Yoongi busca aniquilar a los agresores de su novio Jimin, mientras su cuñado Jungkook trata de conquistar a Taehyung, un hijo de pastor.
✞
Tras haber sido encerrado en terapia de conversión...
El próximo capítulo taekook en la historia es el 20, por favor pasa de largo estos capítulos si solo te gusta ese ship y si te disgusta el arco general de la historial. Repito lo dicho en la nota: la historial es yoonmin/taekook y en algunos momentos un ship toma más protagonismo que el otro. Mi prioridad siempre será el buen desarrollo de la novela, por lo que si se acumulan capítulos de una pareja, dejaré que sea así y eso no le quita la relevancia a la otra. También hay momentos más taekook que yoonmin, aunque no parezca, ya que la lectura de un romance sano es más ligera y fácil, pero incluso tienen más capítulos que el yoonmin.
Si solo te gusta un ship, por favor ten en cuenta esta tabla. También la estaré actualizando con frecuencia en mi tablerito de mensajes, pero porfi no me dejes comentarios odiosos, ni digas que mi fic es solo de un ship, ya que como lo ves aquí es bastante equilibrado. Agradezco tu respeto y tiempo. -yehy
Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
Luego de la confesión, Jimin había estado más callado. Yoongi se preocupaba, pero prefería dejarlo tranquilo, pensando en que volvería a ser conversador cuando fuera el momento, y en que él también necesitaba procesarlo sin hablar.
Ese día, vieron aclarar el amanecer, en silencio, aún sentados desnudos en el sofá de la sala. Después Jimin se vistió la ropa interior y una camiseta de franela, y envuelto en su manta gris, se sentó en la silla del balcón a observar la mañana.
Yoongi le preparó una taza de chocolate caliente y mientras Jimin se lo bebía, aprovechó para cocinarle maejakgwa. No estaba de acuerdo con que Jimin desayunara postres, pero consideró que por tremenda marea emocional en la que se había puesto para confiarle sus secretos, se merecía algo colorido y delicioso. Jimin comió en el balcón, callado y se bebió dos tazas de leche para neutralizar el dulce.
—¿Quieres ducharte conmigo? —inquirió en voz baja al terminar.
—Sí.
La ducha también fue silenciosa. Jimin no recurrió a los jugueteos usuales, ni las caricias extravagantes, tan solo le depositó algunos besos esporádicos en los hombros cuando se topaban sus pieles en el pequeño espacio.
Después, los dos yacieron en la cama, encima del tendido, viéndose a los ojos. Apenas se tocaron el rostro, siguiendo con las yemas de los dedos las líneas de sus facciones, como si fueran transeúntes perdidos en un extenso prado con un pequeño sendero dibujado en el suelo. Hasta que, Jimin se durmió.
Yoongi le besó la mejilla, cariñoso. No pudo evitar entonces, sentirse afligido, tan afligido que hubiese vuelto a llorar, si no fuera porque se le complicaba hacerlo. En lugar de lágrimas, un nudo grueso se le instauró en la garganta. Sintió que estaban estrangulándolo, pero el aire salía y entraba con normalidad por su nariz. Físicamente estaba bien.
