just the way you are ━ oliver wood

03. Inicio del tercer año

─ ☆ ─

El tren pronto partiría, así que el cuarteto de oro comenzó a buscar algún asiento desocupado, pero por desgracia, todos estaban ocupados, excepto uno, en el que se encontraba un señor durmiendo.

Los cuatro se dieron una mirada para ver qué hacían y todos concordaron en que lo mejor era tomar ese compartimento para evitar quedarse sin uno.

Al entrar, todos pusieron sus pertenencias arriba de sus asientos en silencio para no despertar a aquel adulto dormido.

—¿Quién será él? —Preguntó Ron en un susurro, interrumpiendo el silencio que se había formado.

—Es el profesor R.J. Lupin —. Respondió Hermione cuando se acomodó en su asiento.

—¿Por qué sabes todo? —Preguntó a la castaña con fastidio. —¿Por qué lo sabe todo, Harry?

Con su nariz arrugada, Hermione respondió con obviedad. —Está escrito en su maleta, Ronald.

En ese momento, Ron deseó no haber preguntado eso porque se puso rojo de la vergüenza, ganándose una burla amistosa por parte de la pelirroja.

Cuando ya todos estaban acomodados, Emma y Harry comenzaron a contarles todo lo que sabían de aquel asesino suelto, logrando asustar a Hermione y confundir a Ron.

—Déjenme ver si entendí —. Interrumpió Ron con el ceño fruncido. —¿Sirius Black se escapó de Azkaban para perseguirlos?

Los mellizos asintieron.

—Pero lo van a atrapar, ¿no? — Preguntó la castaña hacia su mejor amiga, con preocupación. —Todo mundo está tras él. No creo que les haga nada.

—Seguro —. Afirmó Ron. —Aunque recuerda que nunca nadie se había escapado antes de Azkaban y el que se escapó es un asesino maniático peligroso —. Comentó con suspenso. —En conclusión, ya valieron queso.

—¡RON! —Lo regañó Hermione.

Con una mueca, Emma respondió con sarcasmo: —Gracias por los ánimos, Ron.

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A los minutos, el cuarteto de oro ya se encontraba dormido porque el viaje hacia Hogwarts siempre era tardío, pero uno por uno comenzó a despertarse al sentir que el tren frenaba de manera brusca.

—¿Por qué frenamos? —Preguntó Ron perezosamente. —Aún no hemos llegado.

Antes de que alguno pudiera reaccionar, las luces del tren se apagaron de inmediato. Incluso Emma podía jurar de que ahora en el tren se podía sentir una vibra sombría.

Cuando el cuarteto vio por la ventana, pudieron ver como esta se congelaba, permitiéndoles ver el reflejo de un ente con capucha negra.

Sintiendo escalofríos, Emma escuchó como abrían la puerta de su vagón dejándoles ver otro ente que se acercaba a ellos de manera lenta, pero amenazante.

La pelirroja pudo sentir como su mejor amiga le agarraba la mano mientras jadeaba con miedo.

En ese momento, Emma comenzó a sentir demasiada tristesa; justo como si de un sentimiento vacío se tratase. Al cerrar los ojos, ya no pudo hacer nada, porque lo único que sentía era una tristeza profunda y su vista ahora se había transformado en un fondo negro.

Antes de poder caer inconsciente, logró escuchar como una mujer gritaba de manera desgarradora... Y a los segundos, ella supo que se había desmayado.

─ ⊹ ─

—¡Emma! —Se escuchó a lo lejos. —Emma —. Volvió a escuchar.