Los sentimientos de Craig Tucker.

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Craig presentó junto con Tweek su proyecto a toda la clase. Por petición de Tweek fue Craig quien expuso el tema y fue Tweek el quien presentó el proyecto. Todo había salido bien ese día, excepto por una cosa.Berta miraba mucho a Tweek y Craig lo notaba.
Craig estaba sentado en su escritorio recibiendo las clases de matemáticas de su profesor, pero su cabeza no estaba en los casos de factorizacion. Su cabeza estaba con Tweek. Tweek estaba sentado frente de él con su espalda erguida y pelo mal peinado. Craig vio todo lo que quizá alguna vez no le llamó la atención. Su cabello brillaba muchísimo más cuando el sol le daba a un lado, como lo estaba haciendo ahora, Ya que estaban sentados cerca de la ventana. Craig notó la espalda discretamente ancha de Tweek y la apreció de donde estaba. Era varonil. Era atractiva. De pronto Tweek se giró a ver a su amigo.
- Craig...
Craig vio su cabello iluminado por un lado y su rostro. Ni siquiera entendió lo que le había dicho.
- ¿Qué?
Tweek sonrió de lado y eso a Craig lo terminó de perturbar.
- ¿Me ayudas con la clase de hoy? No entendí casi nada.
- Yo menos.
Dijo Craig mientras acostaba su cabeza en el escritorio. No soportaba verlo mas.
- ¿Te distrajiste?
- Algo así.
Fue lo que contestó ya molesto por estar en esa situación que no podía entender. Sintió que una mano se apoyaba en su cabeza despeinandolo y eso hizo que se levantara rápidamente haciendo que aquella mano se desprendiera de su cabello. Tweek y Craig se miraron asustados y el rubio extrañado preguntó
- ¿Qué sucede?
- Nada. Nada.
Dijo Craig al tratar de mantenerse tranquilo. Ese lunes, durante el almuerzo, Tweek se sentó junto con Berta y Craig se quedó viéndolos, ya que estaban sentados en la mesa de frente de él.
- Están saliendo ¿cierto?
Preguntó Kenny cuando se sentó alado de él junto con su bandeja de comida.
- Si.
Fue el único monosílabo que se digno a contestar. Lo el único que quiso decir porque sentía el pecho aun pesado.
Todos comían mientras Craig manoteaba su comida con el tenedor. No quiso comer. Nadie se dio cuenta de eso, pero para que él notara su tristeza, era suficiente.
El resto del día Craig fue ignorado por su mejor amigo. Llego el día martes y Craig hizo su rutina de siempre, jugaba, comía y conversaba con sus amigos. Su rutina seguía igual, su vida estaba igual, solo con una excepción, Tweek no formaba parte de su rutina.
El miércoles fue lo mismo. Craig asistió a clases y notó que cada día veía más y más juntos a Berta y Tweek. Y nadie notaba aun cuanto eso afectaba a Craig.
El
Jueves Craig miró a lo lejos a Tweek y a Berta cerca del casillero de ella mientras conversaban. Craig cerró su casillero y se fue al curso. Apenas entraron Craig se sentó en el puesto que daba hacia la ventana y Tweek se sentó atrás de él. Craig pensó que Tweek le diría algo, cualquier cosa, pero fue todo lo contrario. Tweek lo ignoró toda la hora de clases. Craig no se enojo ni se molestó por aquella situación, pero si se dio cuenta que en su pecho, aquella pesadez crecía cada vez mas, haciéndolo sentir impotente al no tener a su mejor amigo.
Fue el viernes que se dio cuenta lo mucho que extrañaba a Tweek. Lo extrañaba demasiado. Casi y sentía que no sabia que hacer respecto a lo que estaba pasando en su amistad.
Craig estaba parado afuera de la puerta del gimnasio, en donde en unos minutos empezaría el partido de basquetbol, Craig entró y se fue a las últimas bancas del público. Y sentado ahí, viendo a su mejor amigo jugar con mucha pasión en la cancha, al ver a Berta aplaudiendo los aros que anotaba y sentada muy cerca a él, donde estaban sentadas todas las enamoradas de los jugadores, Craig se sintió una mierda.
Craig sentía celos, sentía cosquillas en su estómago cuando veía la felicidad en el rostro de Tweek o su cuerpo saltar, sentía felicidad al ver los dos aros que metió y tristeza cuando miraba a Berta cuando los metía. Craig se sentía como una mierda.
Faltaban diez minutos de que juego termine y Craig sentía mil y un mariposas en el estomago. Se sentía un imbecil al ver sus sentimientos tan derrochados y se preguntaba mil veces porque se sentía así.
"Es solo Tweek. ¿Porque me siento así?"
El partido dio su fin y Craig había decidió hablar con Tweek sobre que se habían alejado o si todo estaba bien, ya que Tweek tampoco se había dado el tiempo para conversar con su mejor amigo. Craig se levantó y bajó los escalones para esperar a Tweek en la puerta para cuando el salga del vestidor. Una vez abajo, Craig vio algo que hizo que su corazón se hiciera como una bola de papel tan arrugado que no le permitiría respirar hasta llegar a su casa.
