¿Acertijo?

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No recuerdo que pasó mucho después de eso. Recuerdo qué me susurró algo al oído y se fue, no se que me pasó, fuí a buscar una bebida para que se me bajara un poco los efectos del alcohol, paso lo que paso y...probablemente cambie de opinión y bebí demasiado. El hecho de que estaba en un lugar que no conocía y tenía mucha resaca no me tenía nada tranquilo. Traté de guardar la calma y me tome un momento para analizar lo que estaba pasando y en el lugar donde me encontraba, parecía ser un departamento por la estructura y el balcón que dejaba divisar la vista de la ciudad, el suelo era de mármol blanco al igual que la isla de cocina con la diferencia de ser mármol color negro, una sala de estar desordenada con varios contenedores de comida instantánea y latas de soda, no reconocí el lugar. No me había dado cuenta pero cuando lo hice me desespere en cuanto un nombre apareció como un anuncio de páginas ilegales en mi mente, Lara. No puedo creer que la olvidara, me levante tan rápido como pude lo cual fue un error en cuanto me empeze a marear. Estaba por caerme cuando unas manos un poco pequeñas me tomaron de los hombros.

-Tranquilo, tranquilo. Sientate, seguro estas afectado por la resaca, te volviste loco anoche -Hablo una voz femenina.

Reconocí esa voz, la escuche en alguna parte, pero en verdad me sentía mal y solo podía pensar y preguntarme en donde estaba lara.

-Lara... donde esta...-Expreso Damián con malestar y preocupación en su voz.

-Tranquilo Damián, ella esta bien, esta durmiendo en la habitación de huéspedes, anoche ambos bebieron demás y los traje a mi departamento, quizás no te acuerdes mucho de mi, pero soy Mónica, te eh visto varias veces en la biblioteca y en las gradas de el instituto.

Sabia quien era Mónica, era parte de el equipó de porristas de el instituto, una chica "importante", un poco engreída y problemática, bromista, de piel morena y rostro pequeño, nariz respingada, ojos oscuros y profundos, su cabello negro como el ébano y labios carnosos, un rostro digno de una chica con un estatus como el de ella, además de ser sumamente inteligente y analítica en literatura. Ella no me cae muy bien, sin embargo tuvo la amabilidad de traer a lara y a mi a su departamento estando en terribles condiciones, le debo una.

-Se que no te caigo muy bien, lo se por la forma en que me miras, no serás racista? O sigues enojado por lo del año antepasado? -Insinuo Mónica burlonamente.

-Que? No!, yo no soy racista, y no tiene nada que ver con eso-Nego Damian.

-Tonto estoy molestándote-Aclaró Mónica entre risas-Ten esto.

Mónica tomó una tableta de pastillas sobre la mesa llena de basura y me las extendió junto con un vaso de agua.

-Toma esto, te ayudara con la resaca.

-Gracias... Para ser tan importante eres algo desordenada, Monica.

-No me la paso mucho aquí, asi que mi primo aveces se queda a dormir una semana o dos.

-Este no es tu departamento? -Pregunto Damian confundido.

-Lo es, pero estoy mas en casa de mis padres, este me lo pago mi exnovio-Dijo orgullosa.

-Me es difícil creer que un chico universitario te pago un departamento.

-Entonces ya sabes que no fue un universitario-Sonrió y se levanto del sofa color gris en el que me dejo durmiendo.

Esa chica tiene problemas, pero ya que, todos los tenemos y solo me quedaba aceptar su hospitalidad. Ya había tenido problemas el año antepasado con ella cuando corrió el rumor de que yo estaba saliendo con una profesora solo porque me la pasaba mucho dentro del salón de inglés. Sufrí todo un año de burlas, por suerte tenía a lara apoyándome en todo momento y con el tiempo todos lo olvidaron. Tomé la pastilla y me recliné en el cómodo sofá relajando la cabeza en el espaldar. Y me quedé dormido.

Los Diarios de HelenaWhere stories live. Discover now