CAPITULO 11

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Gulf podía no creerle, pero él era hermoso. Incluso en el tiempo que pensaba que odiaba al hombre, había estado cautivado por él, atraído por él, desesperado por tenerlo. Incluso en ese entonces.

Ahora, ahora él se veía incluso mejor. ¿Cómo no podía estarlo cuando él estaba llevando el hijo de Mew? Él era hermoso. Siempre lo sería. Eso era la realidad.

Especialmente mientras hacía círculos con sus caderas, sus labios rosas totalmente abiertos mientras jadeaba y suspiraba, empujando contra la pelvis de Mew, tratando de empujar la polla de Mew más profundo en su interior.

Y se sentía maravilloso cuando Gulf hacía eso.

―Justo así, bebé, sí.— Mew gimió, empujando para acompañar los movimientos de Gulf, empujando su polla tan profundo como podía en el calor de Gulf.

Y eso era muy bueno.

Mew se sujetó fuertemente la pierna de Gulf con su mano libre, usando la otra para sostenerse mientras empujaba adelante y atrás, profundamente en el agujero de su amante.

Él le extendió ampliamente, reclamándole para él. Ningún otro hombre podía estar aquí porque Gulf le pertenecía, y Gulf lo sabía.

Mew sintió su orgasmo justo ahí. Sus bolas estaban apretadas y sus pies agarrotados con la urgencia de resistir, de retenerlo, pero su cuerpo podía solo contener gran parte de ese placer. Él trató, Dios, él lo intentó, pero entonces Mew gimió, sus empujes se volvieron más duros, más rápidos.

Gulf dejó salir un grito de sorpresa mientras él casi era empujado hacia afuera con este nuevo ritmo más duro.

Mew lo sostuvo fuertemente. Incluso en la agonía del placer, él no quería causar ningún daño a su compañero.

Y luego Gulf estaba gimiendo con él. —Sí, dentro de mí, córrete dentro de mí. Joder.

Él maldijo y gimió y maldijo algo más. Mew se preguntó si Gulf sabía lo boca sucia que era cuando él estaba disfrutando en la cama. Eso era parte de su atractivo, por supuesto.

Mew, en su mayor parte, permaneció duro por un tiempo después de su orgasmo. El usó eso para ordeñarse a sí mismo, para sacar lo último de su placer mientras inclinaba sus caderas hacia delante, haciendo a Gulf montarle.

Y Gulf empujó sus caderas hacia abajo, fuerte, contra las de Mew. Su agujero exprimiendo la polla de Mew, sacando todo el placer y la incomodidad fuera de él, pero le gustaba esto.

―¿Te vas a correr otra vez?

Gulf asintió, sin poder decir nada mientras luchaba por respirar. Él se forzó a sí mismo a sostenerse sobre una mano mientras alcanzaba su polla.

Mew estaba impresionado. Gulf tenía una cantidad de equilibrio impresionante considerando cómo de grande estaba su vientre, y cómo él estaba continuamente moviendo sus caderas, haciendo círculos, empujándose contra la polla de Mew hasta que sus movimientos eran duros y bruscos. Él comenzó a actuar más por el instinto de alcanzar ese placer final que cualquier otra cosa, y Mew observó con placer como su compañero abría su boca y suspiraba mientras se corría.

Mew vio como un chorro blanco-nacarado se disparaba desde la erección de Gulf y aterrizaba en su estómago, algo de ello incluso atravesó el montículo y llegó al pecho de Gulf.

Mew gruñó, su placer girando a casi dolor cuando el agujero de Gulf exprimió a Mew un poco demasiado fuerte.

Entonces se había terminado, y Gulf pareció perder toda la fuerza mientras luchaba por respirar.

―¡Guau!— dijo, sus brazos relajándose mientras se caía sobre el colchón.

Mew se rió de su compañero.

2-LA MASCOTA DE LEON-MewGulf(Serie:ALFAS MULTIMILLONARIOS)Where stories live. Discover now