CAPÍTULO 28

23 1 0
                                    

No quería que Jung se fuera, porque sabía que luego tenía que enfrentarme yo sola a un montón de sentimientos que no deberían de estar dentro del corazón que ahora latía dentro de mí cuando lo veía a él.

Me mordí las uñas con nerviosismo, ideando quién sabe cuantos planes para evitar a Eunwoo, porque si, eso es lo que haría, después de haberlo pensado y repasado, la decisión más sabia era evitarlo, así a lo mejor, los absurdos sentimientos desaparecían.

Miré el reloj con nerviosismo, como alguien que teme que el tiempo de un examen se cabe cuando no vas siquiera a la mitad. Faltaban doce minutos para las siete de la tarde.

Contárselo a Jung y que este me hiciera ver las cosas con claridad, había servido sólo para atormentarme, porque ahora ese era exactamente mi problema, todo estaba ya claro y yo estaba enamorada de alguien que no debía, tanto tiempo compartido había traído consecuencias fatales para mi.

¿Y si no le abro? Pensé, cuando llegara podía ignorarle y no salir a abrirle, así, él se iría y yo no tendría que atormentar a mi corazón, haciéndolo latir para luego ordenarle que se callara. Corrí a mi habitación, dispuesta a embarcarme en mi mundo e ignorar ruidos externos, y eso incluía el llamado a la puerta que en cualquier momento se oiría.

Conecté mi celular a la bocina que papá me había regalado en mi cumpleaños 17 y dejé que la música sonara queda por toda la habitación. Mientras sonaba la primer canción, aquellos golpeteos en la puerta tan reconocibles ya, se escucharon, haciéndome latir el corazón con un palpitar que resultaba ridículo. Traté de ignorarlos y sobre todo, ignorar el pensamiento de saber quién era el que estaba detrás de la puerta, pero los golpecitos se aferraron a seguir llamando y era como si su sonido me incitara a correr y ver el rostro que ahora se proyectaba en mis sueños. Desconecté la bocina del bluetooth y conecté los auriculares blancos para luego llevarme cada uno a los oídos, subiendo al máximo el volumen. Me tumbé en la cama y cerré los ojos con fuerza, produciendo una que otra arruguita en el parpado. Enterré la cabeza en la almohada y luego canturrié algunas estrofas de Style de Taylor Swift, que sonaba con potencia en mis oídos, haciendo de mi voz sólo un farfullar ahogado que nada más yo entendía.

Así pasaron casi cuarenta y cinco minutos hasta que decidí que no quería quedarme sorda antes de los treinta y bajé el volumen hasta desvanecerlo y luego apagarlo. Suspiré, ¿con qué cara vería a Liv ahora? ¿podía acaso ser tan hipócrita como para mantenerle la misma sonrisa "sincera"? Ella no merecía que nadie le hiciera daño, nadie y mucho menos yo, ella ya había sufrido tanto y ahora no podía permitirme hacerle daño.

Contemplé el techo blanco por un rato, sintiéndome la persona más pérfida como amiga; oí como la puerta se abrió y luego la voz de Liv y la de Eunwoo mezcladas, el corazón me latió por dos cosas, de nerviosismo y ansiedad.

-¡_________! ¿Estás?- preguntó Liv en un sonoro grito. ¿Y ahora qué se suponía que debía hacer? ¿Salir y portarme como si nada, siendo hipócrita con Liv y ordenando callar mi corazón cuando Eunwoo se acercara ó quedarme encerrada en mi habitación y hasta quizá ocultarme en el armario para siempre?

-¡Ahí estás!- dijo Liv, con alivio, abriendo la puerta de mi habitación y haciéndome sentir descubierta bajo la mirada oscura de Eunwoo que se mostraba en segundo plano.

Le sonreí, totalmente nerviosa y atontada debido a que no tuve la oportunidad de salir corriendo por la ventana, aunque hubiera sido mala idea por los tres pisos que había antes del suelo. No pude mirar a Eunwoo, o mejor dicho mantener mi mirada en él, mientras él me veía, pero tampoco pude hacerlo con Liv, porque ella quizá podría ver en mis ojos alguna aflicción. Y no estaría del todo equivocada.

-¿Por qué no le abriste a Eun?- preguntó, entre tanto que yo bajaba de la cama y me acercaba para salir de la habitación, aunque no quisiera.

-Oh, perdóname- intenté mirar al interpelado pero su mirada me derritió el corazón incluso antes que este pudiera latir, así que me apresuré a hablar para quitarla rápido-. Es que me quedé dormida con la música a todo volumen- me excusé y luego me dirigí hasta la cocina para tomar una manzana, pero más para huir de ambos, porque por el lado que sea, yo me sentía culpable.

-No, no te preocupes- me dijo Eunwoo y su voz hizo que las piernas me temblaran.

-Lo encontré sentado afuera, quién sabe por cuanto tiempo estuvo ahí- musitó Liv y por la colilla de ojo miré como se giró hacía Eunwoo para darle un abrazo cariñoso.

El hecho de que no quería admitir que me daban celos, no evitaba que los sintiera. Entonces el timbre sonó interrumpiendo el beso que estaban a punto de darse y corrí alegre a abrir la puerta, dándole las gracias a quién sea que estaba del otro lado.

Cuando abrí, un ramo de rosas rojas le tapaba la cara a alguien y sólo divisé las viriles manos que lo sostenían. Todos nos quedamos observando, confundidos y curiosos, hasta que el ramo de rosas bajó y pude ver el bello rostro de Sanha, sonriéndome.

༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧༉‧₊˚✧

Pobre Eunwoo lo dejaron afuera JAJAJ ay es que todo es muy complicado, en el lugar de ________ honestamente yo no sé que haría, tal vez mudarme o regresar a mi país.

Y Sanha es muy cuteeeee

‧₊˚𝑴𝒂𝒏𝒖𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒑𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐‧₊˚ || Cha Eunwoo || ADAPTADA Where stories live. Discover now