𝑻𝑻𝑫𝑺 ; max verstappen fanfiction.
❛❛Es un deporte lleno de
testosterona y... ¿recuerdas
nuestro viaje a África? sí,
bueno la formula uno es igual
pero aquí tienes diecinueve
leones en un mismo territorio,
pelea...
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Giorgia.
Julio 6, 2020. 4:30 am.
—Aléjate de mis hijos.
Mis palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza. Suspiré aguantando los sollozos y las lágrimas que podrían salir de mí, apreté ligeramente el tabique de mi nariz, tratando de tranquilizarme, no quería despertar a los niños. Aunque la verdad es que en mi cabeza aparecían preguntas sobre cómo es que podía ser yo tan tonta pero a la vez sentir que hacía lo correcto.
Miré una vez más a mis hijos, quienes en medio de la oscuridad y las tenues luces del exterior de la habitación dormían tranquilos y totalmente plenos ajenos a todo lo malo que ocurría mientras se abrazaban entre sí, protegidos y recostados en el amplio y cómodo colchón.
Ambos estaban dormidos y yo no podía dormir, lo mismo de siempre. Tenía una gran relación, estrecha y terriblemente duradera con mi gran amigo, el insomnio. Siempre tuve dificultad para dormir y esto se debía únicamente a los nervios que me surgían por las carreras y todo lo demás que pasaba a mi alrededor.
Así que yo solo pude llorar en silencio, sentada uno de los sillones de la pequeña sala que había. Nos quedaríamos en ese hotel mucho más tiempo, pues la segunda carrera de la temporada era en el mismo circuito, aunque una semana después. Y el hecho de que la mitad de los pilotos y sus equipos estuviéramos en el mismo hotel, no hacía mucho más sencillo todo lo que ocurría con Max y mi pequeña familia. Más cuando él se encontraba a un pasillo de distancia junto a la habitación de mi padre.
—Mami. —me sobresalté cuando Ryan apareció por el umbral de la puerta, frotándose sus ojitos aún adormilado, pero sus pequeños hombros se sacudían un poco y supe que lloraba.
Limpié mis lágrimas con rapidez antes de mirarlo y extender mis brazos en su dirección. Él vino a mí corriendo con sus pies descalzos y me rodeó con sus bracitos, yo lo senté en mi regazo.
—¿Qué pasa, mi amor?
—E-Es que... —sollozó— Y-Yo soñé que tenías un accidente e-en una carrera y...
Aquello me sorprendió y solo pude abrazar a mi bebé aún más fuerte. Llené su cabecita de besos, mientras él solo lloraba con fuerza.
—Shh... todo está bien, bebé. Yo estoy bien. Estoy aquí y seguiré estando aquí siempre. —murmuré tratando de tranquilizarlo— No pasará nada malo ¿si? Ni a mí, ni a nadie más.
