Capituló 14

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CON EXACTITUD NO sabían cuándo tiempo había esperado que los dos chicos llegaran, pero estaban seguros que ya habían tardado más de una hora y les preocupaba

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CON EXACTITUD NO sabían cuándo tiempo había esperado que los dos chicos llegaran, pero estaban seguros que ya habían tardado más de una hora y les preocupaba. Solamente era un piso más bajado de donde estaban, significaba que no debían de tardar tanto, solo era encontrar un teléfono y volver, tal vez golpear algunos zombis.

La mente de Ha-na no dejaba de pensar que algo malo les haya pasado, zombis mordían a sus amigos y ellos se habían trasformado. Ahora mismo lo único que podía pensar era en eso y deseaba ir a buscarlos por su cuenta, pero sabía que si eso pasaba los chicos se lo iban a prohibir, o, ella iba a ser mordida por algún zombi y se transformaría dejando a sus amigos y a su padre.

— ¡Ha-na! —alza su voz haciendo que Ha-na reaccionara. Woo-jin había estado nombrándola por más de un minuto—. ¿En qué pensabas?

— N-nada. ¿Qué pasa? —pregunta con una sonrisa—

— ¿Te encuentras bien? Después de lo sucedido  con... —se quedó callado algunos segundos—. Bueno, ya sabes.

— Creo que estoy bien —le responde—. ¿Y tú? Era tu amigo, debió de afectarte.

— Creo que siempre dolerá su pérdida. No solamente perdimos a Gyeong-su, también a Na-yeon y a la maestra.

Ha-na se quedó callada mirando a otro lado, ni siquiera podía decir que le dolía que Na-yeon y la maestra salieran sin saber que podían morir.

— ¡Su-hyeok! —Dae-su alza la voz llamando la atención de todos, voltearon a ver a la ventana viendo como el nombrado entra por la ventana sin problema—

— ¿Y Cheong-San? —pregunta On-jo—

Su-hyeok se quedó mirando a la nada y sin decir algo, On-jo se acercó a la ventana para ver si venía, pero volvió a meter la cabeza viendo a Su-hyeok.

— ¿Dónde está Cheong-san?

— Nos separamos en la oficina, pero estará bien.

— ¿Lo dejaste? —pregunta Dae-su— ¡Que mierda! —reclama molesto—

El pelinegro volteo a ver a Ha-na como miraba al suelo y una lagrima salía, se acercó a ella e iba a poner su mano en su hombro, pero ella se levanta de su silla y se aleja de su amigo.

— Lo lamentó, Ha-na —susurra el pelinegro observando cómo se alejaba de él poco a poco—

🧟‍♂️

Ya había pasado algunos minutos desde que Su-hyeok atravesó la ventana solo, sin Cheong-san. Sabía que el no lo hizo porque lo deseaba, pero le dolía saber que lo dejó.

Las chicas murmuraban si es que yo u On-jo teníamos alguna relación amorosa con Cheong-san, estupideces. Cheong-san y yo solo somos mejores amigos desde la infancia junto con Gyeong-su. Además a Cheong-san le atraía On-jo.

La única relación que tengo con Cheong-san es de mejores amigos y de hermanos, lo quiero como un hermano, y al saber que posiblemente ya no vuelva, duele.

— Ha-na —volteo a ver hacia arriba viendo a Su-hyeok con una pequeña sonrisa—. ¿Puedo? —pregunta señalando a un costado mío, solamente asentí con la cabeza—

— Perdón por lo sucedido de hace rato —volteo a ver a Su-hyeok apenada—

— Te prometí que iba a cuidar a Cheong-san, y no lo hice. Debo ser yo quien debo pedir perdón, Ha-na.

— Nunca debí hacer que me prometieras eso en primer lugar. Cheong-san se sabe cuidar mejor que nadie, si el té pidió que te fueras es porque el sabía que se iba a encontrar bien.

— Joon-yeong, ¿no dijiste que tú club de ciencias hacían drones? —pregunta On-jo haciendo que la miré—

— Si. ¿Quieres buscar a Cheong-san con el drone?

— ¿Se puede?

— Claro, pero se encuentra en el laboratorio.

— Iremos hasta haya.

— ¿Cómo? Está lleno de zombis.

— Por ahí —señala la escalera improvisada que hicimos—

— ¿Quieres que suba usando eso?

— En el laboratorio debe haber muchos zombis —habla Hyo Ryung—

— No habia ninguno en la sala de almacén. ¿verdad? –pregunta On-jo viendo a Joon-yeong—

— Si, es cierto, pero...

— Debemos encontrar a Cheong-san. Porque sabemos que nadie más irá a buscarlo. Entonces, ¿quien me ayuda?

Todos se quedaban en silencio, agachando su cabeza, nadie quería ir.

— Si —habla Nam-ra— Sería bueno que fuéramos por el dron. Encontraremos a Cheong-san y veremos cómo está haya afuera. Incluso podríamos enviar un mensaje para intentar pedir ayuda.

— Si, es una buena idea, pero, ¿quien va a ir? —pregunta Hyo Ryung—

— Yo iré —me levanto del suelo—. Mi padre me ha entrenado, me hizo meter a clases de bomberos en las vacaciones. Se que hacer.

— Yo iré —Dice Su-hyeok poniéndose a un lado mío—

— Ya fuiste a la oficina. No te pondrás de nuevo en riesgo.

— El dron aún no está termina, voy a necesitar algunas piezas. ¿creen que podrían traérmelas? —pregunta Joon-yeong mirándonos a los dos, ninguno respondió—. Yo soy el que debe ir. Acompañaré a Ha-na.

— ¡Oye, no! —habla Dae-su—. Esta vez lo voy hacer yo.

— No puedes hacerlo. No con ese cuerpo. La vas a romper —le explica Woo-jin—

— No se rompió cuando baje. Pero se romperá si subo, ¿no? —Woo-jin asintió a lo que dijo su mejor amigo—

— Seremos solo nosotros dos, Joon-yeong.

Estaba por acercarme a la ventana para empezar a subir, pero siento como me detienen tomándome de mi mano. Volteo a ver nuestras manos y  empecé a subir mi mirada viendo a Su-hyeok.

— Es muy peligroso, Ha-na. Debo ir yo —me le quede mirando algunos segundos para luego hacer que me suelte—

— Estaré bien. Tranquilo —sonrió intentando tranquilizarlo—

El primero en ir fue Joon-yeong y detrás de él fui yo, no voy a negar que estaba bastante asustada, pero lo estaba haciendo para encontrar a Cheong-san. Y para saber si es que afuera se pueda encontrar alguien quien nos pueda ayudar.

Joon-Yeong me empezó ayudar a entrar por la ventana y empezamos a entrar al almacén, empezamos a meter todo en una pequeña mochila que habíamos traído.

— ¿Ya tienes todo? —preguntó volteando a ver a Joon-yeong, el simplemente asintió con su cabeza—

Empecé a bajar con cuidado y seguido de mi me siguió Joon-yeong. Su-hyeok junto con Nam-es me ayudaron a entrar a la sala con cuidado, no querían que me cortara con los vidrios rotos de la ventana. Deje todo en la mesa y Joon-yeong empezó a terminar el dron.

Mal Momento - 𝐿𝑒𝑒 𝑆𝑢-ℎ𝑦𝑒𝑜𝑘Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora