𝑻𝑻𝑫𝑺 ; max verstappen fanfiction.
❛❛Es un deporte lleno de
testosterona y... ¿recuerdas
nuestro viaje a África? sí,
bueno la formula uno es igual
pero aquí tienes diecinueve
leones en un mismo territorio,
pelea...
10 ❜ ⌗ TTDS ⌗ ❜ break up with your girlfriend|| ailicec.
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SOCHI, RUSIA. SEPTIEMBRE 22, 2020.
Giorgia.
Me había recuperado gracias a los "cuidados" y muchos pero muchos cariños que mis hijos me habían dado todo el tiempo, el doctor me habían dado medicamentos para controlar la ansiedad y pude estar mejor con el transcurso del tiempo. Y este fin de semana por fin podía competir.
Y justo ahora, me encontraba fuera de la habitación del padre de Leah y Ryan. Toqué la puerta una vez más luego de ver por el enorme ventanal del hotel el cielo nublado advirtiendo que llovería, sentí un nudo en la garganta formarse ante la situación en la que me encontraba.
Por Dios, esto se sentía como un mal recuerdo, yo tocando la puerta esperando a que abriera. Llamé una vez más, esta vez con más urgencia, pues quería irme ya y cuando iba a irme, por fin abrieron, pero no fue Max quien lo hizo.
Kelly, su acompañante a la fiesta de nuestros hijos, llevaba una camisa que supuse eran del neerlandés pues le quedaba enorme, su cabello desarreglado y las marcas que tenía en el cuello hicieron que mi estómago se contrajera de alguna forma dolorosa.
—Giorgia, lo siento, pensé que eras el servicio a la habitación. Max está siendo muy meticuloso con todo eso del covid y pidió que trajeran comida. —dice ella de forma apenada y yo solo asiento, ocultando mi expresión amarga bajo la mascarilla.
—¿Dónde está Max? —pregunté sin rodeos.
—Oh, está duchándose. ¿Quieres pasar? —pregunta ella con una amigable pero tensa sonrisa haciéndose a un lado, dejándome ver la costosa habitación de hotel.
—No, solo vine a entregarle algo que le envían los niños, ni siquiera sé que es, Ryan y Leah insistieron en que querían venir ellos mismos pero no quiero exponerlos a algún contagio. —dije mostrando la pequeña y delgada caja envuelta con papel azul y un moño rojo.
Kelly la tomó y me aseguró que se la entregaría. Luego, cerró la puerta y yo regresé al auto que me había traído dispuesta a irme al hotel con los niños.
Max.
Salí de la ducha y llamé a Kelly varias veces para ver qué quería hacer hoy por la noche, pero no me respondió, por lo que caminé por toda la habitación solo con una toalla en mi cadera y otra en mis hombros. Encontré a Kelly sentada en la pequeña cocina que había, con algo entre sus manos, no pude ver que era pues me daba la espalda. Pero al acercarme fruncí el ceño molesto al verla con mi teléfono y con una especie de álbum de fotografías en extremo decorado con una foto que yo conocía muy bien.
