🎈𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟮🎈

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Milán observaba, con fingido interés unas viejas películas en sus manos, evitando prestar atención a la discusión de su hermano con su novia

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Milán observaba, con fingido interés unas viejas películas en sus manos, evitando prestar atención a la discusión de su hermano con su novia. Tal vez no eran tan felices como ella pensaba. Giró sobre sus talones dejando las cintas sobre el mostrador y salió del establecimiento.

No le gustaba entrometerse en la vida romántica de su hermano, pero buscaría la forma de hablar al respecto en cuanto volvieran a casa. Él no era un mal sujeto ―y vaya que habían crecido con uno―, es por ello mismo que deseaba lo mejor para Daniel.

Pateó una piedrecilla hasta llegar al auto. Elevó el rostro y pudo distinguir a Ally a la distancia. Sonrió un poco y, a su vez, elevó la mano en forma de saludo mirándola detenerse para a ella.

Ally Carpenter era una compañera de trabajo de Daniel en el taller de autos. Ambos eran amigos y, por ende, era amiga suya. La admiraba porque era decidida, estaba dispuesta a luchar por sus sueños y era fuerte ―ella deseaba ser así algún día―. Recordó, por un segundo, la historia de la chica entorno a su trabajo y el cómo se abrió camino ganándose el respeto de todos.

―¿Qué haces aquí, zanahoria? ―preguntó la chica apenas llegó a su lado.

―Espero a Daniel.

―¿Todo bien?

―Sí, es solo que el verano comenzó y honestamente es horrible ―comentó, haciendo exagerados movimientos con sus manos.

―Creo que estás exagerando, Milán ―rio Ally antes de sentarse sobre el capo del auto de Daniel―, aprovecha tus vacaciones. Haz nuevos amigos y sal.

―Eso no es tan sencillo, Ally ―frunció el ceño, cruzándose de brazos.

―¿Por tu historia? ¿O porque simplemente crees que no quieren ser tus amigos? ―cuestionó Ally, sacando un cigarrillo de su chaqueta―, creo que tú misma te limitas, cariño ―hizo una pausa para encenderlo y darle la primera calada―. Eres una niña grandiosa y demasiado inteligente; cualquier adolescente sería muy afortunado de tenerte como amiga o muy estúpido si decide juzgarte.

Milán no pudo evitar bajar la mirada al escuchar aquellas palabras provenir de Ally. Ella era una persona que apreciaba mucho. Escucharla decir aquello de ella la hacía sentir una sensación en el pecho. Una sensación bonita y cálida.

Observó a Ally por unos instantes, era muy bonita incluso con aquel gigantesco overol de trabajo que siempre usaba. La había conocido hacía unos meses atrás cuando fue a visitar a su hermano al trabajo y, de manera extraña, ambas conectaron. Ally la había adoptado como una hermana pequeña desde el momento en que se conocieron. Ella la escuchaba y le aconsejaba.

―¿Conoces a Bill Denbrough? ―soltó sin pensar, Milán.

―Claro que sí, ¿por qué?

―Hoy hablé con él... bueno, con su grupo.

𝗘𝗩𝗜𝗧𝗘𝗥𝗡𝗢 | 𝗕𝗶𝗹𝗹 𝗗𝗲𝗻𝗯𝗿𝗼𝘂𝗴𝗵 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora