Era preciosa, con un estilo minimalista y llena de ventanales por todos lados. Liam sabia cuánto me gustaba ver la luz del sol, sentir el calor del mismo en mi piel, por lo que se había asegurado de que el lugar tuviese suficientes fuentes de luz sin que fuese excesivo.

—¿Por qué estamos aquí? —pregunté cuando volvió a tomarme en brazos, cargándome.

—Es nuestra casa ahora —dijo antes de hacer una mueca —Y el loft esta hecho trizas.

—Esta bien.

Liam beso mi cabello suavemente mientras se apresuraba hacia la puerta, esperando que Louis la abriera antes de entrar y dirigirse al dormitorio —Supongo que quieres ducharte —musitó, aunque no parecía tener ninguna intención de soltarme pronto.

—Eso funcionaria si me soltaras, cariño.

Él me miró con una mueca, como si esa idea no le agradara antes de dejarme sobre mis pies —Lauren y Harry fueron al loft por la ropa de los bebes y ropa para ti y.. —vi el momento de quiebre en sus ojos antes de que me tirara dentro de sus brazos, teniendo cuidado de no aplastar al bebé —Me asuste jodidamente mucho.

—Aun no entiendo lo que paso, pero no tienes nada de que preocuparte —aseguré, dejándolo besarme suavemente —Lo que dije es verdad, te amo, lobo amargado.

Él sonrió —Yo también te amo, fastidioso —me beso de nuevo, como si la idea de soltarme fuese demasiado para él —No quiero que te alejes pero estas bañado en sangre.

—Lo sé,— acepté, pasándole al bebé —Me daré un ducha rápida, ¿si? Volveré en un segundo, cuida de los bebes.

Sonreí cuando vi a Camila entrar con el otro bebé, ella lo había tomado en el momento en que Liam había bajado del auto para que pudiera cargarme. Metiéndome al baño rápidamente, me quite la ropa con rápidos tirones y me metí debajo de la espaciosa ducha, abriendo rápidamente el agua. Realmente, lo único que quería hacer era bajar corriendo las escaleras e interrogar a todo el mundo hasta que me dijesen lo que había sucedido pero también quería abrazar a mis bebes y eso no podría hacerlo con sangre pegada en mi cuerpo.

Me sentía débil pero con esfuerzo, tomé el jabón y lave mi abdomen con suavidad, frunciendo el ceño a la suave cicatriz que tenia unos centímetros debajo de mi ombligo. Tenia la impresión de que era por donde habían sacado a los bebes pero había demasiadas jodidas cosas que no me cerraban. ¿A las embarazadas no les quedaba panza luego de dar a luz? ¿Seria esto una cosa de droxgea o algo así? ¿Por qué no me dolía? Me sentía como un trapo usado pero el dolor se había ido.

Entre mis pensamientos, tarde más de lo que había previsto. Cuando el agua comenzó a enfriarse, quite el jabón de mi cuerpo y cabello antes de salir y envolverme en una toalla que saque de un estante.

Liam había comenzado a llevar cosas a la casa desde hacia días, ya que quería que nos mudáramos a ella en cuanto los bebes nacieran por lo que no me extrañaba encontrar ese tipo de cosas.

Envolviendo una toalla limpia alrededor de mi cintura, salí del baño y fruncí el ceño hacia Liam, el cual se encontraba de pie frente a las puertas del balcón, mirando hacia la oscuridad de la noche. Miré a la cama, viendo que los bebes habían sido limpiados y vestidos antes de ser acomodados en el centro de la cama, con varios muros de almohadas rodeándolos.

—Hey, Liam —llame su atención —¿Estas bien?

Él se giró, dandole una rápida mirada a mi abdomen que no me paso desapercibida antes de asentir suavemente —Tu ropa esta por allí —hizo un gesto al final de la cama, donde había varios pantalones y sudaderas apiladas.

El Obsequio de Zayn |Ziam|Where stories live. Discover now