One shot-Teen Wolf

7/ Lydia Martín

- Hola, Bonita- saludaste a Allison, depositando un beso en su mejilla.

- Hey, Brujita- saludo de regreso, con la vista unas hojas.

- Que haces?- preguntaste divertida al ver su ceño fruncido. Lo aflojo un poco avergonzada.

- Repaso o eso intento, con todos los problemas no tuve tiempo para estudiar y tengo un examen de química y por primera vez no comprendo los apuntes de Lydia.

- O, te puedo ayudar, yo estoy bien con esa materia, no es problema, iré después de clases, te parece?

Detectaste un aroma ácido y te diste cuenta que provenía de ella, nervios, está nerviosa.

- Estás bien?- preguntaste un poco confundida.

- Si es solo que no creo que a Lydia le parezca buena idea- y te diste cuenta que apenas terminó de decirlo se arrepintió.

- Y que tiene- te parecía absurdo- Eres mi mejor amiga y... Espera, dijiste Lydia?

Asintió cabizbaja.

- No comprendo por qué le molestaría eres mi amiga y ella mi novia y... Ah.

- Aja- asintió Allison, se removió incómoda en su lugar.

Eso te enojo, no tendría por qué sentirse incómoda contigo, o por algo que Lydia insinúa.

Y que tu novia le incrimine cosas que no pasaron entre ustedes, te enfurecía.

Tienes varias cosas que aclarar con Lydia.

- Iré a tu casa a ayudarte después de clases- al ver que negaba, la interrumpiste- Y no aceptaré un no como respuesta, está bien, Flechitas?

- Está bien, Brujita- acepto, despidiéndose de ti.

Estabas esperando que Lydia salga de su clase para hablar con ella y aclarar algunas cosas .

Al salir y verte una sonrisa se apoderó de ella, vino a paso rápido hacia ti, al estar apenas unos centímetros de distancia se arrojó a tus brazos. La atrapaste besándola con cariño, enojada o no, no podías negarle nunca un beso.

- Hola, Lobita- saludo al separarse. Tus manos aún en su cintura y las suyas en tus hombros.

- Tenemos que hablar- tu tranquilidad la asustó, pero su sonrisa no flaqueó.

Reíste sin gracia, aún en esos momentos no dejarían que la vieran imperturbable.

Excepto tu y es por eso que luego de unos segundos su sonrisa cayó.

- Que hice?- pregunto preocupada.

- Normalmente diría que no hiciste nada, pero le armase un berrinche o mejor dicho una escena de celos a nuestra mejor amiga- le reprochaste separándote de ella. Cruzaste tus brazos sobre tu pecho y enarcaste una ceja al ver que bufaba mirando hacia otro lado- No puedo creer que desconfies de ella o aún peor que desconfies de mi.

Bajo la guardia al ver que tus palabras derrochaban dolor.

- Después de todo lo que pasamos, me duele que desconfies de así, no te demostré que lo único que siempre quise fuiste tú?

Sus ojos se llenaron de lágrimas.

- Siempre te ame a ti, pero tú- negaste con la cabeza, suspirando buscando algo de alivio- Tu siempre buscas algo a lo cual aferrarte que te demuestre lo contrario.

Negaste con los ojos cristalizados por las lágrimas que te niegas a derramar.

- Annie, yo no...

- No lo niegues, y no me vengas con que le creo a ella sobre ti, por qué no es la primera vez que actúas así, pero tocaste fondo con Allison.

- Lo siento- te dijo llorando.

Estaban solas en el pasillo, sólo se oían los sollozos de Lydia.

Tu teléfono sonó, pero no atendiste sabiendo que era uno de los chicos preguntando donde estabas.

- No te disculpes, no arreglas nada con simples palabras- tomaste aire- Sólo basta, por favor basta de esto, si?

- Te lo prometo, no lo haré más.

- Te creo, por qué te amo Lyds, solo por eso. Esta es la última oportunidad, oíste, no más.

- De acuerdo- murmuró limpiando sus lágrimas.

- Bien, por qué mi nivel de tolerancia tiene un límite.

- Lo se.

- Perfecto, y para tu información iré a ayudar a Allison con su tarea de química- reiste divertida al ver como fruncia los labios, pero asintió.

- Ok.

Reiste al verla intentar. Te acercaste y la rodeaste entre tus brazos, te alejaste solo para besarla, te lo devolvió con absoluto amor.

- Te amo- susurraste al separarse.

- Te amo- te sonrió, radiante.

Te alejaste caminando a la salida, te detuviste en la puerta- Espero tu disculpa hacia Ally, adiós Nena.

- Oye- escuchaste su berrinche.

Reiste negando, siguiendo tu camino hacia afuera.