[🐇] 𝑬𝑳 𝑷𝑹𝑰𝑵𝑪𝑰𝑷𝑬 𝑩𝑬𝑵, y su hermana Maddison, hijos de Belle y Bestia no tardan en ser herederos del trono en Auradon. Estos dos con ayuda de su mejor amiga, Allison, decidieron dar su primer proclama oficial; Darle la oportunidad a seis...
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*• he who lives on illusions dies on reality •*
Evie hacía la tarea del príncipe Chad. Mal, Carlos, Emma y Liam, también estaban en la habitación. Pero cada quien se dedicaba a hacer sus cosas, la peliazul esperaba poder llamar la atención del príncipe al ayudarlo con sus tareas, pues estaba dispuesta a todo con tal de cumplir con el propósito de la Reina Malvada, aún si eso impedía tener que alejarse de Allison. Lo único que la motivaba era lo que pasaría si cumpliera con su madre.
En ese momento, Jay llegó muy feliz.
—¿Funcionó tú plan con Jane? —preguntó el moreno a Mal. —¿Te llevará la varita?
—¿Crees que estaría perfeccionando cada hechizo de este libro si no hubiera fallado por completo? —gruñó molesta.
—Alguien amaneció de mal humor. —murmuró Carlos.
—Ella siempre. —comentó el hijo de Madre Gothel haciendo reír a sus amigos.
—Mi mamá cuenta conmigo. No la defraudaré. —dijo la hija de Maléfica mientras golpeaba la cabeza de ambos muchachos.
—Podemos lograrlo. —habló el hijo de Jafar, sus compañeros voltearon a verlo con sorpresa. —Hay que estar unidos. —se sintió algo raro al decir aquello, pues ese grupo no eran precisamente amigos.
—Y no descansaremos... hasta lograrlo. —habló Mal mirando a los cinco. —Somos malos...
—De corazón. —respondieron el resto al unísono.
—Ah si, el Hada Madrina usará la varita con Maddy y Ben en la coronación a la que iremos. —comentó Evie recordando lo que Allison le había dicho. —Y yo no tengo nada para ponerme.
Mal la miró sorprendida, y una idea llegó a su cabeza.
—¿Qué? —preguntó desconcertada la peliazul al no entender el porque la mirada de su compañera.
En ese momento tocaron la puerta.
—Aguarda un segundo. —pidió Mal mientras se levantaba a abrir la puerta.
Cuando la peli morada abrió la puerta, dejó ver a Ben con una leve sonrisa en su rostro.
—Hola, Mal. —saludó el chico siendo educado. —No los vi hoy, me preguntaba si tienen alguna duda o hay algo... que... necesiten.
—No que yo sepa. —respondió la villana.
—Okey, bueno. —asintió mientras se alejaba dispuesto a irse. —Si necesitan algo, solo...
—¡No! ¡Espera! —lo detuvo Mal. —¿Es cierto que iremos a la coronación de tú hermana y tuya?
—Si, irá toda la escuela. —respondió seguro el oji verde.
