Yoongi busca aniquilar a los agresores de su novio Jimin, mientras su cuñado Jungkook trata de conquistar a Taehyung, un hijo de pastor.
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Tras haber sido encerrado en terapia de conversión...
¡tenemos playlist de koo! spotify: jk, pray for me por yehymoon recomendaciones: your presence is heaven to me, israel new heaven fool's gold & fireproof, one direction
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«Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común» Hechos 10: 14 y 15
—¿De nuevo estás ebrio? —preguntó Taehyung con tristeza.
Jungkook esbozó una sonrisa melancólica y asintió.
—Solo cuando estoy ebrio encuentro la valentía para llamarte —respondió.
Era jueves en la tarde, y Jungkook estaba tan confundido que los días se le habían esfumado como segundos imperceptibles.
—¿No deberías estar en el trabajo? —inquirió Taehyung del otro lado de la pantalla. Jungkook asintió.
—Jinnie dijo que estaba enfermo y me dejaron salir.
El domingo había despertado gracias al ruidoso tono de llamada de Jimin. En el momento en el que abrió los ojos, y escuchó el murmullo de las alabanzas de la iglesia sin iniciar, tuvo un largo minuto de reflexión; recordó su sonrisa y el modo en el que el viendo le removía el pelo esa primera vez que lo vio, y después la ola de recuerdos desorganizados de la madrugada lo golpeó.
Brincó al suelo, tomó su teléfono y encontró las tres llamadas que le hizo: dos perdidas y una contestada, que había durado veintiún minutos exactos. En veintiún minutos había terminado de estropear las cosas con esa penosa declaración demasiado honesta. No era de mentir, lo encontraba innecesario, aun así, las verdades que Taehyung le sacaba eran tan honestas que hasta se volvían una revelación para sí mismo.
—Ellos dos en serio tienen un problema —dijo Seokjin cuando Jimin se esfumó. Aún estaba sentade en la cama, bostezó y se pasó la mano por las mejillas y los ojos—. Anoche Mimi lo llamó y creo que cuando Yoongi lo ve en problemas acude de inmediato. Empiezo a creer que a Mimi le gusta necesitarlo y a Yoongi ser necesitado.
Jungkook seguía arrodillado en el suelo frente a su teléfono. Leyó la pequeña conversación que Taehyung y Seokjin sostuvieron.
—¿Era necesario enviarle una foto mía durmiendo? —preguntó con un tono lastimero.
—Ni que el chico no tuviera una docena de fotos tuyas durmiendo —respondió mientras se levantaba de la cama—. ¿No hay algo aquí que me quede bien?
—¿Qué? —Jungkook caminó tras elle con los hombros decaídos—. Taehyung no tiene fotos mías.
—Ah, Jungkook. —Suspiró. Deslizó sus largas manos entre el pequeño perchero de suéteres oscuros—. Te diré algo: la heterosexualidad es muy sesgada y... los hombres heterosexuales demasiado frágiles. —Soltó un sonidito de desagrado por su ropa, se giró y abrió las puertas del armario para seguir husmeando—. Que te cante en las noches, que salga contigo y que me hubiera pedido, no. —Se dio la vuelta y lo vio, pensative—. Casi como que me lo exigió con educación, sí —concluyó con los labios fruncidos antes de girarse—. Que me exigiera con educación que lo llamara apenas te "pusiera a salvo". —Dibujó comillas al aire—. No me parece muy heterosexual.
