don't blame me

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Y volviendo a los pañales sucios de Dae, él la colocó encima de la cama, claro, la bebé se sintió incómoda y comenzó a hacer pucheros para llorar, no importaba cuanto él la calmara y le repitiera que pronto le darían su baño, ella solo comenzó a llorar desconsoladamente. Cuando finalmente estuvo lista para recibir un baño de agua tibia, su corazón se sintió temeroso al no saber como tratar al alguien tan frágil como ella, entonces solo fue tirando un poco de agua en su pequeño cuerpo mientras simulaba brevemente estarle dando el mejor de los baños.

Dae no era alguien que lloraba con el agua, le gustaba estar bañándose, por lo general era algo que disfrutaba, así que Chan se llevó la imagen de su hija jugando con el agua mientras sonreía y soltaba carcajadas de bebé.

Al finalizar, pudo cambiarle sin ayuda de nadie, le colocó pañal de manera correcta y cómoda, también eligió su ropa y extrañamente aunque una noche anterior llovió como si se fuera a caer el cielo, el día siguiente era soleado y un poco caluroso. Por eso Chan decidió colocarle un pequeño vestido amarillo de tela fresca a su bebé, para cubrirle del sol colocó un pequeño sombrerito igualmente de tela fresca pero en color blanco y algunos detalles amarillos.

Así mismo decidió llevarla nuevamente al jardín, esta vez Dae ya no se abrumó con la nueva sensación del pasto verde, por lo que apenas tocó este, miró a papá y comenzó a sonreír.

—Te ves preciosa y lo sabes muy bien –se sentó con ella —Pero ahora mismo es hora de que aprendas a gatear, creo que vas muy atrás en ese aspecto

—Adivinaste –respondió una voz varonil detrás de él —Lo siento si te asusté.

Chan giró un poco y sonrió al darse cuenta de quien era. Pues finalmente Dae tendría la atención médica que necesitaba, ya que el pediatra de confianza estaba presente. Hwang Hyunjin.

—¡Amigo! –se puso de pie y le dio un abrazo que el otro correspondió confundido —Que bueno que llegas. Ella es mi hija, hoy cumple ocho meses desde que nació, todo va bien pero a su padre y a mi nos parece extraño que ella aún no aprenda a gatear, lo hace pero muy poco, recorre cortas distancias

—No todos los bebés son iguales, podría ser que tu hija es muy perezosa o realmente le aterra el desplazamiento. Necesito que me cuentes cómo ha sido desde más pequeñita.

Chan miró hacia abajo y Hyunjin negó con una sonrisa que no era burlesca, pero le parecía tan gracioso y divertido como el tipo que conoció siendo rudo, poco amable y aura obscura, ahora mismo olía a leche, pañales y era una persona llena de alegría. Como si no fuera un mafioso.

—Dae en realidad si gateaba, pero dejó de hacerlo cuando llegamos aquí –respondió Felix desde atrás, haciendo que Hyunjin girara para recibirlo —Soy el otro padre de Dae, un gusto

—¡Oh, Felix! –saludó con tanto entusiasmo que ambos padres se sorprendieron de la confianza —¿No me recuerdas? Soy Hyunjin ¡El chico de la facultad de derecho!

Tenía que ser una broma, Felix no recordaba a ningún tipo con ese rostro, ni siquiera tenía más amigos o gente con la que se llevara bien, por lo tanto, no podría ser digno de mucha confianza entre ellos.

—¿Hyunjin? –por detrás llegó Jeongin sonriendo y abrazando al chico —¡Wow! Cuanto tiempo sin verte –sonrió —Felix ¿No lo recuerdas? Es un viejo amigo que te traía a casa cuando estabas... high

Felix notó algo extraño en las palabras de Jeongin, no las estaba diciendo con amabilidad, era una rudeza que solo Jeongin sabía practicar.

—¿Entonces se conocen? –Bang y su hija estaban confundidos. Dae porque sentía a su padre tenso, el mafioso porque no entendía la situación y porque Felix no tenía una postura de agrado —Es bueno, yo conozco a Hyunjin de...