𝑻𝑻𝑫𝑺 ; max verstappen fanfiction.
❛❛Es un deporte lleno de
testosterona y... ¿recuerdas
nuestro viaje a África? sí,
bueno la formula uno es igual
pero aquí tienes diecinueve
leones en un mismo territorio,
pelea...
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Eran casi las nueve de la mañana y Giorgia estaba en la cocina bebiendo una taza de café junto a una tostada hasta que los niños despertaran.
Los tres estaban quedándose en el departamento que la mayor había comprado cerca de Oxfordshire para estar cerca de Christian y de Max, más que nada por los mellizos. Al menos mientras Giorgia arreglaba el asunto de la nueva forma de crianza de sus hijos junto al padre de ellos.
Sopló sin fuerza para enfriar un poco su bebida. Y sonrió de forma involuntaria cuando escuchó un par de pisadas rápidas en la habitación de los niños. Leah estaba despierta ya y su hermano la siguió poco después.
Ambos salieron de su habitación y corrieron hasta la cocina, sorprendiéndose al ver a su madre ahí. Pues aparentemente, algunas personitas querían algo de comer en extremo dulce a esta hora.
Según Leah, el plan era escabullirse hasta la cocina, subir en una silla y tomar las galletas con helado que había en la parte de arriba del congelador.
—Buenos días, mami. —canturrearon ambos con sus sonrisas traviesas al ver a Giorgia mirándolos con una ceja en alto.
—Buenos días, amores. —les dijo levantándose del taburete para besar sus suaves frentes.
—Nos puedes hacer panqueques con chocolate, crema y chispitas, por fis, mami. —pide la niña juntando sus manitas, en señal de rogarle.
—¿No irían con Max a almorzar hoy? Supongo que quieren quedarse con mami hoy ¿verdad? —les preguntó sin borrar su sonrisa.
Le gustaba que los niños estuvieran con ella, de hecho, la simple idea de que ambos la remplazaran por alguien más, le dolía y muchas veces la hacía llorar.
—¡Puedes venir con nosotros! —exclamó Ryan luego de dedicarse un par de miradas extrañas con Leah, con su lenguaje secreto de mellizos, supuso la piloto.
La idea le removió algo en el interior de forma incómoda, no por pasar tiempo junto a sus hijos. Más que nada, era por Max y el hecho de que los recuerdos y las mariposas que desde sus diecisiete años sentía regresaran a ella luego de varios años le resultaban frustrantes.
—Tengo que arreglar algunas cosas, mi amor, en otra ocasión será. Vamos a vestirlos. —Giorgia la taza de café en la encimera y ellos tomaron sus manos para dirigirse al cuarto que correspondía al closet.
Gia no tardó mucho en vestirlos por completo, luego peinó a Ryan y al final ayudó a Leah a hacerse un par de trenzas en el cabello. Los dejó en la sala comiendo algunos pedacitos de fruta que había cortado para ellos previamente mientras veían caricaturas en la televisión y ella se metía al baño con la intención de ducharse rápidamente.
