Capítulo 3: La razón por la que volví

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Dedicatoria: LadyNahiara15

Pueden poner la canción cuando vean esto ~> (*)

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Hoy me tocaba mudarme al departamento y no solo tenía un problema, el cual era mudar todo lo que conozco de mí hacia otro lugar, lo cual ya de por sí era tedioso, sino que también debía de enfrentar a mi mejor amigo y descubrir si él…

Suspiré, tratando de no pensar en que él podía ser mi alma gemela, porque no podía serlo. Lo quería, pero era imposible. Y el solo hecho de tener que enfrentarme a Theo y preguntarle si lo era, me resultaba estúpido.

Terminé de ordenar algunas cuantas cajas al auto de mi madre, para luego subirme e ir al fin a mudarme.

Al llegar Theo estaba en la puerta del edificio con Arwan y Devon a su lado.
Los observé a los tres, confundido, pero Theo sonrió en respuesta, girándose para también echarles una mirada.

—Insistieron en ayudarte —dijo en respuesta, adelantandose a mi pregunta, mientras los señalaba con su pulgar—. Les conté que tenías que ir a visitar a tu abuelo luego de mudarte.

Sonreí.

—Gracias —dije con completa sinceridad, mientras abría el baúl del auto y les señalaba mi sinfín de cajas.

La mayoría de ellas tenían libros que había leído y otros que había traducido, el resto eran cosas para mi moto y ropa.
Ellos empezaron a bajar una por una, hasta que en cuestión de minutos ya habíamos podido llevar cada caja a mi nueva habitación.

El lugar era espacioso y agradable, incluso con la cantidad de cosas que tenía para guardar.

Me lancé en mi cama, observando hacia el techo blanco, para luego recorrer con mi mirada el lugar, las paredes eran grises oscuras, y mientras la cama se encontraba en el centro, a los costados había un mueble y un escritorio que había traído Theo por mí antes de que me mudase. Por la pequeña ventana que tenía mi habitación, ingresaba la luminosidad del sol a duras penas, iluminando mi rostro, molestándolo.

—¿Qué opinas? —cuestionó Theo, recostándose en el colchón a mi lado, hundiendo al mismo con su peso. Él gimió en relajación.

—Está bien, mejor que mi dormitorio de dos por dos en mi antigua Universidad.

—¿Tu abuelo? ¿Está bien?

—Sí, fue un susto. Pero todo está bien, no deseo alejarme demasiado de él ahora que he vuelto.

Él rio y por un momento no pude evitar pensar en lo que había dicho mi madre la noche anterior, en que él podría ser mi alma gemela.

O sea, lo conozco desde que recuerdo.
¿Podría serlo?

—Theo —susurré, recostándome de costado para verlo. Ubiqué mi mano debajo de mi rostro para poder observarlo mejor.

—Dime —dijo, soltando su teléfono en el colchón, para colocarse de costado, poniendo toda su atención en mí.

—¿Recuerdas que ayer por la tarde actué extraño?

—Sí, pero solo pensé que había sucedido algo en tu casa y que por eso te habías ido tan deprisa.

—¿Seguro? —Dudé de aquella confirmación.

—¿Por qué mentiría? —refutó, hundiendo su entrecejo, casi molesto por la pregunta que le había hecho.

—Es que…, ayer he soñado con mi alma gemela, y no lo sé, mi madre me dio esta estúpida idea de que quizás esa persona también estaba durmiendo.

Un sueño indeseadoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang