00 ❜ our year ❜

830 76 9
                                    

00 ❜ ⌗ TTDS ⌗ ❜
our year || ailicec.

Noviembre 2017Circuito Yas Marina, Abu Dhabi

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Noviembre 2017
Circuito Yas Marina, Abu Dhabi

Vi cómo salió del monoplaza con dificultad, fui el primero en acercarme a ella cuando se desvaneció en mis brazos, estaba agotada. Jamás había visto que alguien se arriesgara tanto al no entrar a boxes solo por ganar una carrera, pero era su carrera, aquella que le daría fin a la F2 luego de haber esperado más de lo planeado y que le daría el inicio que tanto deseaba en la Fórmula 1.

Ahora me sentía una peor persona, todo su esfuerzo y yo estaba por arruinárselo.

Quité el casco de su cabeza con dificultad, tenía un pequeño rasguño en su pómulo derecho ante el rose del casco durante la carrera. Pero seguía viéndose preciosa.

—Estás bien, liefde. Fue una gran carrera. —le dije al oído— Estoy orgulloso de ti.

—¿Crees que mi papá me contrate? —bromeó y yo reí un poco, a pesar de todo no perdía su sentido del humor.

—No lo sé, los equipos no suelen querer a pilotos que se arriesgan a este nivel. —murmuré una mentira antes de besar sus labios y ella asintió con una pequeña mueca en pleno beso.

Le había dolido aquel comentario, pero era por su bien. El tiempo me respiraba a mí en la nuca y verla a ella sonreír enormemente al recibir el trofeo en el podio junto a los otros dos pilotos, hizo doler mi corazón, y este latió con fuerza cuando corrió hacia mí para abrazarme, yo correspondí casi con la misma fuerza, mientras más tiempo pasaba, el remordimiento me carcomía.

Cuando volvimos a Gran Bretaña, su madre fue la primera que nos recibió en el aeropuerto. Ambas se abrazaron con fuerza y me incluyeron luego en su momento. Pero no pude soportarlo por mucho, por lo que me separé de ambas rápidamente.

—¿Todo bien? —me preguntó mi novia.

—Sí, todo en orden. Debo hacer unas cosas, te veo luego ¿si? —le dije sin mirarla mucho tiempo, ella asintió dándome un corto pero dulce beso en los labios, murmurando un te amo sobre mi boca, lo que solo me hizo sentir peor.

Tomé mi maleta y la mochila donde ella llevaba su laptop sin que se diera cuenta. Y salí tan rápido como pude del aeropuerto y me fui a mi departamento, lo llamé de forma inmediata y lo único que dijo fue:

—Responde a todos los correos, no volverá a pisar una pista de nuevo. Es por su seguridad.

—¿Estás seguro de esto? No sé si pueda hacerlo. —le dije— Ama los autos más que tú, no puedes arrebatarle eso. No volverá a confiar en ella.

—Pero no volveremos a verla en un hospital, así que hazlo, muchacho.

Y apenas abrí su laptop, vi todas las notificaciones de sus correos, había algunos de su universidad, otros de sus redes sociales y los que más me interesaron fueron los de los contratos con Haas, Ferrari o incluso con Williams, Toro Rosso y McLaren. Muy a mi pesar, respondí a todos y cada uno de ellos.

No estoy interesada. Gracias.
X_________

Luego de eso, eliminé los correos de la bandeja principal y de la papelera. Apagué el dispositivo y lo guardé. Estaba hecho, había arruinado el sueño de mi novia por verla sana y salva. Estaría triste, lo sé, pero era algo que ella necesitaba ¿verdad?

Días después, Diciembre comenzaba y yo me desconecté de todos por completo, no respondí a sus mensajes, ni a sus llamadas, ni siquiera abrí la puerta cuando vino a visitarme. Aún recordaba su voz entristecida, casi angustiada y entre los sollozos que salían de su garganta tras la puerta.

—Amor, abre la puerta, por favor. Estoy asustada. Necesito hablar contigo, esto es importante.

Me preocupaba el hecho de que algo la estuviera atemorizando, en otro momento tal vez hubiera salido y a rodearla con mis brazos dándole consuelo. Pero ahora, estaba siendo un cobarde al no dar la cara, aunque todo cambió cuando días después, unos días antes de su cumpleaños número diecinueve, recibí una llamada de su padre, sonaba preocupado y parecía bastante asustado.

—Lo sabe, recibió una llamada de Haas insistiendo en una respuesta positiva. Se está yendo ahora, Max.

Había una tormenta, el aire estaba helado, pero aún así no me importó salir de mi cálido apartamento para llegar hasta su hogar. Y fue que la vi, luego de casi tres semanas, parada en la entrada de la casa en la que vivía, mientras subía varias maletas a su camioneta.

Su cabello estaba totalmente empapado. Su suéter de lana y sus jeans ajustados perfectamente a su cuerpo estaban mojados por la lluvia helada de diciembre. Sus bonitos ojos azules estaban algo rojos e hinchados y me miraban llenos de lágrimas apenas llegué. Sus labios, aquellos que tanto me encantaban besar, temblaron aguantando una ola de sollozos seguramente.

En el tiempo que llevo conociéndola, jamás la había hecho llorar y esta era la primera vez. Dios, la había cagado por completo. Soy un asco de persona.

De repente, su expresión se endureció. Se acercó a mí con pasos firmes y se detuvo, arrojó una caja con varias cosas dentro al suelo frente a mí con fuerza y luego, cerré los ojos ante el impacto de su mano contra mi mejilla.

—¿Cómo pudiste? —sollozó.

—Déjame explicarte, liefde. —murmuré por lo bajo, sintiendo como mis ojos picaban— No es lo que piensas, yo...

—Cierra la boca. —sentenció— ¿Cómo pudiste hacerme eso? ¿Por qué lo hiciste? Sabías lo que esto significaba para mí, estuviste ahí, viste la carrera en vivo y tan solo... ¡Dios! Tú y papá son solo más de la misma mierda.

—Perdóname.

—No, ni en tus mejores sueños voy a perdonarte, me arruinaste. No quiero volver a saber de ti, ni hoy ni mañana, nunca. Quiero que te lleves tus cosas y no te atrevas a volver si estoy aquí. Tampoco quiero que me busques, lo único que quiero es que te alejes de mí. —decía con firmeza, pero sus siguientes palabras rompieron mi corazón por completo— Te odio con todo mi ser.

Segundos después, ella había subido a su camioneta y se había marchado. La había perdido y no hay nada que pudiera hacer ahora. Había destruido su sueño de años, tenía razones de sobra para no querer saber de mí a partir de ahora. Cuando levanté la vista ahí estaba su padre y su madrastra, ambos con los ojos rojos. Tal vez no era el único al que le habían dolido las palabras de ella.

—La perdimos, muchacho.

—¿Dijo a dónde iba? —ellos negaron.

—Tenía unos boletos de avión en su bolso, pero no sé a dónde irá. —dice su papá— Su madre está de viaje así que dudo que vaya con ella.

Maldita sea, la había perdido para siempre. Se iría a quien sabe dónde y yo no podría buscarla.

Espera, claro que podía buscarla. Llamaré a su manager, a su madre, llamaré a todos los que puedan saber de ella. Y así lo hice, pero muchos no sabían, su equipo me gritó por haber interferido en su carrera y su madre... bueno, ella no dijo nada importante, solo un "no puedo ayudarte, niño".

Ahora estaba solo, habían pasado sólo unos meses desde nuestro primer aniversario pero se había sentido como toda una vida. Me sentía mal y cuando llamé a mi padre, él solo me hizo sentir peor.

—Hiciste lo correcto, hijo. Eliminaste a la nueva competencia, el próximo año será solamente tuyo.

Ese era el problema, el próximo año debía ser nuestro año, teníamos planes, queríamos viajar juntos y tal vez hacer nuestra relación pública ante la prensa. Pero por mi culpa, todo eso se acabó.

Solo espero que en algún momento puedas perdonarme, mon amour.

'TIS THE DAMN SEASON ; max verstappen.Where stories live. Discover now