ví las máquinas, ahí no estaba, no se escuchaban disparos, así que tampoco estaba en el campo de tiro. Me acerqué lentamente al ring, a mi mente vinieron los recuerdos de la pelea de ______ y Clint en su primer entrenamiento. Cómo le daba golpes con una seguridad impresionante, cómo lo derribó, la mirada fría que le dió después de recibir su puñetazo. Hubiera preferido el infierno antes que esa mirada.

—¿Qué haces aquí Bishop? —preguntaron detrás de mí.

Grité asustada. Escuché como empezaba a reírse descontrolada, volteé a verla.

—¿Eres estúpida? —le pegué en el brazo, ella ni se inmutó.

—Tal vez Bishop, pero no respondiste, ¿Qué haces aquí? —preguntó mientras ponía las manos en su cadera. En ese instante me percaté de que solamente tenía un top y un short. En sus manos llevaba vendas, lo que significa que seguro estaba usando las barras—. Tierra llamando a Bishop —chasqueó los dedos frente a mí.

Sacudí la cabeza saliendo del trance del cuál ella era protagonista.

—Vine a buscarte —me crucé de brazos, ella sonrió, ¿Por qué sonríe?—. Vamos a almorzar —avisé empezando a caminar.

—Me tengo que dar un baño —habló caminando a mi lado.

—No, nadie va a esperar a que te bañes ______ —contesté mirándola.

—¿Tú tampoco? —preguntó levantando las cejas.

—No, me estoy muriendo de hambre —me quejé, llegamos al ascensor y entramos. Presioné el botón para volver a subir.

—Oh vamos, estoy toda sudada —se quejó moviendo sus manos, volteé a verla y se estaba mirando el abdomen con cara de asco.

Bajé mi vista hacia ese lugar de su cuerpo, el cual estaba muy bien marcado, una capa de sudor se apreciaba ahí mismo.

 Il Mio Sorriso Preferito - Kate BishopWhere stories live. Discover now