Capitulo 30

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Al lunes siguiente, Jonh ya no estaba en el hospital. Llevaba una gran venda en la cabeza y necesitaba muletas para andar, a parte de tener el brazo derecho completamente cubierto por gasa blanca debido a las heridas que había sufrido y una pequeña férula en el meñique por una triste luxación. Estaba hecho un cromo, y por eso debía seguirlo a todos lados trajinando sus libros de una clase para otra.

La noche del incidente acabé quedándome con él hasta que llegaron sus padres. En algún punto de la velada Cage se había marchado y recliné la oferta que posteriormente me hicieron Deuce y Eva de llevarme a casa. Quería quedarme con Jonh el máximo tiempo posible. Incluso dormí en el hospital.

No es que me sintiera culpable, para nada, pues no fui yo la que emborrachó a Dany y le lanzó en una pelea que obviamente acabaría mal. Pero Jonh me había demostrado ser leal, y le debía el mismo trato.

No supe más de Cage en todo el fin de semana. Podía haber desaparecido y yo no me hubiera enterado. Tampoco había hablado con Dany, que me rehuía por los pasillos y observaba melancólicamente a Jonh desde su taquilla. Ella sí que se sentía culpable. La conocía de sobras para saber de que se trataba. Aún siendo una burbujeante abeja reina, Dany no dejaría atrás el buen corazón que le caracterizaba. Se sentía mal por haber provocado todo aquel embrollo y mucho más por dejar a mi amigo en aquel lamentable estado.

Conseguí que un compañero nos llevara a mi y a Jonh a casa, por lo menos, hasta que pudiera volver a coger la moto. La reinserción del lisiado en nuestro antiguo grupo de amigos había servido para algo, de modo que en aquella situación podía disfrutar de muchas más ayudas a parte de la mía y no lo rehuían como a un delincuente. Era todo un alivio.

Fue toda una sorpresa encontrarme con Cage a la entrada de mi casa. Había insistido en llevar primero a Jonh y que después me trajeran a mí, de modo que podía ayudarle a bajarse del coche, por lo que en aquel momento no estaba conmigo para quejarse. Me despedí del amigo que había cumplido el rol de chófer y me dirigí lentamente hacía el jinete, fingiendo despreocupadamente que no me había dado cuenta que estaba sentado justo delante de la puerta.

Tenía sentimientos encontrados por él. Por un lado lo odiaba por simplemente haberme dejado en el hospital y no haber vuelto a dirigirme la palabra en todo el fin de semana. Por otro lado, entendía que no manteníamos ningún tipo de relación y en algún momento le había dado a entender que no lo iba a perseguir.

No es que me preocupara o me molestara que hubiera pasado de mi después de perder la virginidad con él, sino por el hecho de fuera Cage. No tenía demasiado claro que sentía por el jinete, pero estaba del todo segura que cualquier cosa que hacía me afectaba. No del tipo dependiente, maniaco y acosador, más bien por el hecho de que últimamente toda acción suya parecía girar a mi alrededor.

Quizás era simplemente que me estaba volviendo una persona demasiado egocéntrica.

-¿Que haces aquí? -pregunté una vez frente a la puerta de casa.

Él se molestó a levantarse y me miró con aspecto algo abatido.

-Quería saber como estabas -contestó-. Le pregunté a Dany pero resulta que ahora solo habla con monosílabos.

Me sorprendió gratamente que supiera que era un monosílabo, pero ni eso ni lo que parecía una sincera preocupación lograron apaciguar mis demonios interiores.

-¿Ahora te interesa que es de mí? -espeté bruscamente mientras lo apartaba y abría la puerta de casa.

No tardé en darme cuenta que aquella no había sido la mejor respuesta.

-Maldita sea -me giré para encararlo de nuevo-, no sé ni porque digo esto, ya que no tienes ningún tipo de compromiso hacia mí, pero por algún motivo estoy extremadamente cabreada contigo, quizás sea el estado natural de nuestra relación, pero de verdad que... -solté todas aquellas palabras de un tirón, sin conexión alguna entre cada oración, y solo pude callar al ver como su cara pareció cambiar a una expresión de extrema culpa y confusión-. Mira, simplemente estoy frustrada porque me dejaste en el hospital y desapareciste sin decir nada.

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