Tweek había bajado las escaleras y mientras lo hacía vio como Tweek iba a donde Berta y le decía algo. Todos felicitaban a Tweek y Kyle, pero Berta felicitó a Tweek de otra manera. Lo abrazó, Craig vio como Tweek sonreía con sus ojos cerrados y le devolvía el abrazo mucho mas fuerte. Tweek dejó de bajar escalones y se quedó congelado viendo aquella escena. Realmente vio la felicidad en el rostro de su amigo.
"Tweek"
Escuchó dentro de su cabeza mientras sentía que dejaba de respirar. Él bajó su mirada a sus pies y puso sus manos dentro de su chompa azul. Sintió un nudo que rasgaba su garganta.
Después de tres segundos así, él terminó de bajar las escaleras completamente y se fue.
Craig miraba sus pies cuando caminaba sin rumbo por SouthPark. Pensaba en mil cosas que terminaban relacionando a Tweek.
Pensaba en el primer día que lo conoció, y aunque era algo borroso en su memoria, aún podía sentir como ese día él lo consideró como su mejor amigo. Pensaba la primera vez que hizo una fiesta en su casa y él lo ayudo a invitar gente. Recordaba la vez que se había emborrachado hasta morir en su cama y como él cuido de Tweek para evitar que sus padres se enteraran. Craig caminaba sin rumbo recordando un montón de cosas.
Craig llegó a un lago cuando dieron las 6 de la tarde. Craig se sentó en una gran roca, veía el lago y suspiró.
Sus pies le dolían de tanto caminar, pero lo que mas le dolía era algo que no quería aceptar aun. Estaba enamorado.
Ahora entendía porque después de cada cita, o de cada cogida, buscaba a Tweek para solo pasar el rato. Nadie lo llenaba como él.
Tweek había sido su mejor amigo por años, había sido como su hermano y verlo ahora tan emocionado por alguien y tan enamorado por una chica le hacia caer en cuenta que estaba sintiendo celos.
Craig miraba el lago sin sentir que a su al rededor empezaba a garuar. Él trataba de recordar el día en que empezó a sentirse atraído por Tweek, pero no lo recordaba. Él hacía un gran esfuerzo en recordar cuando él empezó a sentirse así por Tweek, pero era inútil. No recordaba.
"Quizá... Siempre me sentí así, pero no lo reconocía"
Pensó y en ese momento empezó a llover a cántaros.
Craig llegó a su casa después de varias horas a fuera. Apenas Apareció por la puerta su madre lo tomó de los hombros y lo abrazó. Su padre lo vio escurriendo agua y le preguntó.
- ¿Donde estabas?
- Caminaba.
- Son las 12, tanto demoraste.
Craig se disculpó con sus padres y prometió no volver a perderse así. Cuando le preguntaron por donde había estado él contestó que solo había estado caminando y que no había pasado nada malo. Cuando preguntaron por el partido y que si Tweek estaba con él, Craig solo se limitó a contestar un seco.
- No.
Una vez en su cuarto. Se encerró bajo llave y se quedó parado en la oscuridad. Abrió su maleta y buscó su celular. El celular estaba apagado o dañado, no sabia, tampoco le importaba. Craig solo caminó hacia su cama y se acostó sin bañarse ni secarse. Esa noche Craig no durmió, solo se quedó viendo su ventana, la cual estaba siendo golpeada por grandes gotas de lluvia.
Bajo su fría ropa, bajo la oscuridad de su cuarto mezclada con la noche y el sonido ensordecedor de la lluvia golpeando su cuarto, Craig pensaba el todo lo que le estaba sucediendo y suspiró provocando que el frío de su cuerpo saliera por sus labios. Y por primera vez, en mucho tiempo, empezó a sollozar en silencio, finas lagrimas bajaron su rostro y se confundieron entre la sabana mojada que había debajo de su cabello.
"Tweek"
Pensó mientras sentía que el aire faltaba.
El resto del fin de semana pasó de esa manera acostado en su cuarto. Cansado y enojado con el mundo. Odiaba lo que sentía, se odiaba así mismo. Jamás pensó que sería de esa manera y peor aun, que lo relacionaría con la única persona del mundo que veía, no solo como un amigo, sino también como un hermano. Lo amaba, siempre lo supo, pero jamás pensó que de esa manera.
Llegó su tan temido lunes y Craig fue a clases una vez mas, sus hinchados ojos le palpitaban y la palidez de su rostro delataba cosas que no podía ocultar.
Hizo su rutina de siempre. Coger el bus, ir al colegio, coger sus libros del casillero, atender a clases, ir a almorzar y evitar, sin pena alguna, a Tweek. Apenas estuvo en su casillero, dispuesto a seguir con su día a día, Clyde lo vio y le dijo.
- Hiciste el deber de matemáticas, apenas lo entendí.
- No, no tuve tiempo.
Clyde, junto con Token, se quedaron sorprendidos por lo que Craig había dicho. Era algo que no se escuchaba de todos los días de un chico que estaba obsesionado con ellas.
- No te creo ¿en qué estabas ocupado?
- No importa. En el recreo lo hago.
Dijo mientras cerraba el casillero. Al entrar a clases se puso su abrigo azul ya que aquella mañana estaba helada. Se sentó cerca de la ventana y apenas pudo concentrarse en las clases. Toda la semana fue de esa manera. Nunca hablaron. Ni se miraron. Tweek en serio estaba enamorado y Craig hundido en pensamientos.
El viernes de aquella semana Wendy invitó a todos a su fiesta de cumpleaños de ese día. Ella lo dijo en plena clase, todos se emocionaron y afirmaron a ir, menos Craig quien no hizo caso alguno a aquella fiesta en el segundo que vio como Berta agarraba el brazo de Tweek y sonreía. Era obvio que iría. Juntos.
Craig estaba observando todo desde su escritorio y fue sacado de sus pensamientos cuando Stan le dijo en un susurro.
- No lo dejas de ver.
Craig regresó a ver a Stan y este le volvió a decir.
- No lo dejas de ver nunca.
Craig bajó la mirada a su cuaderno y vio que estaba en blanco.
- No lo veo a él.
- ¿Berta?
- Peor.
Respondió con cara de fastidio.
- Cuando quieras decirlo. Aquí estoy.
Dijo Stan ante la cara de serio de Craig. El timbre de que la hora de clase acababa sonó y todos fueron a sus casas ansiosos por dicha fiesta que según decían "sería la mejor de esa año"
Craig se fue con una cara de seriedad y su mente llena de preguntas. ¿Acaso Stan se había dado cuenta de lo que intentó ocultar?
"No, no lo hice tan llamativo"
Y era cierto. Todo el tiempo el intentó de parecer tranquilo y sereno respecto a las bromas que hacían todos de Tweek y Berta o cuando decían que ya ellos dos no eran tan cercanos. Craig evitaba siempre de pasar desapercibido con eso.
Él, aquel viernes, no tomó el bus, sino que se fue caminando tranquilamente hacia su casa. A veces pensaba que era una manera de despejar su mente antes de que fuera a enfrentar a su familia con temor de que les había fallado, como el único hijo varón de la casa.
Al llegar a su casa, entró como siempre. Serio y triste, pero con su mejor cara fingida para evitar preguntas. Apenas entró a su comedor vio lo que nunca esperaba. Vio a Tweek sentado en la mesa junto con su hermanita conversando y riendo. Ellos eran unidos.
- Tweek.
Dijo Craig sin poder evitar sentir esa sensación de tener los pulmones tan llenos de aire que evita expulsar. Respirar en ese momento le resultaba muy pesado.
- Craig. Dios te he tratado de localizar, pero nunca he podido.
- ¿No estudiamos en el mismo curso?
Preguntó cabreado El Niño de chompa azul oscura.
- Es que Berta...
- No te pregunté por ella.
Dijo interrumpiendo a Tweek. Sentía que la odiaba y la odiaba por todo lo que había desencadenado su llegada al colegio.
- Es un poco controladora.
- ¿Le molesta que sea tu amigo?
La hermana de Craig se levantó de la silla y dijo enojada que no molestara a Tweek, o al menos no en su presencia. Siempre lo defendía.
Una vez expulsada de su propio comedor por su hermano mayor Tweek continuó hablando.
- ¿Irás a la fiesta?
- No. Tengo tarea atrasada.
- Si escuché que le debes una tarea al profesor.
- Si.
Dijo mientras entraba a la cocina dejando su maleta en la mesa del comedor. Apenas entró bebió un vaso de agua mientras Tweek lo miraba de espaldas a él.
- Ella escuchó de tu reputación y ahora pienso que eres mala influencia.
Craig dejó de beber y sin verlo, le preguntó teniendo una respuesta.
- ¿Son novios?
Tweek demoró en responder.
- No. Yo quiero, pero ella aun no.
- ¿Te la has vacilado?
- No. Ella es muy creyente de que solo se puede besar a novios oficiales.
"Mojigata"
Pensó.
- Te extraño.
Dijo Tweek. Craig se giró y le dijo con una sonrisa de lado.
- ¿Te dan permiso para extrañarme?
Tweek se sentía nervioso, pero mas que nada mal por los rumores de un Craig depresivo. Aquellos rumores que le había dicho solo una persona, Stan.
- ¿Ocurrió algo contigo?
- No.
Dijo él volviendo a beber de su agua.
- Deberías ir entonces.
Craig se giró ignorándolo un poco más a su amigo. Tweek, al sentirse ignorado, caminó hacia donde Craig y volteándolo le dijo que debería ir a la fiesta con él y que no soportaba verlo así de mal. Craig solo pudo sentir la corta distancia que había dejado Tweek al acercársele de esa manera tan imprudente, propia de su mejor amigo.

BASÁNDONOS EN MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora