Conociéndonos (Harry Potter)

Capítulo 8

Las presentaciones habían sido pausadas y sustituidas por las las clases de herbología con Hufflepuff. Severus había decidido, por primera vez en su vida, saltarse dicha clase y escabullirse hasta la Sala de Menesteres, lugar donde sabía se encontraban los del futuro. 

-Se supone que las presentaciones son en el comedor- le frenó Sirius- además deberías estar en clase.

-Tu también- contrataco intentando escaquearse de sus brazos. 

-¿Por qué no mejor vienes a mi cuarto?- propuso- de todas formas nosotros ya conocemos nuestro futuro y las clases han empezado, será imposible entrar.

-¿Y cuál es?- pregunto de modo juguetón- nuestro futuro.

-Tu y yo, juntos- comenzó mientras se acercaba lentamente a él- quizás un par de cachorros-sus labios acariciaron con dulzura los del omega entre sus brazos- pero no importa porque estarás conmigo.

-Respuesta incorrecta- contesto mientras golpeaba con fuerza su ingle- mi futuro es lejos de ti y sin duda sin 10 hijos.

-¿10 qué?- gimoteo con dolor.

-10 nada- gritó mientras corría, no sabía cuanto tardaría en recuperarse.

Avanzó por el estrecho pasillo hasta la estatua del jorobado, quizás, si era lo suficientemente rápido, podría usar el pasadizo que ocultaba para aumentar la distancia con el alfa. Gateo con dificultad por el interior del estrecho túnel hasta el cuadro de los orcos bailarines, el cual, deslizó con cuidado hacia un lado para poder salir. 

-Joder- maldijo al ver al león esperándole en la salida-¿cómo has llegado ante que yo?

-Todavía tienes mucho que aprender.

Con la ira a flor de piel, el de rizos, levanto sobre su hombro al omega y, sin prestar atención a sus golpes, lo guio hasta su habitación. 

-Fuera- le gruño a James, el cual también se estaba saltando la clase de Astrología- Tienes un carácter demasiado irascible, sobre todo con tu alfa- sus manos rápidamente apresaron al menor bajo él- Bésame- ordeno- sabes que lo deseas tanto como yo.

Severus obedeció con agresividad, su yo omega deseaba al alfa y llevaba demasiado tiempo evitándolo, el suficiente como para sentirse desesperado por su toque.  La ropa rápidamente sobró y los cuerpos desnudos no tardaron en unirse con furia y fuerza. 

-Merlín-gimió el pelinegro- no soy débil Black- protesto- más fuerte.

El alfa rio con energía e incremento sus empujes. Su omega suplicaba por él, pedía necesitado sus caricias , sus besos, su cuerpo. No tardaron mucho en llegar al orgasmo.

-Te odio- suspiró el omega sin apartarse del pecho del contrario- joder, no sabes como te odio.

-Repítelo todo lo que quieras pero sabes que es mentira.

Severus protesto entre susurros. La pareja continuo en la cama durante toda la mañana, ajenos al ajetreo del castillo y alejados de las responsabilidades de las clases, para cuando la hora del almuerzo llego, ambos, habían eliminado las inseguridades de sus lados más animales provocadas por la separación.  

-Deberíamos bajar al comedor- le propuso Sirius al somnoliento joven- las presentaciones comenzaran en breve y tengo curiosidad sobre los 10 cachorros.

La serpiente se alejo del cálido cuerpo y, entre maldiciones, se vistió, por una vez que se encontraba cómodo, no solo con el Black, sino con su cuerpo desnudo, el alfa le traía a la realidad. Con los ojos levemente hinchados de dormir y constantes bostezos se dejo arrastrar hasta el centro del castillo.

-Severus no te duermas- le pidió el león una vez se sentaron en la amplia mesa perteneciente a Gryffindor.

-Estoy cansado- se quejo- y es tu culpa.

El omega permaneció ajeno a las miradas de sorpresa que les dirigían los demás alumnos, estar recostado sobre Sirius Black de manera pacífica parecía más interesante que el joven que esperaba en la tarima a comenzar. 

-Buenos días- llamo la atención con timidez- Mi nombre es Neville Lestreage y soy un alfa, aunque no lo parezca mucho...

-¿Qué Lestreage?- interrumpió Rodolphus preocupado, el joven llevaba los colores de los leones en su uniforme.

-Rabastan- contesto ganándose un suspiro de alivio de su tío y una mirada interrogante de su futuro padre-Actualmente estoy en Gryffindor y, a pesar de ser un poco joven, estoy emparejado con Hanna Abbott una omega encantadora. Me encanta la herbología y soy hijo único. Sinceramente no se que más contar acerca de mí.

-Qué tal quien es tu madre- sugirió el menor de los Lestreage.

El joven tembló levemente , no quería otra guerra en aquel comedor pero las miradas sobre él influían más presión de la que podía soportar.

-Mi madre-comenzó con un susurro-es...

-Más alto- le volvieron a interrumpir- no se escucha una  mierda.

-¡Que mi madre es Frank Longbottom!- gritó.

El joven espero que los hechizos volvieran a inundar el lugar tal como había pasado con las presentaciones de sus amigos, en cambio, el silencio reino, un silencio incómodo pero no peligroso.

-¿Sabes cómo acabamos juntos?- preguntó su futura madre.

-Creo recordar que fue mientras ayudabais al tío Lucius con la mudanza-contesto no muy convencido- aunque no estoy muy seguro, suelo ser un poco olvidadizo.

-Y torpe- interrumpió Ginny-por su culpa estamos aquí.

-Fue sin querer- repitió el joven con cansancio-  ya lo he dicho un millón de veces.

-Exactamente, ¿qué estabais haciendo?- cuestiono Regulus- porque todavía nadie nos ha explicado como habéis acabado aquí.

-En nuestra época es fin de curso- comenzó el joven- así que estábamos todos celebrándolo en casa de del tío Rodolphus. Encontré el giratiempos de casualidad, estaba roto y parecía no funcionar-el joven lo saco de su bolsillo y se lo tendió a Dumbledore- cuando se lo estaba enseñando a Ron se me escurrió de las manos y calló al suelo, todos los que estábamos cerca acabamos aquí.

-¿Por qué lo estabais celebrando en mi casa?- cortó la serpiente antes de que alguien pudiera hablar.

-Mierda- se quejó-yo no puedo decir eso, lo siento.

El joven huyo de la tarima a esconderse tras sus compañeros del futuro, si seguía permitiendo que le sacaran información acabaría en muy mala situación. Su mirada se dirigió a su tío. El alfa prometía perseguirlo hasta conseguir una respuesta. Tembló, estaba jodido.