Prologo

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"Un día como cualquier otro" se dijo a sí misma mientras caminaba por la oscuridad. Su madre y su padre seguían en su acto de lujuria desde la semana pasada, hablando en tiempo de humanos. Ella aún no había probado ninguno de los pecados capitales que el ser demonio tiene para ofrecer, tampoco se había alimentado en sus más de dosmil años de vida, y no le importaba.

Desde el inicio de su existencia, todos los días habían sido iguales: algo de entrenamiento en sus primeros siglos, aprendiendo lo básico de sus habilidades como demonio junto a sus padres, y luego entrenando por si sola. Ella no tenía un nombre, al igual que a los demás demonios, eso le parecía una idea absurda, ¿tener un nombre? Eso era cosa de humanos, los nombres, todos inventados por ellos, todos con algún significado absurdo. En este lugar no necesitabas un nombre, si alguien de tu especie se te acercaba y te hablaba sabías que era a ti sin necesidad de que te identificara de alguna forma.

Ella era bastante solitaria, mientras que sus hermanos y hermanas; también hijos de los dos señores de la lujuria a quienes los humanos llaman Asmodeo y Lilith, ya habían probado la lujuria y se habían alimentado, ella simplemente existía. Iba de un lugar a otro, sin darle ninguna importancia a nada, excepto a una cosa: La soledad.

Siempre que conseguía un lugar, cualquiera que fuere, en el cual n,o hubiera ningun otro demonio y se encontrara con algun cuerpo de agua (o algo parecido al agua, ya que no había agua en el infierno) tomaba su forma animal: La de una gata negra. Lo unico que le interesaba era ver su reflejo al tomar esta forma: el gato era una criatura que se movía con elegancia y sensualidad, su cuerpo le resultaba fascinante, y también el sonido que estos animales producían, eso era todo lo que a ella le gustaba.

Más de una vez había pensado en ir al mundo humano por primera vez, sólo para ver un gato de veredad y; con un poco de suerte, traerselo a su propio mundo para tenerlo como compañía, pero le parecía que era hacer un esfuerzo innecesario, ya que un gato; a pesar de todo su encanto y agilidad, no duraría mucho en ese lugar.

Otra de las cosas que hacía al estar sola era tomar forma humana, sólo para reconocerse a sí misma de una forma diferente, sin las grandes garras negras y afiladas, sin las alas de murciélago, sin esas ropas sensuales color negro, sin las botas negra con tacon alto hecho de metal y sin los cuernos de macho cabrío, y para saber cómo se veía el envase de la comida. Hacer esto era menos entretenido, seguía siendo el mismo rostro, con muy pocos cambios, el mismo cabello que se veía castaño a simple vista, y que al ser alcanzado por los pocos rayos de luz que rara vez alcanzaban el infierno se veía un poco más anaranjado, tal vez se podría decir que color cobre.

Pero ese día algo hubo de diferente para ella: cuándo finalmente encontró un ugar en soledad y se dispuso a tomar la forma de un gato, un portal al mundo humano se abrió delante de ella. Lo observó durante algunos segundos, esto era algo que nunca le había pasado antes, era una oportunidad de pasar al otro mundo, a ese dónde le habían dicho que había mucho que comer, mucho de dónde elegir, muchos humanos con los cuales jugar y divertirse, atrayéndolos al pecado para después comerse sus almas. Al principio prefirió darse media vuelta y buscar otro lugar para estar tranquila, que algun demonio más interesado en ese mundo absurdo de emociones encontraría el portal y lo cruzaría, pero luego ese pensamiento crusó por su mente "¿Y si hay algo interesante del otro lado?"

Volvió la mirada al portal por un segundo, intentando responnderse a sí misma antes de dar un paso en culquier dirección, pero no podía hacerlo, ya que nunca había tenido una experiencia en ese lugar que le dijera que valía la pena o no hacerlo. "Al menos, si no fuera interesante, podré ver un verdadero gato." se dijo. Ese pensamiento fue suficiente para convencerse así misma, echó a correr hacia el portal y justo antes de cruzarlo tomó su forma animal, dando un salto para llegar a ese otro mundo.

Se encontró a si misma rodeada de árboles, en un bosque. Cerca de ella había un grupo de hombres: tres en total. Los oía reír, mientras que una joven de no más de 14 años gritaba en medio de ellos. Parecía que no era la primera vez que esa chica sufría. Aquellos hombres la golpeaban, la llamaban perra, zorra y demás cosas así, la desvestían, la tocaban, la usaban como si fuera un juguete, pero ella se resistía y se esforzaba por escapar, hasta que un golpe en la cabeza, el cuál había sido despedido por el puño del mayor de aquellos sujetos, impactó con su cabeza, haciendola quedar semi-inconsciente.

-Los detesto...- la escuchó susurrar -Sí tuviera poder suficiente, me vengaría de todos, los arruinaría a todos, sólo para poder reírme de ellos antes de irme de este asqueroso mundo.

Aquellas palabras le agradaron, esa era un alma que por primera vez la había hecho sentir apetito. Debía tener el privilegio de deborar esa alma como su primera comida, au primera cena.

Se acercó lo suficiente como para poder ver a aquella chica de ojos verdes a los ojos. Dejó salir un maullido, pero para la chica sonó como una voz.

-Haz un contrato conmigo- le dijo esa voz -, te daré el poder que quieres, cumpliré tus más grandes deseo, sólo tienes que pagar dándome tu alma.

La chica pensó que era la oportunidad perfecta, no le importó para nada que el precio fuera tan alto.

-Acepto.- dijo la chica en un susurro, lo cual confundió a sus violadores.

Sin perder más tiempo, la demonio tomó su verdadera forma y con el más mínimo esfuerzo asesinó a esos tres hombres, haciendolos sufrir uno por uno, arrancándoles los brazos, las piernas, hasta que ya no podía gritar más de tanto dolor, y entonces les atravezaba el corazón, incrustándoles en este sus afilados tacones metálicos de una patada.

Una vez terminó con ellos se acercó a su nueva ama.

-Dígame, ¿dónde quiere el sello de nuestro contacto?

-En dónde sea me da igual.- respondió la chica.

Eso estuvo bien para la demonio, y decidió colocar el sello en el primer lugar del cuerpo de su ama que vió... Esto sería todo: un nuevo comienzo para Clara, una primera aventura para la demonio.


Bueno, tuve un problema y se borró este fic, así que comenzaré a subirlo de nuevo u.u

Entre los Demonios.Where stories live. Discover now