— ¿Estás ocupado?— Tae se acercaba lentamente. Llevaba unos pantalones de pijama por encima de las rodillas, y una camiseta que le quedaba bastante desahogada.

— Estaba terminado de firmar unos papeles. ¿Necesitas algo?— Él estaba sorprendido, Tae nunca había ido hacia él por iniciativa propia. Tampoco a su despacho.

— Tal vez.— Dijo, pasando un dedo por el escritorio y dando la vuelta hasta quedar a su lado.

— Dime...— El aroma que desprendía de Tae no lo estaba ayudando ni un poco.— Dime en que te puedo ayudar.

Tae se recostó del escritorio. Atrajo hacia él papel que Jungkook estaba apunto de firmar.— Se ve importante.— Lo regresó, empujándolo con los dedos.

— ¿Taehyung? — ¿Su lobo?

— Necesito ayuda. ¿Puedes ayudarme?

— Claro. Dime qué necesitas.

Tae pasó un pie por encima de Jungkook, quedando sentando totalmente en el escritorio con el azabache entre sus piernas.

Jungkook dudó. Obviamente Taehyung no estaba siendo Taehyung. Su aroma no se sentía tan lejos como antes, y estaba actuando como... Lobo en celo. ¿Estaba teniendo un celo?

Tae alzó su pie y acarició el pecho del alfa con la punta del mismo. Jungkook lo sostuvo con su mano y besó su tobillo pero se reprendió rápidamente.

Sabía que Taehyung no estaba en sus cabales. El Tae que conocía no se entregaría a él, no aún.

Él no se aprovecharía de él estando en celo. El día que lo hiciera suyo, su lobo y su dueño deberán estar en total acuerdo de querer hacerlo.

— Taehyung, no. Basta— Intentó ponerse de pie, pero esta vez, Tae lo obligó a sentarse, sentándose en sus piernas. Jungkook apretó los brazos de la silla. Si llegaba a tocarlo, perdería la poca cordura que le quedaba.

— Te necesito. ¿Por qué no quieres ayudarme?— Acercó más sus caderas.

— Taehyung, no me la estás poniendo fácil.— Él tenía un buen dominio de sus emociones. Muchos omegas se le habían acercado expresamente estando en celo para provocarlo y obligarlo a ceder, pero nunca lo largaron, porqué Jungkook tenía buen autocontrol.

Pero con Taehyung se estaba esforzando al máximo. Estaba poniendo sus últimas fuerzas en no arrebatar contra él y devorarlo.

El castaño puso sus manos a cada lado de su cara. Acarició su mejilla.— ¿Es una cicatriz?— Jungkook tenía una pequeña cicatriz en su cachete izquierdo. Tae se acercó y la beso.— Es una hermosa cicatriz.

Siguió besando su rostro, hasta llegar a sus labios.— Te necesito, Alfa.— Tae hizo un mal movimiento con sus caderas que terminó detonando la locura contra la cual el azabache había luchado tanto.

— No puedo más.

Lo sostuvo de la cintura y se puso de pie. Cargándolo. Con una mano tiró al suelo todo lo que había en el escritorio y lo puso en encima.

Atacó directo a su cuello. Levantando la camiseta que el castaño llevaba. Subió hasta sus labios, y mordió su labio inferior.

Sus manos subían lentamente desde la cintura del castaño hasta uno de sus pezones, y lo pellizco. El castaño gimió en respuesta. Música para sus oídos.

— Si, por favor, más.

— Sabes tan delicioso que siento que terminare en un manicomio si no te hago mío.— Se detuvo.— Pero no hoy. No así.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Where stories live. Discover now