Capítulo 9

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La rubia no necesitaba presentación, su mirada soñadora y sus rubios cabellos, así como su piel de porcelana, eran idénticos a los de Xenophilius Lovegood.

-Encantados-su voz era melodiosa, como un canto de ángeles- mi nombre es Luna y soy la segunda hija del matrimonio Diggory-Lovegood- la pareja se besó dulcemente, su relación era de apenas unos meses pero, ver que llegarían tan lejos, solo podía emocionarlos-  Mi hermano mayor es Cedric y es  un alfa de Hufflepuff-presentó primero- creía que a papá le gustaría saberlo ya que, yo, soy una orgullosa águila- la mesa azul comenzó a vitorear con energía- soy omega como mamá y actualmente ayudo al tío Remus en la reserva- confesó ganándose una sonrisa del nombrado- Eso sería todo, muchas gracias por prestarme atención.

Los aplausos sonaron por todo el comedor, era la primera vez que una de las presentaciones era realizada de manera sencilla y sin intervenciones o peleas alguna. 

Una vez que la dulce rubia dejo el estrado accedió una morena de pelo alborotado y cara de mal humor, en su uniforme, pulcramente colocada, brillaba la medalla de Golden Girl. 

-Yo soy Hermione-comenzó con voz clara- Soy una omega y una orgullosa leona- al casa nombrada comenzó a gritar buscando opacar la bienvenida que había otorgado las águilas a Luna- Soy Golden Girl y mis notas son las mejores de mi curso. Mis mejores amigos son Ron y Harry- la chica comenzó a hablar cada vez más rápido- eso es todo, ha sido un placer.

Con paso rápido intento huir del estrado siendo retenida por George y Fred Nott.

-¿No se te olvida algo querida?- pregunto Fred de manera burlona- cómo quienes son tus padres.

-Pero no te preocupes- continuo George- que ya lo decimos nosotros. Sus padres...

-¡Fred y George han marcado a Draco como su omega!-grito la joven consiguiendo desviar la atención.

Los gemelos se quedaron paralizados, observando como Lucius y Remus se levantaban de sus mesas y se dirigirán, varita en alto, hacia ellos. Sus hijos procuraban pararlos sin éxito. 

-Vosotros dos- gruñía Lucius- ¿cómo os atrevéis a acercaros a uno de mis cachorros?

-Os voy a matar- apoyaba Remus.

Hermione se deslizó con cuidado lejos del grupo que discutía. Con sigilo se  escabullo hasta la mesa de los leones, detrás de los Notts y procurando pasar desapercibida para las serpientes.

-La tengo- festejo James elevándola- la has liado pero no conseguirás escaquearte. 

La joven fue colocada junto a los gemelos, que se escondían detrás de Teddy procurando mantener a sus futuros suegros lejos. 

-Dejad la mierda esa Remus-le pidió a su amigo- tiene que ser jodidamente malo quienes son sus padres para que haya montado la que ha montado-el alfa arrastro al contrario hasta su asiento- déjala hablar. 

-Mis, mis, mis padres- tartamudeo al ver que ya no tenía forma de huir- ¿no lo ibais a decir vosotros?- le pregunto a los gemelos que todavía se encontraban en la tarima incapaces de moverse.

-Te jodes...

-Ahora lo haces tu sola. 

-Mis padres- se armo de valor- Son Rodolphus Lestreage y Bellatrix Black.

Las risas no tardaron en sonar por todo el lugar, la idea de que esos dos tuvieran una hija de Gryffindor era una locura.

-Es cierto- apoyo Ginny- que esos son sus padres.

-¡Imposible!-grito Rodolphus- ¿una leona y con la loca esa?

-¿Tú de qué te quejas gilipollas?-protesto la omega- yo soy la que peor acaba.

-Joder, otra vez no- se quejo la joven en el estrado- esta discusión ya la hemos tenido, soy una leona y la mejor alumna de mi promoción, si tanto os jode tener otro hijo.

-¿Con esa?- Rodolphus miró con asco a Bellatrix-ni de coña.

-Papá tu tampoco eres una gran partido- defendió Hermione- y en el futuro no os quejáis tanto, es más, no hacéis otra cosa que practicar como darme un hermano. 

-Eso sobra- se quejo Rabastan- en serio sobra mucho.

-Oh venga ya, si tu eres igual tío.

-Eso espero- flirteo Frank.

 -Nos estamos desviando del tema-paro Bellatrix- ¿cómo he acabado yo con ese?

-Ni idea- respondió su futura hija-en serio, nadie lo sabe.

-Joder, ya no podre evitarlo.

-Deja de quejarte alfa de mierda- protesto la serpiente- la que esta jodida soy yo.

-¿Pero que cojones dices?- el alfa se levanto indignado-te voy a tener que aguantar a ti y a una mini copia tuya, eso ya es suficiente castigo...

-¿No me quieres papá?- interrumpió Hermione mientras aguantaba las lágrimas- ¿ya no soy tu dulce princesa?

El alfa miró asombrado a la joven en el estrado. Sus grandes ojos marrones estaban anegados en lágrimas y sus sonrojadas mejillas le otorgaban un aire frágil, sus feromonas de caramelo se habían agriado consiguiendo que el alfa se levantara corriendo a consolarla. 

-Lo siento, princesa, lo siento- se disculpaba el mayor- no volverá a pasar, lo prometo. 

Bellatrix observó en silencio la interacción entre las dos personas que acapararían su futuro y no pudo evitar sonreír. Aquellas lágrimas de cocodrilo podían haber engañado a Lestreage pero ella las conocía muy bien, eran las mismas que usaba Narcisa con sus padres.

-¿Por qué no ha acabado el Slytherin?- le pregunto a Harry sin despegar la mirada de la situación en el estrado.

-El sombreo seleccionador dijo que sería muy peligroso para Hogwarts- contesto- y para ella.

-¿Es feliz?-continuo cuestionando.

-Bastante.

-¿Y yo?

-Siempre estas sonriendo- confesó- y te encanta presumir de hija. 

-Tiene buena pinta, ¿no?- se sumo Lucius.

-Si- contesto con una sonrisa- parece perfecto. 


Conociéndonos (Harry Potter)Where stories live. Discover now