LIBERTAD PARA AMARLA |(Billie Eilish Y Tú)

TORETA UNO

Seguimos de camino al restaurante.

-Será mejor que te abroches con el cinturón -sugirió la pelinegra, buscando algo entre la carretera-

- ¿Qué? Que vas a hacer? -pregunté desconcertada mientras obedecía a lo que me dijo-

- Creo que ya encontré a mi hermanito -contestó entrecerrando sus ojos-

Supuse lo que Billie empezaría a hacer, y no, no es una buena idea.
Claro, a menos que quisiera ser llevada de urgencia al hospital en combo. Un dos por uno

- Billie no. Nonono. Es peligroso -rechisté sacudiendo la cabeza-

La pelinegra movió la palanca, empezando a acelerar mucho más

- La concha de la lora, Billie paraa

Cada segundo el auto iba más rapido como si eso fuese posible, atravesando los demás vehículos que estaban alrededor a una velocidad notablemente mayor a la permitida en carretera.

Mi cuerpo se inclinaba más al asiento, tanto que sentía el respaldar chocar con mi cabeza, causando un leve dolor.

Hasta qué, Billie freno de golpe, justo a la altura del carro de Finneas.

- Jodida bad guy -mascullé mientras me sostenía de la puerta-

Billie se burló de mí con una sonrisa socarrona, bajo la ventana que estaba a mi lado y miro a su hermano quién estaba literalmente a nuestro costado

- ¿Que tal eso?

- ¡Joder, Billie! Te diré toreto dos, desde ahora -respondió con una sonrisa ladeada-

Claudia y yo estabamos pálidas, tanto qué, sentía mi estomago revoltoso y no dudo en pensar que ella igual, por la cars traumatizada que llevaba.

- ¿Dos por qué? Dime toreta uno -rechistó la pelinegra-

Un silencio no incómodo se hizo presente, los autos seguían avanzando pero a una velocidad mínima y sobretodo pegados el uno al otro.

- Porque yo soy el uno, pequeña Billie -añadió Finneas con un tono burlón-

Y en un abrir y cerrar de ojos, el pelirrojo aceleró su auto, alejándose rápidamente de nosotras. Mire a Billie con desconcierto, ella bufó y me pidió que me agarrará más fuerte, así que cagada de miedo, lo hice.

Estos dos estan locos, joder. Nunca pensé morir en una carrera callejera de dos hermanos.
Jodida vida.

- Tu tranquila, de aca no sales con ni un solo rasguño -tranquilizo la pelinegra con un tono seguro, manipulando los cambios del carro logrando así atravesar aún más vehículos-

Sonreí sarcasticamente, es una pelotuda

- ¿Y eso como lo asegurás, boluda? Nos vamos a chocar y moriremos por ser disque toreta uno, ¿No te jode?

La pelinegra rió incredula a mi comentario

- Miras muchas peliculas, ___ -murmuró con sorna sin quitar su mirada del frente-

-Dijo la que se cree toreto, que conchuda

- Touché. Pero de igual manera no saldras lastimada. No aquí -afirmó sonriendo levemente-

- Como aseguras eso -refunfuñe aferrandome al paramanos del auto-

- Por que teniendote aquí conmigo, no lo permitiré -dijo por fin, mirandome fugazmente y luego regresar la mirada al volante-

Me pareció lindo lo que dijo Billie. Pero, el corazón se me estaba saliendo y no por lo que dijo, sino por la velocidad en la que ibamos.

Joder.