Segundo intento.

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Una vez Izuku y Katsuki terminaron de cenar, el chico se despidió y se retiró hacia su habitación. Había un gran sonrojo en el pecoso por hacer tales insinuaciones, y lo peor es que apenas era el primer intento del plan.

Antes de poder entrar vio al rubio aún con el guardia, el ambiente era tan tenso. Denki acercó su rostro al de dientes filosos y dejó un beso cerca de su labio, Kirishima se quedó estático y sonrojándose. 

Ambos soltaron una risa nerviosa y coqueta, sobre todo Denki. E Izuku sólo rezaba porque ya terminaran.

Pudo ver cómo el pelirrojo se empezaba a ir hacia el lado opuesto y su amigo se adentraba a la habitación. 

Una vez que el guardia se fue, salió de su escondite y fue directo hacia la puerta. Una vez entró vio a su amigo acostado en su propia cama suspirando como enamorado.

—¿Cómo te fue, Denki? —Preguntó divertido de la reacción de su amigo al pasar tanto tiempo con el pelirrojo. 

—¡Excelente, Izuku! Es tan tierno, y la tiene tan grande. No lo hemos hecho, pero lo manosee un poco y ¡Dios! Es como un sueño ese hombre. —Suspiró extasiado tan sólo de recordar el gran miembro del pelirrojo. 

—¡Ayy, Denki! No digas esas cosas. —Gritó avergonzado, sus mejillas completamente rojas. Colocó sus manos en su rostro para ocultarse. 

—No es para tanto, Izu. Hablando de... ¿cómo te fue con el demonio ese? —Preguntó curioso mientras ahora se sentaba. 

—Pues hice más o menos lo que me recomendaste, coquetee un poco con él y creo que le gustó —Si con gustar se refiere a que se burló de él es válido. —También me ayudó a cocinar y nos rozamos varias veces. Pero estuvimos platicando y así, fue lindo. —Terminó de contar sonrojado con sus ojos brillando. 

Denki se sorprendió pues nunca había visto esa mirada en su mejor amigo, sonrió divertido.

—¡Bien! Eso es un gran avance, aunque no esparciste tus líquidos en su cama, por lo que vamos al segundo intento. —Declaró sonriendo.

Izuku se coloró hasta las orejas. Sí dejó sus fluidos en la cama del Diablo.

.-.-.

Ya era de noche y el alma pecosa se fue de su habitación minutos antes, suspiró. 

Fue... extraño.

Pero acogedor de cierto modo.

Se recostó viendo ambos platos de comer en el mueble, ya mañana los bajaría.

No se arropó, era el infierno, por dios, hace un chingo de calor. Sólo se recostó en su almohada y se acomodó de lado dispuesto a dormir.

Sí, el Diablo duerme.

Estaba por dejarse llevar y dormir, pero al respirar le llegó un particular olor. Un olor que ha olido miles de veces.

Lujuria.

Sus ojos se abrieron en grande, sus pupilas dilatándose y rasgándose al instante. Olfateó más reconociendo el aroma natural del semen.

Y reconoció de quién era. 

Claro, el Diablo reconoce cada fluido de quien se ha masturbado. 

Sonrió emocionado, era el Diablo, cayó ante tal aroma.

Y más con el de alguien tan atrayente como el de Izuku Midoriya. 

Su miembro se alzó con interés, ese olor era como un afrodisiaco.

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⏰ Última actualización: Jul 24, 2023 ⏰

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Seduciendo al Diablo |Katsudeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora