I'm hanging in your hands.

Capítulo 16. Preparación.

Shanks miró sorprendido a la pequeña pelotita roja, posteriormente su mirada se fijó en su amigo, en su rostro se formó una expresión llena de sorpresa, tanto así que tanto su boca como sus ojos formaron una perfecta forma circular y con su única mano señaló el objeto rojo que estaba en la mesa.

---oiga ¿Va a querer el premio, si o no?--- pero su sorpresa fue interrumpida por las palabras del hombre que atendía la pequeña lotería, era claro que ya llevaba un tiempo ahí quieto.

Ben le sonrió de forma dulce al más bajo quién de inmediato asintió para posteriormente recibir un pequeño sobre de color amarillo, una vez con ello en las manos dio las gracias para luego caminar hasta su amigo, Beckman solo rodeo su brazo sobre el cuello del pelirrojo atrayéndolo a su cuerpo, era claro que lo felicitaría.
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----¡Nunca antes había salido de viaje solo! D-debería esperar a que Uta regrese de su viaje de estudio...---- fue lo que murmuro el pelirrojo—, pero no sé si mi hija vaya a estar de humor como para estar conmigo...

Ambos adultos habían llegado a su hogar, mientras el pelirrojo caminaba de un lado a otro, completamente desquiciado sobre lo que debía hacer con el premio, Beckman no decía nada, estaba sentado en el comedor de la casa mientras leía el contenido del sobre que se le entrego en cuanto había ganado aquella lotería, fue por ello que con una sonrisa burlona levantó el papel.

---malas noticias pollito, el premio tiene fecha de caducidad, si quieres reclamarlo deberías ir hoy mismo.

----¡Nooooo!--- se quejó al mismo tiempo que llevaba su mano a su mejilla, aunque claro también su otro brazo se levantó olvidando que le faltaba parte de este, al notarlo lo bajo y suspiro.

---deberias ir, descansar y relajarte, cuando vuelvas aún habrá tiempo, Uta volverá unos días después, yo cuidare de la casa, tranquilo--- dicho esto dejo el premio en la mesa---, así que no te asustes por tener un poco de tiempo libre, hasta los mejores padres necesitan un tiempo para ellos mismos, mereces un descanso.

---el premio es para ir acompañado.

----disfruta doble.

Shanks suspiro, algunas veces las respuestas de su amigo solo le daban más problemas mentalmente, sin embargo lo miro y sonrió, aunque no lo supiera Ben Beckman ya era parte de la familia, fue por ello que no se le hizo tan complicado aclarar sus ideas ahora, si no podía ir con su hija, entonces iría con él.

----entonces, vamos juntos---Beckman miro a su amigo quién le sonrió, supuso que en algún momento la idea de que fueran juntos a aquellas breves vacaciones apareciera en algún momento a lo largo de ese día y si era sincero, aquello le convenía bastante, pues tenía una tarea especial que le habían encargado en dicho lugar, sin embargo para no parecer tan obvio trato de fingir que pensaba en dicho asunto, como si viajar no fuera de su agrado, fue por ello que en cuanto el más bajo hizo un puchero sonrió.

---vale, entonces creo que te acompañaré, pero ¿Quién se hará cargo de las plantas de Uta? Recuerda que le dejaron de tarea tener una planta en casa y vigilarla.

---esos hongos no me dan buena pinta...---murmuro con un puchero, ya que si era sincero esperaba que se secarán.

----no seas paranoico, son comestibles y no son unos estupefacientes mortales, así que, que te parece si vamos a buscar a Mihawk, con suerte lo podremos encontrar.

Shanks sonrió,--- bien, son el 1 porciento de probabilidad contra el 99 porciento de fe, algo me dice que encontraremos al pequeño Mihi en casa.

Y sin más que hacer, aquel dúo de amigos se encaminó hasta la casa del ojiambar, no son antes de que el más bajo tomará algo y lo guardará en su ropa, a medio camino, el pelirrojo comenzó a hablar de varias cosas que se le habían venido a la cabeza con su oportunidad de tener sus primeras vacaciones lejos de su hija, no es como que deseará alejarse de la pequeña bicolor, al contrario, aún en el fondo se sentía mal por todo lo ocurrido y también no estaba acostumbrado a que la menor estuviera durante tanto tiempo fuera de casa, si era sincero ni siquiera a esa edad había tenido alguna pijamada con sus amigas y dichos temas ahora le estaban dando dolores de cabeza, por lo que el pelinegro solo coloco su mano en la boca ajena, de esa forma podría guardar silencio el pelirrojo para evitar tantos problemas mentales.