Capitulo 29

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Cage no se podía creer el modo en que aquella increíble noche se había acabado. No se había gastado tanto dinero en una maldita habitación de hotel como para que acabara completamente desocupada. Esperaba pasar toda la noche junto a Livy, en aquella enorme cama; a ser posible, con otra fantástica ronda de aquel increíble sexo que habían compartido. Amanecer incluso junto a ella. Darse una ducha juntos. Desayunar por allí.

Pero aquel estúpido cuervo tenía que meterse en problemas. Y además, había arrastrado a Dany con él. Como le hubiera ocurrido algo a su hermana, lo iba a pagar.

Llegaron al hospital en poco tiempo. Livy le había obligado a vestirse en segundos y salir corriendo del hotel, aunque lo hubiera hecho incluso sin las constantes exigencias de su cosita dulce. Maldita sea, no debía haber dejado a Dany sola. ¿No le había jodidamente encargado a ZZ que cuidara de ella? ¿Que la vigilara?

Livy prácticamente saltó de la moto y entro corriendo en el gran edificio blanco. Preguntó en recepción por aquel estúpido cuervo. Les dieron indicaciones lo suficientemente claras, gracias a las cuales no tardaron en llegar a la planta en la que el cuervo había sido hospitalizado. Justo en la salita de espera estaba Dany, con un móvil que no era el suyo en las manos. Temblaba, y aunque había dejado de llorar, sus ojos seguían rojos.

Livy se precipitó hacia ella y, mientras Cage se acercaba también, pudo ver como su cosita dulce tomaba a su hermana por las manos y empezaba a hablar con ella aparentado cierta relajación. Mierda, eran tan amigas. Livy parecía capaz de hacer cualquier cosa por ella. Ella era así. A Livy se le daba bien tener amigos y preocuparse por ellos. Pero con Dany... Dany era superior a cualquiera de ellos. Seguramente le destrozaría perderle. Y a él le destrozaría verla destrozada.

-¿Se puede saber que ha pasado? -preguntó Cage una vez al lado de las dos chicas.

Dany levantó la cabeza al oírlo, justo antes de fruncir el ceño extrañada.

-¿Se puede saber que haces tu aquí?

Cage miró a Livy con miedo. ¿Que mierda podía contestar? No se le daba nada bien pensar bajo presión, y responder honestamente no parecía un buen plan.

-Necesitaba a alguien que me trajera -explicó Livy rápidamente, salvándoles, de nuevo, de una muy mala situación-. Le avisé cuando me llamaste.

A Cage le sorprendía por segundos la capacidad de improvisación de la chica. ¿Es que siempre tenía una respuesta para todo?

-Pero este no es el caso -prosiguió su cosita dulce-. ¿Como diantres os habéis metido Jonh y tu en una pelea?

Dany suspiró apesadumbrada antes de iniciar su relato. Según su historia, ella y Anabelle se habían metido en una bronca enorme con una chica que les había tirado toda una copa encima. En algún punto durante los primeros gritos y justo antes de que llegaran los arañazos, la estúpida amiga de su hermana le había abandonado por irse a restregar contra cualquier desesperado, de modo que Dany había acabado revolcándose por el suelo con la otra chica. No se habían hecho mucho daño, puesto que la pelea había sido rápidamente sofocada, y por algún motivo el chico que la había sujetado había resultado ser el cuervo idiota. El novio de la rival de Dany, también por un extraño motivo, había visto a aquel niñato como el compañero de Dany y, haciendo uso de sus pocas neuronas, había decidido molerle a palos. A Cage no le pareció una mala idea aquello de machacar al idiota del cuervo, pero si eso implicaba a su hermana ya era algo diferente.

-Será tonto... -dijo Livy al acabar de escuchar el relato-. ¿Porqué mierda no lo aclaró todo? -Dany negó con la cabeza, indicando así que no tenía ni idea-. ¿Y entonces que pasó?

-Me metí en medio -explicó Dany y, ante la irritada imagen de Cage, se apresuró a continuar su relato- ¡Lo estaban machacando por mi culpa! ¡Tenía que ayudarlo!

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