30. casas, hogares y otros placeres

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Préstame tus manos, déjame guiarte a lo más hondo de mi ser, muéstrame la verdad como si fuera un reflejo de mí misma y convénceme de que esto es lo correcto, y que, de no serlo, lo incorrecto se convierta en mi sabor favorito. Guíame con tus manos cuando vea borroso de las lágrimas de placer y tan solo tu voz me sirva de luz en una oscuridad envolvente y extática.

Embísteme, por favor, hazme olvidar todo el dolor que me he infligido, desmerecedora de tus caricias, que me queman como me queman las piernas por tu presencia lasciva y embriagadora.

Bésame cuando te pueda sentir tan cerca y tan adentro que las palabras ya no sirvan, bésame y mírame, mantengamos el duelo de miradas que nunca hemos apartado de lado.
Mírame a los ojos y entra en ellos cuando entres en mí, desenvuélveme y tócame como lo he necesitado siempre; déjame derretirme en tu regazo y siente como me desespero en tus labios, como debo dejar de besarte porque no puedo evitar gemir ante el cielo que me estás haciendo sentir con tan solo estar así de cerca.
La impaciencia me hace morirme por ti y por tu cuello, así que ilumina mis entrañas y deja que me arda el vientre como arderá el infierno el día que tengamos que ir, presos de nuestros deseos más carnales.

Libérame y átame, junta mis manos en mi espalda y presióname contra ti lo máximo que la piel nos lo permita, hazme ver lo lejos que llega el amor, la manera en que explosiona como los universos previamente a ser hechos.
Quiero ver en tus ojos nuestro propio universo.

Por cada beso se creará una estrella y por cada promesa un mundo de colores diferentes, y viviremos en las lunas y en los soles que fueron siempre mis metáforas favoritas.

Quiero sentir tu lengua hacerme llover como llueve abril, y mayo también. Deseo que compruebes con los dedos que tanto lloran mis entrañas por ti cuando te echo de menos.

Quiero que las flores recubran mi piel donde dejes besos húmedos y tener la certeza de que, cada vez que pierda la cordura por tu presencia en mi interior, estarás ahí para salvarme y para empeorar mi situación errática.
Muerde mi cuello y déjame chupetones en él, en mi pecho, en la espalda y donde a ti te plazca, recúbreme de los únicos moretones que vienen del amor y no del odio.

Vive en mí, déjame ser la casa a la que regreses al terminar el día, déjame reconfortarte y hacerte olvidar la mañana, la tarde y la noche con tal de que seas feliz a mi lado.

Cuéntame lo que te gusta y lo que no, cuéntame sobre todas las cosas que nunca me has contado y permíteme habitar en tu mente contigo.

Deja que me duelan las ventanas con la llegada del frío y haz que el ático en el que habita mi yo más lleno de arrepentimiento baje a jugar contigo, cual niña pequeña que en el fondo nunca dejé de ser.

Préstale a ella tus manos, y deja que se las acerque a las mejillas calientes, siente tu mano mojarse con sus lágrimas de inocencia y prométeme, en el comedor cálido de mi corazón, que contigo, estaré mejor que en el hogar infame en el que me crié.

-lunn🍓

de amor y angustiasWhere stories live. Discover now