07. Los recogí

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Aelin sintió un extraño zumbido en la cabeza antes de despertarse.

Lo primero que notó fue su teléfono en su mano; paso el resto de la tarde revisando viejas fotos y notas que termino quedándose dormida en algún punto. Afortunadamente su brazo estaba bajo la almohada, lo que lo ocultaba de quien sea que estuviera en la habitación.

Lo segundo que notó fueron los pasos desconocidos.

Pasos que no pertenecían a ninguna de las personas que recordaba. Era más silencioso, pero aún notable para sus oídos.

Aelin memorizaba sin querer todo lo que se podía ver de una persona; sus patrones al caminar, sus gestos, la forma de su cabello y el sonido de sus pasos al caminar. Tuvo que hacerlo. Una costumbre que adquirió por sus años de experiencias cercanas a la muerte.

En algún punto de su vida, corrió peligro debido a su trabajo, ya que, en pleno siglo XXII, uno de sus bienes más importantes es la información. Cuanta más información poseas, más peligroso te vuelves para los demás, convirtiéndote en un blanco. Aelin se volvió uno muy pronto.

Por eso supo con seguridad que estos pasos pertenecían a un experto entrenado, uno muy peligroso.

Esto hizo que, bajo la almohada, soltara su teléfono y tomara el cutter, que escondió allí, y camuflo sus movimientos como si se estuviera despertando.

El repentino sonido metálico junto a su cabeza fue el detonante.

Su cuerpo se movió antes de que su mente pudiera registrar lo que estaba haciendo y apuntó a la yugular. Incluso sin ver bien, sabia a donde apuntar.

Sin embargo, la silueta de un hombre con cabello canoso detuvo su ataque, agarrándola de la muñeca como si nada. Su brazo comenzó a temblar por la fuerza que ejercía tratando de zafarse. Estaba a punto de cambiar su posición y lanzar un nuevo ataque cuando habló.

"¿Oh? Eres sorprendentemente rápida, señorita Aelin"

'¿Qué? Esa voz es...'

A través de todo lo borroso, distinguió algo acercarse a su rostro y cerró los ojos con fuerza. Sintió sus lentes asentarse detrás de sus orejas y abrió los ojos. Viendo todo con claridad se dio cuenta de quién era el hombre.

Ron.

Apuntó al cuello de Ron.

Aelin nunca había querido maldecir en voz alta con tanta fuerza desde que llegó a este mundo como en este momento.

Hasta ahora se las había arreglado para evitar cruzarse con Ron, parte de la razón por la que no pudo identificar sus pasos.

"Ah" su mano perdió fuerza y el cutter se le resbaló de la mano, solo entonces Ron la soltó.

Aelin retrocedió, acunando su muñeca ligeramente roja y tirando las sabanas con los pies sin importarle lo que el anciano pudiera ver, ya que seguía con la ropa de ayer.

Aelin no dormía con camisones porque sentía que dejaban su cuerpo muy vulnerable. Ruth despertó muy confundido por estar a oscuras y sentir una tela suave sobre su cabeza.

"Lo siento, yo no... no fue- ¡mierda!"

Sin darse cuenta había llegado a la esquina de la cama, resbalándose y golpeando su espalda contra el velador.

"¡Carajo! ¡me lleva la...! Agh, duele, maldita sea" se quejó, sobándose la espalda lo mejor que pudo sin tocar mucho la zona golpeada.

'Eso dejara un moretón horrible'

Miaauu. Ruth salió de las sabanas y la miró preocupado. Era consciente del anciano peligroso detrás suyo, pero su prioridad fue verificar la seguridad de su proyectora. Su familia.

Alma Errante [TCF]Where stories live. Discover now