No sabía lo que quería hacer, pero dejé que lo hiciera. Se acostó a mi lado, comenzó a darme besos excitantes en el cuello, me pasaba la lengua suavemente que hacía que me erizara. Me colocó un suave beso en mis carnosos labios, para luego empezar a bajarse su negro pantalón, cosa la cual me sorprendió bastante, el parecío notarlo, que soltó una risita. Estaba completamente nerviosa con esto, no sabía que hacer ni como reaccionar, pero el tenía todo bajo control, o eso parecía. Subió mi vestido con suavidad, al notar mi expresión se detuvo y se acercó a mi oído.

-¿Estas preparada?- me preguntó y yo asentí. Volvió al lugar donde estaba, procedió a terminar el trabajo que había dejado a medias, subió mi vestido completamente, para luego bajarme mis bragas, dejando que me viera todo, cerré mis pies, esa fue mi reacción, el frunció el ceño -Tranquila, Emel- tragué en seco, no me gustaba ese tonito, pero aún así dejé que lo hiciera. Agarró de mis rodillas, haciendo que ambas se separaran y me quedara con las piernas abiertas. Se acercó a mi, agachó su cabeza, procedió a dejar besos excitantes en mis muslos, pasaba su lengua suavemente, haciendome estremecer. Acercó su miembro hacía mi vagina pude sentir como estaba duro, su miembro entraba en mi interior suavemente, siendo sincera, me dolía, y bastante. Pude sentir como algo caliente recorría mis muslos, suponía que eso sería la sangre, y efectivamente, eso era -¿Te duele?- asentí, y el inició a hacerlo más despacio, hasta un punto que ya no me dolía, sino que lo disfrutaba.
Comenzó a hacerlo rápido, cosa que me gustaba demasiado, su miembro me penetraba, podía notar la perversión en su rostro. Verlo así, me excitaba. Me agarró de mis caderas para aumetar la velocidad. El sonreía cada vez que soltaba un gemido con su nombre, al parecer eso le gustaba, y yo no podía evitar hacerlo.

-Osman- gemí, la voz que se crea cuando gimes es inreconocible. La cama estaba empapada completamente gracias a mi, eso me hacía sonrojar, literal mi cara estaba completamente roja mientras follabamos. El dejó de penetrarme, para colocar su cara entre mis piernas, comenzó a utilizar su lengua en mi intimidad, la movía de varias formas, rápida y lenta, para había una que me gustaba más que la otra -Hazlo rápido- le dije entre jadeos el soltó una risita perversa, cosa que me gustaba que hiciera.

Llegó un momento que ambos nos casamos y decidimos detenernos. Me quedé acostada boca arriba mirando el techo de madera, el a mi lado con sus ojos puestos en mi. Podía notarlo, aunque me hacía la que no. Hace más o menos 5 minutos había dejado de ser virgen.

Emel del pasado no se lo creería

Definitivamente, no.

^^^^

Estábamos reunidos en la cabaña, Joshua,Las Pelirojas, Isa, Osman y yo. No se el motivo pero parecía grave, por la prisa del tal Joshua, se veía bastante alterado, cosa que me daba gracia y mi yo interior se burlaba de el.

-Ya nos puedes decir que es lo que pasa- protestó Osman ya que Joshua solo sabía dar vueltas alrededor de la cabaña con sus dos manos en su nuca.

-Han secuestrado a mi prima-

No sabía que tenía una prima.

Ve apuntando a las cosas que no sabíamos

-¿Que?- dijo sorprendida Ceylan.

-Mi familia y yo no sabemos que hacer- subo una ceja.

-Son mafiosos ¿Como no van a saber?- el me miraba con el ceño fruncido.

-¿Como quieres que sepamos quien secuestró a mi prima si ni siquiera hay pistas?- solté una risita -¿De que te ríes?- me metí a la pequeña habitación que tenía dentro de la cabaña, siempre la tenía cerrada con llave para que nadie pudiera entrar. Detrás de mi cerré la puerta para que nadie viera lo que se encontraba adentro, me puse a buscae mi kit de criminalista ¿Ustedes no tienen uno? Pos yo sí, antes de enterarme de que era mafiosa, tenía uno para practicar, ya que mi sueño era ser criminalista cuando mayor.

Una joven Mafiosa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora