don't blame me

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No existían las palabras correctas para expresar lo que sintió al ver a Bang Chan parado justo frente a él diciéndole más de tres palabras que no fueran en relación a algo sexual.

Nunca fue capaz de pensar que lo volvería a tener tan cerca, por eso ahora que estaban juntos en el mismo espacio, no le quedaba otra que intentar hablar pero que de su boca nada saliera, porque su mente y esta no lograban ponerse de acuerdo.

Se dio cuenta de donde estaba y en que situaciones lo habían traído y en ese momento dejó de pensar en que Bang Chan estaba frente a él, porque desde que sabe de la existencia de Dae primero es padre y luego un joven con una vida más allá de su hija.

—¿Te encuentras bien? No paras de mirarme desde que te traje a mi casa

—Solo quiero irme y estar con mi hija –supuso que ya lo sabía —¿Lo sabes?

—Está mañana no lo sabía, me acabo de enterar en el medio día... Felix yo...

—Tú nada Bang Chan. Por favor llévame a casa porque necesito verla. Quiero estar con ella, me necesita

—Déjame explicarte lo que sucede. Tu hija y ese amigo tuyo van a estar aquí en unos minutos, tengo que explicarte el porqué ya no puedes irte

Una carcajada se escuchó en el lugar, era obvio que Felix era el dueño de aquella burla mal entonada. Le parecía totalmente irracional lo que decía.

—¿No puedo irme? –bufó y se dio la vuelta —Tienes que ver como lo hago.

—No, no puedes irte –lo detuvo tomándolo por el brazo —Necesito explicarte muchas cosas y creo que merezco que me escuches. En el momento no he hecho nada para no merecer dar mi versión

—¿Que versión? ¿La que habla acerca de que yo fui parte de tu despedida de soltero y ahora estás por casarte? Si no es que ya lo hiciste...

—¿Por que suena a reclamo? –encaró —Me dijeron que lo viste. Y aunque no tengo porque darte explicaciones, mi compromiso con esa mujer fue cancelado tres meses después de la propuesta. No se dio y ya.

—No cambia nada

—Cambia todo –interrumpió —Yo no sabía de lo que había provocado esa noche, no te busqué porqué...

—Entiendo lo que signifiqué para ti esa noche, porque lo mismo significaste para mi, pero eso no lo pensé en cuando me enteré de que ella venía en camino. Te busqué y nunca te encontré, no voy a culparte por no aparecerte, voy a culparte si no haces como que esto no ha ocurrido. No te necesito en su vida.

No se sentía con el derecho de decir que era su hija, que ella lo necesitaría porque realmente ni siquiera sabe el nombre de la niña, no quiere hacerlo más grande, no quiere hacerlo enojar con palabras que él mismo sabe que no son correctas. Lo único que él había aportado fue en la parte sexual, de ahí en más Felix tenia razón.

—Aún así no puedes irte. Estás en peligro, ambos... bueno... tu amigo igual.

Felix regresó a pararse frente a Bang Chan porque una cosa si era cierta, tenía curiosidad de cómo es que había terminado aquí.

—¿Por qué? ¿Por qué repentinamente no puedo irme de tu lado y suenas convencido de que no lo haré después de escucharte? ¿Quien demonios eres?

—Felix...

—Dijiste que eras hombre de negocios, ahora quiero saber qué tipo de negocios Bang Chan.

—Escucha, yo no tenía porque decírtelo esa noche, yo ni siquiera sabía que eso escalaría a este punto

—¿Decirme que eres un mafioso? –su risa salió con toda la ironía que guardaba en su ser —¿Esa es la razón por la que no puedo irme?